Los medios de comunicación vaticanos son un entramado que nace entorno a la famosa Radio Vaticana, encomendada desde su origen a los Jesuitas, el Observatore Romano, la Libreria Editrice , la Tipografica Poliglota Vaticana, encomendada a los Salesianos, el Centro Televisivo Vaticano y un universo de revistas y publicaciones, periódicas o no, de los cientos de departamentos que componen la Santa Sede y el Estado Ciudad. Muchos de estos medios fueron históricamente pioneros en sus campos. la Radio vaticana fue fundada por el mismísimo Marconi. Pues hoy nos desayunamos con la noticia de que la reforma de todo esto se ha encomendado a la multinacional «Accenture» conocida por sus orientaciones arco Iris. Hace unos días y viendo los andares de los responsables de estos ámbitos en Vaticano ya profetizábamos un futuro con gran colorido, hoy tenemos la confirmación de que es así y al parecer ya con contrato. Los medios vaticanos son una ruina que cuesta decenas de millones cada año en pérdidas y que no cuanta con apenas seguidores. Podemos suponer que la ruina será aun mayor y que los pocos lectores y seguidores lo encontrarán muchos mas alegre y colorido. Tendremos funeral con orquesta y coros pero con una herencia muy complicada de gestionar.
El mundo editorial católico está sufriendo una crisis que en muchos casos le llevará a la desaparición. Publicaciones centenarias vinculadas a diócesis, parroquias y ordenes religiosas están agonizando por falta de lectores. El gobierno italiano salva a casi 200 semanales diocesanos del cierre con la ayuda del fondo editorial. Antes o después los medios que no cubren gastos con sus suscriptores desaparecerán o no tendrá sentido. Gastarse enormes cantidades de donaciones de los fieles en sostener cosas que nadie lee, y que por tanto no interesan ni a los fieles que se ven forzados a pagarlos, no parece que tenga mucho sentido. En las parroquias italianas se regala el Avenire, el periódico de la Conferencia Episcopal, no es necesario correr para hacerse con un ejemplar y a última hora del día están allí abandonados ante la indiferencia de los más fieles. Es un síntoma más de la crisis sin fin que estamos sufriendo en la Iglesia.
Los periódicos se hacen eco de un enfrentamiento entre un conocido cardenal y el Papa Francisco. Cuentan que le ha recordado para que ha estado elegido y le recrimina que no ha obtenido los resultados esperados. Cierto o no, el episodio visualiza la tensión que se palpa en tantos ámbitos eclesiásticos.
En la Diócesis de Roma, de la que el Papa Francisco es Obispo, no se aplica la Amoris Laeticia y su normativa interna es un ejercicio de equilibrio que no parece se ajusta mucho a los pensado en Argentina.
San José no ha ido al psiquiatra, estamos tranquilos con este descubrimiento del Papa Francisco. Noche malas las tuvo, y no pocas, pero las llevo con gran y santa resignación cristiana. San José es el ejemplo de la Santa Paciencia que hacen tanta falta en estos momentos y como patrono de la Iglesia Universal esperemos que nos la conceda abundantemente sin necesidad de ir al psquiatra.
Buena lectura.
Il comunicatore vaticano e il colosso gay friendly
Quelle voci sul litigio tra il Papa e un cardinale
Se la diocesi di Roma non rispetta «Amoris Laetitia»
Il Papa: “San Giuseppe non è andato dallo psichiatra ma ha creduto”
Que algunas editoriales supuestamente católicas desaparezcan es un bien para la Iglesia, tan denostada por esas editoriales mundanizadas.
Sin duda alguna, la destrucción es querida.
¡ Grandiosa Specola ! Si no existiera habría que inventarla, pero el invento no alcanzaría la realidad. ¡ Gracias !