De pequeños nos enseñaron que la fe católica se fundamentaba en dos pilares: la Sagrada Escritura y la Tradición. «La Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas entre sí. En efecto, ambas hacen presente y fecundo en la Iglesia el Misterio de Cristo, y surgen de la misma fuente divina: constituyen un solo sagrado depósito de la fe, del cual la Iglesia saca su propia certeza sobre todas las cosas reveladas.» ( del catecismo ) Lutero hablaba de la sola escritura. Esos son los fundamentos que se equilibran entre ellos y no puede haber contradicción sino armonía. Hoy estamos viendo como el magisterio, no sólo interpreta la sagrada escritura sino que incluso la puede cambiar, o al menos eso parece, y se erige en instancia última para decir que es y que no es tradición.
Con el tema de la pena de muerte se nos intenta decir que esto sí es tradición de la iglesia y que hay una gran continuidad, nada más lejos. Los datos son los datos. Fisichela, el prefecto de nueva evangelización, nos ilustra de que la crítica al papa no entra en la tradición católica. Quizás debe releer un poco los hechos de los apóstoles, o a santa Catalina de Siena, por no entrar en el conciliábulo de San Gallen, en donde de crítica se pasa a confabulación. No podemos pensar que el tan nombrado pueblo de Dios es una especie de pueblo de borregos que tienen que seguir por obediencia a una especie de telepredicadores sin fundamento. La iglesia católica nunca ha sido esto ni lo será y esa es su grandeza. El ser sacerdote, obispo o papa no está libre de decir tonterías y sandeces y los ejemplos apuntan al infinito. Ser fieles al evangelio y custodiar el tesoro recibido es su misión y no opinar de todo y por todo y pensar que son una especie de oráculo infalible. Creerse dueños del rebaño es mala cosa y el resultado es que se quedan sólo con los borregos. Esto sí rompe de lleno la tradición de la iglesia con una historia llena de grandes santos e intelectuales que han profundizado en la fe recibida sabiendo que tenían en sus manos un tesoro divino que le superaba y no podían abarcar.
Las últimas encuestas en Italia nos dicen que la popularidad del Papa Francisco está cayendo y sobre todo en los más jóvenes. Sus posiciones inmigracionistas influyen y los jóvenes son el sector más alejado. Las críticas siguen en muchos aspectos y hoy salta la noticia del extraño nombramiento archiepiscopal portugués muy aficionado a la poesía y al arco iris. El Papa Francisco nunca ve la televisión ni ve películas, lo confiesa el director del último publireportaje en donde lo vemos de actor.
Los 40 años de la muerte de Pablo VI están provocando la publicación de artículos de fondo sobre un pontificado convulso y discutido. Hoy se nos presenta como el último italiano. Muy introducido en la extinta DC, la democracia cristiana, que el impulsó. La creación de una elite intelectual en la iglesia que ha inspirado y en algunos casos lo sigue haciendo, los aires llamados pos conciliares.
En el capítulo de curiosidades italianas hoy tenemos al Párroco de una localidad del sur de Italia que ha cambiado la Misa por una conferencia del Imam sobre la presencia de Jesús en el Coran. En Calabria han intervenido los «carebinieri» en una procesión de para impedir que el jefe local de la ndrangueta hiciera ostentación pública de sus devociones y sus argumentos.
«Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»
Buena lectura.
Cala la popolarità di Francesco: incide la difesa dei migranti
Il calo di popolarità di Francesco che paga la difesa dei migranti
Francesco ha promosso arcivescovo un noto omosessuale?
Fisichella: chi critica il Papa non è fedele alla tradizione cattolica
Via la pena di morte dal Catechismo: l’importanza della svolta di Papa Francesco
I tradizionalisti vogliono sabotare la festa di Villa Camera con l’Imam
The Absolute «No» To the Death Penalty. A Victory For the Gospel, Or For «Secular Humanism»?
Boss della ‘ndrangheta vuole portare la madonna: carabinieri bloccano la processione
Seguro que no ha visto «La Paión de Cristo» de Mel Gibson. Y creo que le convendría…
Sin embargo, de este documental por encargo de Viganó, ya suponemos lo que se puede esperar: culto al líder, para lo cual la verdad es lo de menos. Con el mismo fin alcahuete, Viganó falseó una carta del Papa Benedicto XVI.
Mala cosa no ver cine, Bergo glio se pierde el arte de este tiempo en su mayor expresión. Si viera cine -del bueno- tendría el corazón menos duro.