Los defensores de los nuevos órdenes ven que están perdiendo la batalla y tienen prisa por imponer sus postulados. En todos los países vemos cómo se violentan los mecanismos democráticos para que toda la agenda 2030 se convierta en obligatoria para todos los ciudadanos con consecuencias penales para los reticentes. El aborto pasa de ser un asesinato despenalizado a un ‘derecho’ que a nadie se puede negar y por lo tanto no tiene lugar la objeción de conciencia. Las distrofias de sexo, físicas y psíquicas, se convierten en ‘nuevos géneros’ y se retiran de las listas de patologías. El respeto a la vida hasta su fin natural se anula y la ancianidad, la etapa más valorada en nuestra historia por su sabiduría, está a un paso de ser considerada una enfermedad. Y todo esto se nos vende como la llegada de la plenitud de los tiempos felices sin posibilidad alguna de discusión sensata, es así porque mando yo y nada más.
En la iglesia no vivimos tiempos mejores y vemos cómo se intenta acomodar a la locura generalizada, unas veces entrando de lleno como en el inmigracionismo y los calentamientos, y otras con los silencios medidos. Todo esto no es de ahora, ni mucho menos, pero todos tenemos la sensación de que la epidemia está acelerando los tiempos y lo que podíamos pensar que nos llegaría en 10 años lo está haciendo en uno. La política italiana es de gran complejidad, siempre lo ha sido, es un país joven con una cultura que se pierde en los albores de la historía. La ley Zan, de la que hemos hablado en repetidas ocasiones, parece destinada a naufragar. Desde la nota diplomática en adelante, las cosas se han enredado, el Papa Francisco, por mucho que quieran manipular, siempre ha sido muy claro al respecto a la llamada «teoría del género» y los teóricos del «Papa progresista» se han quedado sin argumentos.
El Papa Francisco sigue en el Gemelli, los comunicados oficiales siguen siendo muy escuetos y sin muchas precisiones. La impresión es que el Papa Francisco ha optado por una especie de autoaislamiento dentro del departamento sanitario del décimo piso, en lo que se conoce en todo el mundo como «la casa del Papa» en el hospital desde la época de hospitalización de Juan Pablo II. Es atendido exclusivamente por personal vaticano, sin ningún contacto, ni siquiera cortesía, con los administradores del hospital y los responsables de la Universidad Católica propietaria del Gemelli. Vemos una indiferencia generalizada ante los boletines médicos sobre la evolución de la convalecencia papal.
En estos momentos, en torno a la estatua de San Juan Pablo II a las puertas de Genelli, se está concentrando un grupo de personas, muchos de ellos empleados y familiares de enfermos, para acompañar al Papa Francisco en el ángelus. El Papa Francisco aparece en pie en uno de los balcones de último piso, se evitan las imágenes de entrada y salida en la retrasmisión oficial. Muy visible la sonda en la mano derecha, con buen aspecto, pero voz entrecortada y cansada, con aparentes dificultades respiratorias. Acompañado por unos niños del reparto oncológico. En sus palabras petición de sanidad gratuita para todos y críticas a los hospitales de la iglesia que ante las dificultades solo piensan en vender y meter el dinero en el bolsillo y no en el servicio para el que fueron creados. El Gemelli, sin ir más lejos, acumula una inmensa deuda que corre el riesgo de arrastrar a toda la universidad católica.
No hay fecha oficial de su salida, pero todo apunta, sí nos creemos lo que nos cuentan, que será la semana que empezamos. La última noche fue bastante tranquila y no parece que se han repetido los episodios febriles, su estado nos cuentan que es bueno, aunque la rehabilitación no es baladí para un hombre de 84 años. El viernes, y suponemos que los días sucesivos, el Pontífice celebró la misa en la capilla privada, tras lo cual cenó con médicos y enfermeras.
Siguen apareciendo datos sobre los personajes menos conocidos en el proceso Becciu. Hoy nos cuentan un misterioso encuentro en Londres, entre Monseñor Mauro Carlino, secretario personal de Becciu y el corredor Gianluigi Torzi, para acelerar la adquisición definitiva del edificio en Sloane Avenue. En secretario se enfrenta a acusaciones de extorsión y abuso de poder. Los Promotores de Justicia creen que el proceso de formación de las facturas fue seguido por Monseñor Carlino: “conocía la instrumentalidad de las facturas para hacer plausible un pago que de ningún modo podía justificarse”. La inteligencia británica había iniciado una investigación sospechando que la transacción en la que estaba trabajando la Secretaría de Estado podía ocultar los detalles de una operación de «lavado de dinero». El pensar que un secretario personal de sustituto puede actuar y disponer de enormes cantidades sin conocimiento de nadie es tomarnos a todos por tontos. los jueces ingleses no se lo han creído. Si en algo peco mons. Carlino, es en no poderse negar a las indicaciones de sus superiores. El Vaticano es una cadena y las personas meros instrumentos, negarse supone morir, salir del sistema, y está claro que Carlino estaba en su carriera.
Giuseppe Milanese, parece que no procesado por colaborar: «mi posición siempre ha sido transparente y clara, en cada pasaje de esta historia como se desprende de la fiel reconstrucción de los investigadores ”. «Por los hechos en cuestión, me limité a proporcionar, a petición explícita del Santo Padre y por un período de tiempo limitado (a partir del 17 de diciembre de 2018, el día en que tuve conocimiento del edificio de Londres, a 5 de enero de 2019) una consultoría para encontrar una solución al problema que se había creado». “Este año demandé a unos periodistas que intentaron echarme barro y que, no contentos de no verme entre los imputados, me pusieron la etiqueta de ‘arrepentido’. No dudaré en volver a hacerlo para proteger mi nombre, mi profesionalidad y, sobre todo, la amistad personal de larga data que me une a mí ya mi familia con el Santo Padre».
Encomendamos de forma muy especial a tantos lectores y amigos benedictinos, para que puedan recristianizar Europa como en su día lo hizo San Benito con tanta sabiduría y sentido común: “Y, aunque leamos que el vino es totalmente impropio de monjes, porque creemos que hoy día no es posible convencerles, convengamos, al menos, en no beber hasta la saciedad, sino sobriamente, porque ‘el vino hace claudicar hasta a los más sensatos’”.
«…los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos».
Buena lectura.
«La última noche fue bastante tranquila y no parece que se han repetido los episodios febriles, su estado nos cuentan que es bueno, aunque la rehabilitación no es baladí para un hombre de 84 años…»
Una operación quirúrgica es siempre una intrusión grave sobre un organismo, aunque tengamos la tecnología del 2021 y sea curativa. De hecho, se informa de manera «informal» que tiene una enfermedad degenerativa (irreversible, que empeorará), severa (peligrosa), crónica (que a los 84 años la tendrá siempre), de un paciente desobediente (que come lo que le da la gana y no se vigila) y con complicaciones (pueden generarse tumores y otras enfermedades asociadas). Se le ha amputado, suturado y se cicatriza aún una parte del colón, precisamente la parte por donde circulan las deposiciones y con abundante flora intestinal (bacterias y virus), lo que implica un grave peligro de hemorragias, perforaciones e infecciones, y en menos de tres días, deceso. No es broma, y si no, que se lo pregunten a Juan Pablo II y Ronald Reagan… hay que pensar ya en la renuncia.
«Desde la nota diplomática en adelante, las cosas se han enredado, el Papa Francisco, por mucho que quieran manipular, siempre ha sido muy claro al respecto a la llamada «teoría del género» y los teóricos del «Papa progresista» se han quedado sin argumentos.»
Bergoglio está lo suficientemente quemado como para apoyar la ideología de género, sería su aniquilación inmediata. Le pesan como el plomo la comunión y absolución de los adúlteros en Amoris laetitia (n. 305, notas 351 y 336), más el rescripto del 5 de junio del 2017 que lo eleva a falso magisterio auténtico, con lo que elimina la doctrina de Veritatis splendor sobre los actos intrinsece malum y aprueba los actos morales luteranos del bonum incompletum et imperfectum, más sus cartas de apoyo a dos obispados (Buenos Aires y Lisboa), más su no contestación a las Dubia, más su omisión de sancionar las implementaciones en docenas de obispados (Alemania, Italia, Bélgica, Malta…), más el final y supremo-magno disparate del Año 2021 de la Familia Amoris laetitia unida a San José; además, está la idolatría de la Pachamama y el cisma herético de nombrar a Lutero como testigo del Evangelio. Todo completo como para que encima sea el Apóstol lgbti… los hay que son chistosos…