Hacia tiempo que no veía esa misa que hace años frecuenté y comenté. Eran en general dignas con algunas excepciones. La de hoy también lo fue.
En la basílica de Santa Eulalia, la mártir emeritense. El templo monumental, levantado en la Edad Media con algún vestigio visigodo. Como muy buena asistencia de fieles de edad no joven. No es esa hora buena para la juventud que el sábado se acuesta tarde. El coro numeroso y aceptable. Celebró la misa el párroco, con unción religiosa. La homilía breve, leída y propia de una misa bien celebrada. Sobre el altar crucifijo. Y casilla romana. Que con la gótica son litúrgicas ambas. En eso yo no tengo preferencia. Me parece bien que se alternen las dos.
Otro sacerdote salió a ayudar a repartir la comunión. Había dos reclinatorios. Bastante gente se arrodillaba y comulgaba en la boca. Como poco un 40%. El resto permanecía de pie y comulgaba generalmente en la mano. Señal de que el párroco no es un chulo de… eso. Permite a los fieles comulgar como prefieran, que es su derecho, y da facilidades. Así deberían ser todos.
La misa concluyó con el que me pareció himno de Santa Eulalia.
Coincido con el artículo y los comentarios. A mí tambien me edificó y me entusiasmó todo. Como se dice, una misa como Dios manda.
Sí, también la vi por la tele. Ando enfermo. Coincido en el análisis. Muy buenos también los acólitos. Y el coro, sin ser vaticano, cantó con corrección, digna y litúrgicamente.
Quizás le faltó poner incienso, pero a lo mejor no quiso complicarse.
Un sobresaliente para el rector.