Lo que el Papa Francisco está diciendo o haciendo en Peru no interesa a nadie. Hoy se ha desatado otro capítulo doloroso en el largo e interminable Via Crucis de la pedofilia en la Iglesia. Es un tema repugnante que está desacreditando el Sacerdocio hasta limites increíbles. No es extraño que muchos sacerdotes que valientemente hacen el esfuerzo de vestir como tales se ven insultados por la calle al grito de pedófilo. Podemos escudarnos en decir que la pedofilia es generalizada en nuestra sociedad, que se usa para atacar a la Iglesia y mil argumentos más, y sin duda son ciertos, pero si vemos que se está haciendo por erradicar esta lacra dentro de las instituciones de la Iglesia tristemente concluiremos que poco o nada. El argumento de «pues tu más» no sirve para mucho en estos casos. El hablar y decir y condenar y llorar y abrazar y otras mil cosas son signos que si van acompañados por hechos tienen una gran fuerza de otra forma, y hemos llegado a este punto, se convierten en ridículos y teatralizaciones vacias que demuestran incapacidad para gobernar o cosas peores. El Papa Francisco ha pedido a un grupo de presuntas víctimas que le aporte pruebas, que por ahora todo son calumnias. Ha tenido que salir rápidamente el cardenal O’Malley a decir que estas palabras causan un gran dolor a las víctimas. El cardenal O’Malley se presenta vestido de franciscano y descalzo en una diócesis que ha sido el referente de lo que no se debe hacer con los casos de pedofilia y le ha tocado lidiar un toro envenenado y recuperar lo que queda de catolicismo en su obispado. Lo podemos tachar de imprudente, de atacar al Papa Francisco, de querer destruir la Iglesia, de falta de obediencia y mil cosas más. Tristemente la conclusión es que este tema, como tantos otros , se le ha ido de las manos el Papa Francisco y que por mucho que quiere demostrar que conoce hasta sus últimos detalles personalmente y que decide y juzga lo único que se ve es que no hace pie. Hasta ahora se hacía un silencio respetuoso y dolorido ante afirmaciones claramente equivocadas del papa, hoy es un señalado cardenal y además colaborador cercano al Papa Francisco el que dice basta. Los obispos de Estados Unidos han sufrido como el Vaticano protegía y protege a Monseñor Capella y lo ha salvado de la cárcel segura, por poner un ejemplo cercano. Se decía que sería juzgado en Vaticano pero por ahora nada de nada. Para acusar de calumnias también hacen falta pruebas y estas tampoco están.
Ahora tenemos la preparación del famoso sínodo de la Amazonía y lo único que parece interesar es si se aprueba o no el sacerdocio para hombres casados. No creemos que esté sea el problema fundamental de los indios amazónicos, y es posible que ni sepan que existe, pero parece que será el tema central y que ya se están calentando los motores.
Hoy escuchamos el grito de conversión en el evangelio. Dejemonos de palabras y gestos vacíos y pidamos que todos nos reconozcan por obras de santidad. Todo lo demás es tiempo perdido.
Buena lectura.
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Lo de Bergoglio, es muy preocupante. Casa a una pareja en un avión sin misa, confesión y en contra de todo lo dispuesto en el Derecho Canónico. Un buen (mal) ejemplo para los curas anticristos. Ahora tienen en que fundamentar sus fechorias. La iglesia católica está en peligro, católicos acudid a salvarla. Evitemos la prohibición del celibato.
No se hace nada por acabar con la pedofilia en la Iglesia por una sencilla razón : la pedofilia en la Iglesia está vinculada en un 80% de los casos con la homsexualidad y los homosexuales, a pesar de las disposiciones canónicas, no encuentran ningún obstáculo para ordenarse a pesar de tal condición y a sabiendas de tal condición. Es más, el lobby gay en la Iglesia es cada día más potente. La misericorditis se viste de rosa. Tenemos pedofilia para rato, máxime cuando se utiliza para acabar con el celibato sacerdotal, sólo que los curas gays no quieren casarse; lo que quieren es eso. Pues eso.