| 27 febrero, 2022
De tres mil a cuatro mil personas, en su mayoría jóvenes. Y además encantados con la experiencia.
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Me parece muy importante esta presencia de la juventud en la calle.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Aquí en Barcelona, ciudad más grande de España después de Madrid… Na de naaaaa!!! 🤔
Una estupenda iniciativa con la que me identifico plenamente. Yo, no me enteré, y he sentido mucho no haber podido asistir. Hay una juventud sana que ama a Dios y a su Santísima Madre María. Ultimamente, he observado con verdadera alegría que en la Parroquia de Ntra. Sra. del Buen Suceso, de Madrid, en las misas vespertinas, hay un grupo, ciertamente pequeño, pero ejemplar, de jóvenes, que comulgan en la boca, y algunos hasta de rodillas. Desde estas líneas, les felicito calurosamente, y les doy las gracias por tan buen ejemplo. Esto me lleva a recordar una frase, grandiosa, de la mística francesa Marta Robín, que dice, que… … En los últimos tiempos, a la Iglesia, la salvarían los seglares… … Todavía hay motivos para la esperanza y la confianza.
Yo estuve allí.
Fue impresionante.
Nunca había visto nada igual.
Mucha alegría y piedad.
Muchas confesiones.
Los jóvenes españoles están deseando cosas así.
Empezamos el rosario justo debajo de las ventanas del cardenal.
Cada año son más. Me alegro por la iniciativa. El próximo podemos esperar aún más afluencia, pues hay gente que todavía prefiere evitar aglomeraciones.
la juventud se siente mas atraída hacia la ortodoxia y la sana doctrina catolica. en contraste, el rancio progresismo y los fracasados progresaurios solo atraen viejos sin mañana alguno como los progresaurios mismos, solo hay que mirar la edad de juan jose tamayo, benjamin forcano, jose ignacio gonzalez faus y compañía para darse cuenta de ello. ese es el futuro.
Da gusto y satisfacción verlos…Así, SÍ y no con la mamarrachada de Hakuna
David: por la pinta ahí la mitad también va a Hakuna. Y no es algo malo.
Realmente, impresionante.
¿Dónde estaba Osoro el sabio?
Gracias a Dios por la contundente respuesta del católico pueblo de Madrid a esta invitación a encomendar a Nuestra Madre Santísima esta juventud tan necesitada de amor y guía, e incluso de un poquito de reprensión. Muchas gracias también a los organizadores, que hicieron un excelente trabajo, aun con los inevitables contratiempos técnicos y una asistencia que desbordó con mucho sus previsiones. Y a los efectivos de la Policía Nacional que facilitaron la concentración y tránsito de los devotos con una perfecta coordinación. Y mención especial a los sacerdotes, cuya presencia aporta la gracia sacramental que nadie puede suplir.
En general, puedo decir que salí de ese Rosario emocionado y con los pelos de punta, y deseando que, Deo volente, actos como este se repitan muy frecuentemente y por toda la geografía española en los próximos tiempos. No por nosotros, pobres pecadores, sino por Dios y por España.
Que bonito, pero al escuchar todo esto hay existe un punto que me da cierta pena: donde están nuestros obispos? Es que ni uno se unió al rosario. Hay que recordar que es una iniciativa de los laicos, que está muy bien, pero es que de la jerarquía no viene absolutamente nada. Ni siquiera buscan aprovechar el impulso y llevarlo a otros sitios…
Una vez más: «¡Qué buen vasallo si tuviera buen señor!» Eso es lo que hay que pedir a Dios porque eso es lo que nos falta.
Y no solo ha sido en Madrid, otras ciudades se han apuntado a la llamada. Como dice Vives: Rezar en la calle es genial.