Solo ella justificaría a una parroquia. Caná es eso y mucho más. Jesús Higueras, sus curas, sus fieles, sus misas… La catedral de Pozuelo, y ahora, a su lado, a su sombra, esa casa de… dependientes. Me gusta la palabra, Personas que dependen del amor de los demás. Amor que, por otra parte, ellos se ganan como nadie. Porque conocerles es quererles. Y no conocerles es matarles. Incluso desde antes de que nazcan. Que la ciencia moderna nos permite elegir los que van a nacer.Y ellos no están entre los elegidos.
En la inauguración-bendición,hermosa también la duplicidad, se dio además una triplicidad siempre deseable. Solo posible con el PP. Y no con todos. Es manifiesta mi repugnancia rajoyista y tengo la impresión que va a ser feijoísta si no lo es ya. Pero mi alcaldesa, a la que yo no voté, estuvo donde debía. Pues, muy bien.
Y Don Carlos, cardenal arzobispo de Madrid, también. Como tonto no es no margina a la más icónica y rentable de sus parroquias. Aunque en la Comisión, maldita, de nombramientos episcopales no dé la talla. O la dé a peor. ¿Se me entiende?
Pues, hermosa obra y hermoso acto:
El cardenal Osoro, al menos, se podía haber puesto sobrepelliz o alba sobre la sotana y no directamente la estola y la capa pluvial.
La presencia de Osoro el sabio en Caná deslució el acto…
Todo muy lindo pero aquí no huele a oveja como nos pide nuestro papa Francisco.