| 01 enero, 2024
Aunque no debe saber quienes son los asesinos.
Pues hagamos la obra de misericordia de enseñar al que no sabe.
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Los asesinos son musulmanes.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
No puedo leer lo que el señor de blanco ha leído… no me lo permite «mi religión» (digamos que mejor empezar el Año con paciencia y no ponerse de mal humor). Por los comentarios, deseo decir que este señor de Santa Marta no es prudente sino político que no es lo mismo. Cuando quiere ataca nuestros sentimientos como católicos y españoles y para condenar masacres contra nuestros hermanos en la Fe es prudente y se calza con «bambalinas» ;venga, hombre, ya está bien que el HOLOCAUSTO(y es el término apropiado) en Nigeria hace muchos años que lo están sufriendo los hijos de Dios
También Pío XII fue acusado de callar más de la cuenta. Yo creo que, muchas veces, los papas callan por prudencia. No siempre decir todo, de modo claro, beneficia a las víctimas.
Mire GUILLERMO no se trata de «hablar» sino de emplear los recursos que tiene Francisco para ayudar a los cristianos de paises donde están siendo masacrados. Por ejemplo, -y es sólo un ejemplo de una posibilidad al alcance de Francisco que seguramente habrá bastantes más- movilizando a los diplomáticos de la Santa Sede para que a los cristianos que logran escapar de ese horror se les conceda consideración de refugiados y no se les trate -y se les rechace como ya ha sucedido- como emigrantes sin más.
Y en el fondo está el fracaso del Concilio Vaticano II que en el documento Nostra Aetate describe un Islam de colorines que nada tiene que ver con la realidad. Y claro que esto Bergoglio no va a reconocer ese fracaso conciliar por muchos miles de cristianos que asesinen. No en vano ha sido un impulsor de la inmigración masiva musulmana. En el terreno eclesial se aplica lo que los policías Samuel Vazquez y Josema Vallejo dicen a propósito de los políticos gobernantes: «…prefieren ver como todo se hunde antes que comprometer su mensaje de que «todo va bien» (Don’t fuck the police, pag. 14)
Resultado de actos de violencia, dice literalmente. Así, en general: ni hace referencia a que los asesinados son cristianos, asesinados por su condición religiosa y, por tanto, mártires, ni menciona que los asesinos son musulmanes, no vaya a ser que se venga abajo el chiringuito de la globalización religiosa que tanto le gusta.