Ni una nube en el cielo, Roma está sumida en unos días de calor estable, pesado, que parece dispuesto a acompañarnos. Hay que aprovechar las mañanas cálidas, algo más suaves, para disfrutar del efímero amanecer, el resto de la jornada mejor refugiarse en las brisas del Tirreno o en las colinas romanas. La opción del aire acondicionado de Santa Marta es la elegida en estos tiempos de ahorro energético y de defensa del planeta, la historia juzgará, y nos tememos que juzgará con severidad, estos tiempos de hipocresías y discursos ajenos a la realidad. Estamos entrando en una espiral de locura, civil y eclesiástica, y cuando esto sucede terminamos siempre como el rosario de la aurora, a farolazos.
Las olimpiadas nos han dado tema estos días, ya van terminando, las medallas se van concediendo, más que ganando, con el lío de los géneros de fondo. Los atletas se quejan de que hasta las medallas son de pésima calidad y pierden sus vistosos brillos en menos de una semana. El presidente de los Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, se lamenta del rechazo del llamamiento a una tregua para los Juegos Olímpicos lanzado por el Papa Francisco: «Es muy triste ver cómo los conflictos nunca han cesado en este período y han continuado y profundizado con la trágica consecuencia de víctimas civiles».»Esto no significa que no sea necesario seguir apoyando por todos los medios posibles la voz del Papa que llama a la paz. Como Comunidad de Sant’Egidio hemos promovido un encuentro en París para septiembre con el tema ‘imaginar la paz’. »
Seguimos con las reacciones al léxico de inefable Paglia «presentado» al Papa Francisco. Todos los medios han captado la «apertura» acompañada del no absoluto de la Iglesia a la eutanasia y suicidio asistido, Paglia lo negará, pero es lo que hay. Laura Santi, enferma de esclerosis múltiple, que pide autonomía para decidir sobre el final de la vida: «¿El Vaticano pretende conceder una especie de «apertura» a las prácticas sanitarias (hidratación y nutrición artificiales) que ya están incluidas en la ley desde hace años? ¿Y debería esperar una «mediación con el Vaticano» para poner fin a mi sufrimiento? ¿Y quién, repito, es este señor Vaticano? Una vez más, como con las bendiciones, se termina por no agradar a nadie queriendo agradar a todos. A los tibios lo vomitare de mi boca, y Paglia, el amigo Tucho de demás semovientes parecen entrar en esa categoría.
Para Raffaele Luise, vaticanista, el «Pequeño léxico del fin de la vida» , es un avance muy importante. El pasaje más importante que contiene este documento, de hecho, nos invita a buscar «un espacio para buscar la mediación a nivel legislativo». La posición del Vaticano, mientras no se diga lo contrario, y se abre a una «mediación legislativa», en particular sobre las cuestiones de la hidratación y alimentación forzadas de los pacientes, especialmente en estado vegetativo, la obstinación terapéutica y los testamentos vitales . Para Luise: “Sí. Ya en 2007 el Papa Francisco señaló la necesidad de saber parar, que la obstinación terapéutica no es ética”. La frontera está: “Cuando el medicamento mejora algún parámetro biológico, pero no la vida de la persona”. “Con la sabiduría de saber parar. Además, ya en 2007 el Papa abrió la posibilidad de suspender la alimentación y la hidratación en los casos en los que no se pudiera mejorar». “Yo diría que sí mientras con Camillo Ruini ni siquiera era posible discutir un testamento vital ni ninguna apertura sobre el tema de la eutanasia y el suicidio asistido . Ahora, sin embargo, hay voluntad de ver caso por caso».
Y sigue Luise con las aperturas: “En realidad, en materia de ética, Francisco, incluso en las relaciones con el mundo LGBTQ+, siempre ha sido muy abierto: basta pensar en las bendiciones para las parejas no heterosexuales a pesar de la oposición de la Iglesia africana y americana. Este documento es importante para la voluntad de dialogar con las posiciones laicas». No tiene mucha confianza en la aprobación de una ley en Italia: “Mientras haya una mayoría de derechas, no. El Papa y Paglia son, entre comillas, más de izquierdas que el actual Gobierno. Han superado la época de los cierres de Ruini, que llegó a decir no al funeral de Welby, pero ahora los de la derecha permanecen.
Lo de Nicaragua no cesa, primero las detenciones, luego las expulsiones que el gobierno presenta como unas felices vacaciones: «siete sacerdotes nicaragüenses salieron de Nicaragua rumbo a Roma, Italia, llegaron sanos y salvos y fueron recibidos por la Santa Sede». No es un viaje de placer, los sacerdotes fueron arrestados primero en sus parroquias, llevados a la capital y luego expulsados a Roma. Un episodio más de la guerra anticatólica desatada por el régimen de Daniel Ortega y su esposa, la Rosario, y que comenzó en 2018. La más afectada es la diócesis de Matagalpa, con su obispo, Rolando Álvarez, retenido a la fuerza en 2022, y condenado por el régimen a 26 años de prisión tras negarse a exiliarse en Estados. Estuvo preso 528 días, la mayor parte de los cuales en una celda de máxima seguridad, en enero de 2024, Álvarez fue liberado para exiliarse en Roma junto con otro obispo, quince sacerdotes y dos seminaristas. El cínico gobierno de Nicaragua muy agradecido al Vaticano: «por la coordinación muy respetuosa y discreta llevada a cabo».
La persecución de Ortega-Murillo desde 2018 hasta hoy ha provocado la suspensión de casi 8.000 celebraciones religiosas , la expulsión de unos 80 religiosos y 70 monjas, el supresión de radios católicas y la confiscación de bienes. Lula, siguiendo instrucciones del Papa Francisco, intentó mediar con Ortega para aflojar el control del régimen sobre la Iglesia y favorecer la liberación de monseñor Álvarez, pero las protestas brasileñas por la persecución en curso irritaron al presidente nicaragüense. La tensión desembocó en la expulsión mutua de los embajadores, lo que marcó una crisis diplomática especialmente significativa si tenemos en cuenta la afinidad ideológica entre ambos líderes. Lula prefirió sacrificar las relaciones con Nicaragua antes que correr el riesgo de disgustar a una parte importante de su electorado católico, indignado por la ola de detenciones y opresión contra la Iglesia en el país centroamericano.
Al patriarca de Jerusalén le está tocando bailar con la mas fea y complicada situación que podría imaginar. En una carta de Pizzaballa invita a las diócesis, a las comunidades religiosas y a los peregrinos presentes en Tierra Santa a rezar por la paz el próximo 15 de agosto. «Ya han pasado muchos meses desde el comienzo de esta terrible guerra. No sólo el sufrimiento causado por este conflicto y la consternación por lo que está sucediendo siguen intactos, sino que, de hecho, parecen estar continuamente alimentados por el odio, el resentimiento y desprecio que no hacen más que aumentar la violencia y alejar la posibilidad de encontrar soluciones. De hecho, es cada vez más difícil imaginar una conclusión a este conflicto, cuyo impacto en la vida de nuestras poblaciones es el mayor y más doloroso que jamás haya tenido personas e instituciones con las que es posible dialogar sobre el futuro y las relaciones pacíficas. Todos parecemos aplastados por este presente mezclado con tanta violencia y, por supuesto, también con ira». «Estos días, sin embargo, parecen importantes para poder darle la vuelta al conflicto, y entre ellos en particular el 15 de agosto, que para nosotros es el día de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María en cielo». «Después de haber dedicado tantas palabras y después de haber hecho todo lo posible para ayudar y estar cerca de todos, especialmente de los más afectados, no nos queda más que rezar».
Y pasamos a otros temas mas refrescantes. Después de que Juan Pablo I retirara la odiada silla gestatoria, el la utilizó en alguna ocasión en su corto pontificado, Pablo VI siempre. En los últimos tiempos hemos visto un desfile de artilugios para transportar a «Sus Santidades» dignos de estudio. Con Juan Pablo II los tronos móviles y elevables sobre plataformas rodantes, plataformas móviles con Benedicto XVI. Todo tipo de ‘papamoviles’ que podamos imaginar para el exterior: cubiertos y descubiertos, altos y bajos, para terminar el los de glof, blancos y con escudo pontificio. Con el Papa Francisco hemos entrado en el reino de las sillas gestatorias, sentado va, sobre ruedas. Hoy es noticia una nueva con estructura de aluminio, revestida de cuero y tela lavable que pesa apenas 14 kilos y rinde homenaje a los colores papales. Fue construido por los Talleres de Ortopedia y donada al Santo Padre en la ultima audiencia. «Han sido dos meses de compromiso continuo. En ella trabajamos ocho personas: desde el diseño hasta la construcción, lo cual no fue fácil porque la silla de ruedas se hizo a medida , teniendo en cuenta también las patologías previas de los problemas de los miembros inferiores del Papa. A través de vídeos y fotografías del Pontífice simulamos las distintas «pruebas» que luego nos llevaron a la realización final». Se trata de una silla de ruedas de última generación «realizada con una estructura ligera de aluminio , revestida de cuero y tejido, todo estrictamente blanco». Nuestra imagen de hoy es un boceto de Rafael de 1519, la cosa de transportar al papa con dignidad viene de muy atrás.
Y terminamos con un interesante artículo de ex director del periódico del Osservatore Romano , Vian, sobre las novelas con temática vaticana. Es verano y nunca está de más el ‘perder el tiempo’ con una buena novela en las manos. «Las numerosas novelas fantásticas sobre el Vaticano, a menudo no muy alejadas de la realidad, como parece, y que por tanto dicen mucho sobre este mundo pequeño y cerrado, pero también sobre la Iglesia católica. Desde el refinado progenitor de un verdadero género literario, Adriano VII del barón Corvo (seudónimo del atormentado escritor inglés Frederick Rolfe) publicado en 1904, hasta el más reciente ciclo de «fantasía vaticana»: el de Glenn Cooper, el prolífico autor estadounidense. El propio Papa Francisco ha recomendado en repetidas ocasiones una de estas novelas: «El amo del mundo» de Robert Hugh Benson. Escrita en 1907 por un converso, hijo del primado anglicano, esta visión apocalíptica perfila a un Juan XXIV. Prada afirma que «El Amo del Mundo» merece estar entre los las utopías (o distopías, como preferimos decir hoy) más lúcidas y siniestras jamás escritas, junto a 1984 o Un mundo feliz».
Leonardo Castellani, jesuita expulsado de su orden, bajo el seudónimo de Jerónimo del Rey, anticipa en su Juan XXIV no sólo un Papa argentino medio siglo antes de su elección , con bastantes características de Francisco. El protagonista es un argentino hijo de inmigrantes italianos que, una vez elegido Papa, declara la guerra al «eclesiasticismo» que culmina en el aparato vaticano y se va a vivir a un edificio cerca de Letrán mientras se acerca el choque final entre el comunismo, el resultado de democracias corruptas y las «finanzas sin país». La novela de Castellani, publicada en 1964, se tiñe así de las sugerencias apocalípticas inauguradas por Benson y constituye una historia en sí misma, el sueño de un jesuita argentino visionario y poco convencional.
La tetralogía vaticana del australiano Morris West, debutó con éxito al predecir la elección de un Papa eslavo en 1963: el ucraniano Kiril Lakota, inspirado en la historia de Josyf Slipyj, liberado por los soviéticos poco antes de la publicación. En la segunda novela del Vaticano, Los bufones de Dios , West escenifica la dimisión forzada de un Papa, el francés Gregorio XVII, en 1981 en el contexto de un inminente fin del mundo. En el tercero, Lázaro , de 1990, relata la evolución de su sucesor italiano León XIV desde la intransigencia más rígida hasta el reformismo abierto. Finalmente en 1999 con la cuarta, Eminencia , la historia se mueve entre la Argentina de los desaparecidos y las esperanzas depositadas por el escritor australiano en el arzobispo de Milán para la urgente renovación de la iglesia. Anticipando los escenarios de los cónclaves de 2005 y 2013, con las sombras de aquellos años oscuros «casi en el fin del mundo» nunca realmente disipadas.
Dan Brown que irrumpe en esta literatura fantástica con el personaje de Robert Langdon. En 2000 en Ángeles y demonios y tres años más tarde en el éxito mundial El código Da Vinci, donde choca con un Opus Dei con tendencias criminales. El profesor americano parece que se ha cansado del Vaticano, que seguramente le resulta demasiado complicado. Pasamos a la saga de Glenn Cooper, con Cal Donovan, un personaje que se convierte en un hombre de confianza de tres papas -el italiano Celestino VI, el portugués Juan XXIV, el estadounidense Juan XXV- y un mujeriego impenitente pero Infeliz, descubre que está enamorado de una encantadora monja, Elisabetta Celestino. Nada extraño hasta ahora, pero la monja italiana estaba destinada a convertirse en secretaria personal de Celestino VI y luego, nombrada por Juan XXIV, incluso secretaria de Estado. Las historias del profesor Donovan y Elisabetta están narradas en ocho novelas vaticanas de 2011 al 2024.
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre».
Buena lectura.
En 2007 ¿¿¿ el papa Francisco????. ¿¿¿ No lo eligió la Mafia de S. Galo en 2.013????? . ¡¡¡ for favor, rectificar semejante disparate!!!.
Aunque lo haya dicho Rafael le no sé cuanto….que si todos los vaticanistas son así…mejor NINGUNO.
En 2007 ¿¿¿ el papa Francisco????. ¿¿¿ No lo eligió la Mafia de S. Galo en 2.013????? . ¡¡¡ for favor, rectificar semejante disparate!!!.