MUSULMANES HIPÓCRITAS
Por InfoCatólica, me enteré de que los talibanes han reducido el escaso margen de libertad tolerado al sexo femenino, en un artículo que se titula: “Afganistán apueba una ley que prohibe a las mujeres emitir su voz en público y salir sin cubrirse”.
Las mujeres no pueden cantar ni leer en público, ni salir a la calle sin velo. Un particular “Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio”, es el encargado de garantizar el cumplimiento estricto de la sharia en la vida social y en la privada.
Desde septiembre de 2021 cuando, por la vergonzosa huida de los yanquis, los talibanes tomaron el control del gobierno, se prohibió a las niñas asistir a clase; una medida que aisló a la mitad de la población.
Además, las nuevas leyes prohiben a los conductores de vehículos escuchar música, transportar a mujeres sin velo o acompañadas por varones, que no sean de la familia.
Los varones deben llevar una barba adecuada y está vedado no tener barba o llevarla demasiado corta.
Están prohibidos el adulterio, la homosexualidad, los juegos de azar, las peleas entre animales, la amistad con un infiel, y se debe cumplir con las cinco oraciones diarias.
Las sanciones como castigo son graduales: advertencia, multa, detenciones de una hora hasta tres días. En caso de reincidencia, el asunto es remitido a los tribunales.
Con gusto mandaría a pasar una temporada a ese lejano paía a las feministas argentinas, a las que frecuentan los encuentros de mujeres, a las que protestan contra la supresión del Ministerio de la Mujer, y a un buen lote de homosexuales, lesbianas, transexuales y otras yerbas, e incluiría a algunos curas como el jesuita James Martin, el cardenal “Trucho” Fernández y los que se dedican a la pastoral de los homófilos; seguro que vuelven mansitos a sus residencias, a gozar de la paz y la tranquilidad de los países de Occidente y a seguir con sus reclamos.
Esto es un caso extremo, pero existen otros países que juegan de moderados. Es interesante hacer una recorrida porque en el Instituto de Filosofía del Colegio de Escribanos, hace años estudiamos el derecho musulmán y contamos con el aporte de la escribana de esa comunidad en la Argentina, distinguida integrante de ese Instituto pluralista, quien nos aportó una joya: la constitución de Arabia Saudita.
En su art. 1, se define: “El Reino de Arabia Saudita es un Estado soberano árabe, islámico cuya religión es el Islam. El Libro de Dios y la Suma de su Profeta son su Constitución”.
El art. 9 nos muestra las características de la familia saudí y dispone: “La familia es el núcleo de la sociedad saudí. Sus miembros son educados de conformidad con el dogma islámico, lo que significa lealtad y respeto a Dios”.
El art. 10 ordena: “El Estado aspirará a reforzar los lazos familiares, mantener sus valores árabes e islámicos y cuidar de todos sus miembros.
El art. 13 dispone: “La educación se dirigirá a asentar la fe islámico entre las generaciones más jóvenes…”
El art. 17 se ocupa del campo económico y define: “La propiedad, el capital y el trabajo son elementos esenciales, de la realidad económica y social del Reino. Constituyen derechos privados que cumplen una función social de acuerdo con la Sharia islámica”
El art. 23 dice: “El Estado protege al Islam. Aplica la Sharia, ordena a las personas hacer el bien y evitar el mal y asume el deber de acercar el pueblo a Dios”.
El art. 26 dispone: “El Estado protege los derechos humanos de acuerdo con la Sharia islámica”.
Creo que con los artículos tanscriptos todos se convencerán que el régimen es teocrático y del papel clave que en él tiene la Sharia. porque ella aprueba, rechaza, interpreta y filtra.
En el orden penal, es interesante el caso de la pena de muerte. Después del récord mundial de China con alrededor de cinco mil condenas, tal vez aplicando la doctrina social de la Iglesia, según el obispo Sánchez Sorondo, siguen Estados islámicos: Irán, con 576 y Arabia Saudita, con 196. En comparación los Estados Unidos, que suman 24, son un poroto. Esta es la realidad del tema el año pasado. Lo demás es invento de algunos periodistas, sacerdotes, obispos, cardenales hasta llegar al sumo pontífice Francisco.
Ahora bien ¿cuáles son los delitos castigados con la pena capital en el mundo islámico? ¿cuáles son los entuertos que se pretenden corregir? Ante todo el homicidio y despúes, la apostasía, la fornicación, la calumnia, el bandolerismo, el robo (conf. José López Ortiz, “Derecho musulmán, Labor, Barcelona, pág. 92 y siguentes).
El caso de Arabia Saudita, es muy interesante. En el año 2007 cuadriplicó las ejecuciones, según el Corriere della Sera, y logró el record mundial de ejecuciones por número de habitantes, con 143, seguido por otros dos países musulmanes, Irán con 317 y Pakistán con 307. ¡El primer premio es para los verdugos de la ortodoxia mahometana!
Además destaco que el “Corán” llama “abominación” a las relaciones antinaturales y en él está escrito: “Vosotros que os aproximáis a los hombres prefiriéndolos a las mujeres para satisfacer plenamente vuestras pasiones, sois un pueblo perverso” (Sura 7, Aleya 81, en Le Coran, Gallimard, París, 1967,T.I, p.48).
En Sudán, Irán, Pakistán, Arabia Saudita, Mauritania, Afganistán y Yemen, se puede aplicar la pena de muerte a personas que tienen relaciones homosexuales.
Mahoma es “el profeta de Dios. Sus compañeros son violentos con los impíos, buenos y compasivos entre ellos”Sura XLVIII, Aleya 29, Le Coran, ed. cit., T. II, p. 638).
Muy distinto es el mensaje evangélico: “Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen” (Mateo, 5, 43).
Esto para quienes hoy, en el seno de la Iglesia, quieren confundirnos hasta identificarnos con los otros dos pueblos bíblicos, olvidando las diferencias con ellos.
La hipocresía de ciertos musulmanes llega hasta inventar un ministerio para promover la virtud y castigar el vicio, que puede ser tomar un vaso de buen vino. En este mundo de locos, todo es posible, hasta que Maduro por decreto, adelante la Navidad de diciembre a octubre.
Buenos Aires, septiembre 8 de 2024. Bernardino Montejano
Aquí, los progres, cuando alguien critica las actitudes de los negacionistas del jamón, contestan: «Hay que respetarlas; son sus costumbres». Y se quedan tan anchos. Todos los progres son iguales: filtran el mosquito y se tragan el camello.