Otra semana , ya estamos a domingo, entramos de lleno en febrero y otro día en que nos enfrentamos con lo imposible. Intentar presentar el caos de una forma ordenada y resumida no es tarea fácil. Vamos a intentarlo un día más. Por cierto, la fotografía de hoy es del encuentro del Papa Francisco con los seminaristas de Madrid.
Empezamos por el último documento del Tucho. Como su ya viejo hermano, la fiducia supplicans, adopta el tono verborreico, todo lo contrario a lo que se espera de un documento doctrinal que debe de ser, por su propia naturaleza, conciso y claro. Es una nota sobre la innovación en la liturgia y la validez de los sacramentos. Al final de mucha verborrea y bajo la apariencia de querer corregir a quien desvirtúa el rito litúrgico con sus innovaciones, que llegan hasta la forma, pues dice más de lo mismo. Vemos en la conclusión: «En la Iglesia, en particular a sus ministros, se confía este gran tesoro, para que, como «servidores solícitos» del pueblo de Dios, lo alimenten con la abundancia de la Palabra y lo santifiquen con la gracia de los sacramentos. A ellos corresponde en primer lugar garantizar que «la belleza de la celebración cristiana» se mantenga viva y no «desfigurada por una comprensión superficial y reduccionista de su valor o, peor aún, por su explotación al servicio de alguna visión ideológica, cualquiera que sea o pueda ser».
No puede faltar la acusación de ideología, por un lado, los que desfiguran el rito y por el otro, algo mucho peor. Los tradis, que no se dice pero están, que con su ideología no cambian nada pero lo explotan para servirse de ella. El clericalismo patente en la nota llega al paroxismo cuando no contempla que hay un sacramento cuyos ministros son fieles laicos y no ministros ordenados. Y que en otros sacramentos, como el bautismo, también lo pueden administrar fieles laicos. Con lo fácil que es pedir que se cumpla lo ya mandado desde siempre que si alguien cambia los ritos, se le imponga un castigo canónico. Verán como no, normalmente se promocionan a mejores parroquias e incluso a alguna mitra, es lo que tiene ser innovador.
«Gestis verbisque» pretende ofrecer algunos elementos de carácter doctrinal «en lo que respecta al discernimiento sobre la validez de la celebración de los Sacramentos, prestando atención también a algunas implicaciones disciplinarias y pastorales». Por lo tanto, se pide un «paro» a la creatividad en la administración de los sacramentos y una llamada a los sacerdotes a «guardar la forma establecida, so pena de invalidez del bautismo y, en consecuencia, también de los demás sacramentos recibidos». Varias veces, leemos en la «Gestis verbisque», el Dicasterio «intervino para resolver las ‘dubias’ sobre la validez de los Sacramentos celebrados, dentro del rito romano, en incumplimiento de las normas litúrgicas, teniendo a veces que concluir con una dolorosa negativa respuesta, señalando, en esos casos, que los fieles han sido despojados de lo que les corresponde, ‘es decir, el misterio pascual celebrado en la modalidad ritual que establece la Iglesia’.
Los hay mal pensados y ven que la reciente catequesis del Papa sobre la ira parece que ha iluminado sobre los objetivos reales del actual pontificado. La ira es descrita como «un vicio terrible», pero «no todo lo que surge de la ira es malo»: de hecho, si una «persona nunca se enoja, si no se indigna ante una injusticia, si ante una opresión de una persona débil no siente algo temblar en sus entrañas, entonces querría decir que esa persona no es humana y mucho menos cristiana. Hay una santa indignación, que no es ira, sino un movimiento interno, una santa indignación». Parece que el Papa Francisco pretende cultivar la «santa indignación» de todos los fieles para poner a prueba su humanidad y su fidelidad a los principios cristianos; quiere despertarnos del letargo de nuestra existencia y de una fe a menudo vivida de forma pasiva. Esto explica por qué entre otras cosas, aprobó la declaración de Abu Dabi, aceptó la exhibición de la pachamama en el Vaticano, elogió a Lutero y promulgó varias encíclicas más que cuestionables. Asustado y sorprendido de la resistencia de muchos católicos que siguen indiferentes a sus provocaciones, nombró finalmente a Tucho Fernández prefecto del Dicasterio para la doctrina de la fe y respaldó y defendió la Fiducia supplicans : evidentemente para hacer temblar nuestras entrañas ante las injusticias y hacer resurgir el sensus fidei .
El arzobispo de Génova , Marco Tasca , comenta la posición del Papa Francisco respecto a la bendición de las parejas homosexuales: “Si el Papa escribe, tiene sus razones, tomaremos este documento y lo estudiaremos más a fondo como comunidad cristiana: pero detengámonos y reflexionemos. Hay que comprender las consecuencias que esto puede tener para la Iglesia». El arzobispo de Génova firmó un decreto en el que veta a personas divorciadas, separadas o no frecuentadoras de la iglesia ser madrinas o padrinos en bautizos y confirmaciones. También se lamenta de la situación del matrimonio: » La disminución de los casos, de hecho, no significa que las relaciones estén encontrando estabilidad: Cada vez hay menos personas que se casan por la iglesia, luego está la crisis demográfica, las cifras están bajando por eso».
Carta «a los hermanos y hermanas judíos de Israel»: «El camino que la Iglesia ha iniciado con vosotros, antiguo pueblo de la Alianza, rechaza toda forma de antijudaísmo y antisemitismo , condenando inequívocamente las manifestaciones de odio hacia los judíos y el judaísmo, como un pecado contra Dios.» La carta fue enviada por el Papa al teólogo Karma Ben Johanan , uno de los promotores de un llamamiento al Pontífice firmado por unos 400 rabinos y eruditos para la consolidación de la amistad judeo-cristiana tras la tragedia del 7 de octubre. “Junto con vosotros, nosotros, los católicos, estamos muy preocupados por el terrible aumento de los ataques contra los judíos en todo el mundo. Esperábamos que «nunca más» fuera un estribillo escuchado por las nuevas generaciones, pero ahora vemos que el camino a seguir requiere una colaboración cada vez más estrecha para erradicar estos fenómenos». “Tanto judíos como católicos debemos comprometernos en este camino de amistad, solidaridad y cooperación para buscar formas de reparar un mundo destruido, trabajando juntos en todas partes del mundo, y especialmente en Tierra Santa, para recuperar la capacidad de ver en el rostro de cada persona la imagen de Dios, en la que fuimos creados». «Junto a vosotros lloramos a los muertos, a los heridos, a los traumatizados, rogando a Dios Padre que intervenga. y poner fin a la guerra y al odio”.
El amigo moscovita del Papa Francisco, Leonid Sevastyanov, presidente de la Unión de Viejos Creyentes, ha vuelto a Santa Marta, y repitió y confirmó «que el Papa le había encargado ser portavoz en Rusia y en otros lugares de sus propuestas de paz y difundir destellos de diálogo en un momento muy difícil». El Vaticano aún no ha desmentido ni confirmado nada. «Me dijo que, en su opinión, en este momento es necesario negociar una tregua y luego desarrollar un entendimiento, una negociación capaz de conducir a una paz real. Ucrania y Rusia, según él, están listas para las negociaciones». «El Papa también está preocupado por la situación de posguerra en Ucrania, porque no quiere que Europa deje atrás al país. Teme quedarse sola, sin el apoyo y el apoyo necesarios. Según sus informaciones, ahora hay voluntad de negociar y lo importante es empezar. Por eso propone al Vaticano como terreno común. Ucrania también está interesada en alcanzar una tregua y negociaciones para traer de vuelta a casa a las personas que huyeron de la guerra, son millones de personas». Sobre la fallida misión Zuppi «tiene mucha confianza en el regreso de los niños ucranianos a su patria. Es un camino que continúa y existe una relación muy fuerte con los funcionarios rusos que se ocupan de los niños».
Las simpatías políticas del Papa Francisco son las que son fáciles de verificar y , a estas alturas, imposibles de ocultar. Hoy tenemos, como última aportación el audio en el que el El Papa Francisco jalea a la comunista Yolanda Díaz: «Siga adelante, no afloje”. No sabemos a qué se refiere, intuimos que no hace referencia a la inexistente vida cristiana de la videpresidenta. Quizás el Papa Francisco la vió un poco floja, la enormidad actual de su Santidad hace que el tamaño de sus interlocutores parezca flojo. No podemos ni pensar que le esté animando a implantar sus principios comunistas sin aflojar, aunque todo apunta a que es así. Las simpatías se ven, basta ver los felices y contentos que ambos están, para lo demás escuchan y saquen sus conclusiones.
El Papa Francisco que recibió al Seminario de Madrid: “Es necesario entrar en el desierto, para que Él pueda hablar a nuestro corazón. Si está lleno de cosas mundanas, de cosas por muy religiosas que se llamen, Dios no encontrará lugar, ni le escucharemos cuándo toque a nuestra puerta. Por eso el silencio, la oración, el ayuno, la penitencia, la ascesis son necesarios para liberarnos de lo que nos esclaviza y ser enteramente de Dios». Parece que algunos han aprovechado que estamos e rebajas para darse una vuelta por los demonizados negocios eclesiásticos que viven en este pontificado un periodo de esplendor, a fin de cuentas, si el Papa Francisco usa sotana – que sería sin ella y más en estos momentos – por qué no los demás. O quizás en esto es un mal ejemplo…
Y terminamos con un artículo sobre el cisma de occidente. En el siglo XI se produjo una grave crisis entre Roma y Constantinopla, que desembocó en la ruptura en 1054. Pero las tensiones fueron mucho antes. Además, la comunión con Roma continuó durante algún tiempo. Los empujones posteriores condujeron al cisma real. La lucha para liberarse de las redes del poder secular en Occidente estuvo acompañada de serias tensiones con el patriarcado de Constantinopla. La crisis más aguda se produjo dos siglos antes, cuando un laico llamado Focio (c. 810 – 897), maestro en filosofía en la Universidad Imperial de Constantinopla, fue elegido por el emperador Miguel III (840-867) para convertirse en el nuevo patriarca de la capital del imperio. Miguel III, no en vano apodado «el Borracho», siendo muy joven, decidió contar con la cooperación de su tío Bardas (816-866), que efectivamente se convirtió en regente del imperio. Bardas tenía esposa, pero inició una relación ilícita con su nuera. El adulterio se hizo conocido y el patriarca Ignacio I (797-877), a quien tanto la Iglesia católica como la ortodoxa veneran como santo, le negó públicamente la Sagrada Comunión el día de la Epifanía del año 858.
El emperador reaccionó destituyendo a Ignacio e imponiendo como nuevo patriarca a Focio , quien en cinco días debía recibir todas las órdenes, para luego ser ordenado obispo. El Papa San Nicolás I (820 ca – 867) no se quedó mirando: inmediatamente afirmó el principio de que, sin el consentimiento de la Sede Petrina, a nadie le era lícito deponer y nombrar obispos, condenando a Focio y rehabilitando a Ignacio. Tanto Focio como el emperador se negaron a aceptar la jurisdicción del Papa sobre los asuntos que afectaban a Constantinopla. Focio se encogió de hombros ante las sanciones romanas y permaneció en su puesto. El Papa Juan VIII (hacia 820 – 882) quien intentó cerrar la brecha, aceptando reconocerlo como patriarca de Constantinopla, pero bajo condiciones precisas. No fue muy diferente la situación que se presentó con el patriarca Michele Cerulario (1000-1059) . El casus belli no se refería al primado del Papa, sino a la cuestión de los panes sin levadura. Se trataba de creer que las costumbres latinas no sólo estaban desligadas de la tradición griega, sino que incluso eran heréticas. Ordenó cerrar las iglesias de rito latino en el territorio de Constantinopla e hizo profanar las hostias consagradas.
La respuesta fue una excomunión solemne, impuesta el 16 de julio de 1054, ningún otro miembro de la Iglesia Constantinopolitana se vio afectado por la sanción, ni ningún otro obispo apoyó a Cerulario. Cincuenta años después, el patriarca Nicolás III Grammaticus (+1111) hizo saber al Papa Urbano II (1042-1099) que no había rastro de cisma y que el nombre del Papa se pronunciaba regularmente durante la Divina Liturgia. La incomprensión de la cuestión de los panes sin levadura y la inclusión del Filioque en el Credo erosionaron progresivamente la doctrina del primado, que los griegos habían aceptado hasta entonces, y distanciaron cada vez más los dos mundos. Dos fuerzas más fuertes condujeron a una separación total de la Iglesia latina: primero el saqueo de Constantinopla en 1204 y, más definitivamente, el rechazo del Concilio de Florencia en 1439.
Junto a todo este desmadre no reina precisamente un gran amor a la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. El creciente movimiento de Aliados de la Eucaristía, ahora presentes en toda Italia, con más de 2.300 miembros, han basado y basan su acción de contraste contra la corriente general. Se están organizando para ir en pequeños grupos de 3,4,5 personas para arrodillarse todos delante de aquellos sacerdotes hostiles a la adoración eucarística, sin previo aviso, para ponerlos ante un hecho consumado. «Es más importante que nunca trabajar en red, ya que cuanto más crece el número de aliados, más disminuye el número de sacrilegios». Sus contactos son https://t.me/Alleanza3 y [email protected]
«Todos te andan buscando».
Buena lectura.
En cuanto al saqueo de Constantinopla en 1204 de parte de los occidentales de la cuarta cruzada, es cierto que se trata de un tema importante, pero hay que colocarlo en el contexto correcto. Ya en 1182, los orientales masacraron a miles de occidentales, concretamente italianos que se habían establecido en Constantinopla como comerciantes. El mismo clero de apoyó a los «terroristas» que realizaron la masacre. Difícilmente se puede pensar que los cruzados hayan olvidado esta masacre. No se trata de justificar a los cruzados, pues, el Papa Inocencia III los excomulgó por el mal que habían hecho.
Otro tema es el Filioque, llevado a extremos desconocidos antes por el nefasto Patriarca Focio, el que más daño ha hecho a la unidad de la Iglesia en toda su historia. Además, el Credo del Concilio de 381 no pasó de ser regional y posteriormente fue reconocido por el Papa Dámaso I, llegando así a ser reconocido como ecuménico. El argumento de Focio tiene poca consistencia.
La «Fiducia» ha introducido otro problema en el campo del ecumenismo, pues el Metropolitano Helarion, encargo de relaciones ecuménicas, ha declarado debido a esta nefasta declaración, que el Patriarcado de Moscú no puede proceder con relaciones con Roma.
Este es otro motivo para retirar la «Fiducia».
Y,¿cómo no verborrea
en tan ínclito animal,
que sirve a un pavo real
que «descarta» y «balconea»?
La suavidad que rebosa
con polo y «collar» colgando,
la desmiente muy bien cuando
de rojo subido posa…
Jamás la Iglesia Romana
en su histórica plantilla,
contó con tal maravilla
ni con mente más lozana.
El pibe-que es de Argentina-
sabe besar; y recorre
(chi lo sa:¿hasta que se co…?)
su figura esbelta y fina…
¡Qué saber,oye,el del menda;
que-por hacer teología-
pergeña pornografía;
vivida o sólo legenda!…
¡Qué abismo ignoto,insondable,
de este delfín de la Pampa,
que en Roma a sus anchas campa
y hasta se sueña papable!
Ni en aquel siglo de hierro
que asoló la Urbe petrina,
se descendió a tal letrina
como con tal «Martín Fierro».
Roma jamás llegó a menos,
ni nadie así llegó a más:
Pues no está del suelo a ras,
sino en un hondón de cienos…
Que mal se ve el aspecto físico de Bergoglio, es una bola de sebo, a ver si Dios lo llama pronto y se arma el lío que a él le gusta.