A los nervios de una situación inesperada en Ucrania se suma la preocupación por la salud del Papa Francisco. Visita de media hora con el representante del Kremlin ante la Santa Sede , Aleksander Avdeev, para pedir el fin de los bombardeos ‘entre las partes’, cosas de lso tiempos contemporáneos que se niegan a llamar a las cosas por su nombre. Ayer se canceló todo en el Vaticano, todas las audiencias previstas en la mañana, menos la presentación de cartas credenciales de la nueva embajadora griega. la situación es grave y estas cosas y ‘sus partes’ empiezan, pero nadie controla como evolucionan o como pueden terminar. El Papa Francisco decidió no ir a Florencia el próximo domingo 27 de febrero para clausurar el encuentro de obispos y alcaldes del Mediterráneo organizado por la Conferencia Episcopal Italiana y no presidir la celebración del Miércoles de Ceniza, el 2 de marzo, en el Aventino.
Oficialmente, las deserciones se deben a «un dolor agudo en la rodilla, por lo que el médico ha prescrito un período de mayor reposo de la pierna». Pero la decisión de cancelar la visita a Florencia habría madurado tanto por lo precipitado de la crisis en Ucrania, como por la revuelta de sacerdotes y pacifistas por la presencia del exministro Marco Minniti, actualmente presidente de una de las principales empresas de fabricación de armas.
Son tiempos que nos recuerdan al comienzo de la Primera Guerra Mundial cuando el Papa Benedicto XV , en septiembre de 2014, llamó a deponer las armas. El 1 de noviembre de 1914, el papa iba a las raíces y con la encíclica Ad Beatissimi denunciaba la barbarie cultural general: «la falta de amor recíproco entre los hombres», el bien material como «único hecho objetivo de la actividad del hombre» y los odios nacionalistas «llevados al paroxismo». En Navidad se intentó una invitación a deponer las armas: pidió un «alto el fuego» de veinticuatro horas para conmemorar el nacimiento del «Príncipe de la Paz», los rusos y los franceses dijeron que no. El 10 de enero de 1915, el Papa publicó su Oración por la Paz, pero los obispos y el clero de Bélgica y Francia tergiversaron su significado, adaptándolo a los intereses políticos y patrióticos de sus países.
La intervención, ‘el conflicto de las partes’, de Moscú en Ucrania está cambiando equilibrios del fin de la segunda guerra mundial. Parece que los Estados Unidos no quieren intervenir en Europa, ya lo han hecho por decenios, y Europa muestra una debilidad e inacción pasmosa. La palabrería desaparece cuando se enfrenta con una realidad indiscutible, nuestros gobernantes son los que son y no están preparados para gestionar problemas sino abundancias. Hay muchos datos que nos hacen confundir que intereses hay detrás de las partes. El gas estadounidense cuesta más que otros, y le costará más a los europeos porque el envío por barco eleva el precio. La ecologista Alemania está desmantelado la energía nuclear y la está sustituyendo con el carbón, los Verdes en Alemania son muy fuertes y no lo son ni en Francia o Inglaterra. Alemania está repleta de bases militares estadounidenses más que en otros países europeos. Francia e Inglaterra están repletas de plantas de energía nuclear, pero ningún francés o inglés se queja.
La pregunta que muchos se hacen estos días es si Putin es la parte mala y los otros los buenos. Tenemos que ser especialmente prudentes porque la información es, por todas las partes implicadas, parte del conflicto. Los hechos son tercos y sabemos que en el momento de la reunificación de Alemania, dos presidentes estadounidenses aseguraron a Gorbachov que las fronteras de la OTAN se mantendrían como entonces y esto no se ha cumplido. Berlusconi llegó a proponer a Putin unirse a la OTAN, y Putin había accedido en principio, pero está visto que para los intereses ‘angloamericanos’, Rusia y Alemania deben permanecer despegadas y hostiles. Europa es mucha Europa y está visto que hay muchos intereses en que no nos llevemos bien. No hace tanto que cuando Trump dijo que podía llevarse bien con Putin, se desató el russia-gate y el fantasma de los «hackers rusos».
Un tema muy querido por los nuevos órdenes, y monotema en el Papa Francisco, es el intento de ‘gran reemplazo’, la inmigración masiva, provocada y tolerada, que va cambiando el paisaje humano, las costumbres y los valores de nuestras sociedades a lo que Putin se opone claramente. El verdadero drama no es la sustitución, sino la gran mutación, un cambio tan radical, profundo, que nos impide reconocernos a nosotros mismos. La transformación buscada es llegar a un mundo fluido y cambiante, nos miramos en el espejo ya no nos reconocemos, vivimos en un desierto superpoblado.
La guerra no tiene solo el sonido de las armas, nos están intentando destruir, el significado de la libertad es cada vez más oscuro. Los jóvenes, que deberían ser sus soldados más orgullosos, destacan por su ausencia, deserción de la que es culpable la generación que ha renunciado a educarlos. Los hemos formado, como el poder quiere que sean, ignorantes y sumisos en lo esencial, quisquillosos en tonterías. Los mayores están atrincherados en sus miedos, no quieren perder lo que tienen, y todo es «post», «trans», «bi». La mutación de la claridad en confusión lleva a reemplazar la verdad, por la narración, el relato oficial. Estamos asistiendo a una animalización del hombre, en el sentido de regresión zoológica, de olvido de la dignidad de la condición humana, no de vuelta a la inocencia animal. En Europa, en 2021, los nacimientos marcaron el récord negativo desde que hay estadísticas, el número de hijos es la mitad que él de los animales domésticos. Todas las generaciones, incluidas las más jóvenes, son viejas, se han vuelto afásicas, pegadas en la versión “oficial”, conformistas, indiferentes con docilidad sorprendente hacia el poder.
Las vacunas, como panacea universal que nos iba a devolver a la ‘normalidad’, van desapareciendo del relato oficial. Tosatti nos trae un artículo de The Defender sobre los efectos adversos detectados tras la vacunación en Alemania. Una compañía de seguros de salud alemana dijo esta semana que un análisis de los datos recopilados de más de 10 millones de personas sugiere que los efectos secundarios de la vacuna COVID no se informan «significativamente», según los datos recopilados, BKK son más de 400 000 casos. Si las cifras se extrapolan a un año para toda la población alemana, 83 millones de personas, es probable que entre 2,5 y 3 millones de personas en Alemania hayan recibido tratamiento médico por eventos adversos a la vacuna COVID.
El caso más famoso de abusos y de encubrimientos es el del fundador Marcial Maciel. Los denunciantes originales, los que empezaron el caso hace decenios, han sido objeto de una campaña de difamación intentando crear una conspiración para herir a un hombre considerado un santo viviente. Con motivo del cuarto de siglo de revelaciones tres de las víctimas de Maciel siguen pidiendo una reparación para compensar los abusos sufridos y el daño «moral» a su reputación. Parece que el proceso de mediación que comenzó en 2019 se estancó, según correos electrónicos y documentos proporcionados a Associated Press.
Müller está contento con los obispos polacos y lo cuenta en Kath.net: «El arzobispo Gądecki expresa las inquietudes que vienen a la mente de todo cristiano católico que siente/piensa cuando analiza detenidamente las disputas y los procesos en el ‘camino sinodal’ de Frankfurt». «Todos estos errores son posibles solo porque la sacramentalidad de la Iglesia, tan enfatizada por el Vaticano II, es descuidada o incluso negada. La Iglesia se reduce a sus organizaciones externas ya sus funcionarios. Y al hacer esto, paradójicamente, uno se encuentra con la falta de comprensión de la Iglesia como un «sacramento / misterio de la salvación del mundo en Cristo». «Desde el siglo XIX, la sociología y la psicología han sido utilizadas por pensadores agnósticos-ateos y nihilistas para construir un «humanismo sin Dios» o una utopía transhumanista del nuevo ser humano socialista o consumista contra la imagen cristiana del hombre, llegando hasta la destrucción propagandística y la sangrienta persecución real de la Iglesia y de los creyentes en Cristo».
Seguimos con noticias que nos vienen de argentina sobre el juicio oral y público contra el obispo emérito Zanchetta. Largos artículos que recogen la declaración de los denunciadores con la asquerosa descripción de los hechos juzgados y que ahorramos a nuestros lectores. Serán delitos o no, pero son, siempre y en cualquier caso, impropios de un obispo se mire por donde se mire, los testigos citados superan la veintena y es muy extraño que todo sufran las mismas alucinaciones.
Entramos en el campo de las profecías y nos recuerdan una homilía de Joseph Ratzinger de 1977, publicada en Il Corriere della Sera : “Hoy asistimos al hecho curioso e inesperado de que las mismas personas que hasta hace veinte años eran apasionadas seguidoras del papado se vuelven contra el papa; y que la unidad con el papa está gravemente amenazada por los que hasta hace poco eran los abanderados más convencidos. Recibo cartas a diario quejándose de la destrucción de la liturgia, que ven la destrucción de la Iglesia en las reformas del Concilio”.
«Pedro, que fue crucificado cabeza abajo, Pablo, que dijo de sí mismo que en el mundo los Apóstoles serían como basura, que todos escupen en la cara. Quizás podamos comprender mejor y más profundamente la naturaleza indestructible del papado en un tiempo de crítica al Papa, más que en un tiempo de entusiasmo por el Papa». «Es precisamente la persecución la que testimonia cuán «indestructible» es el papado y apunta a la unidad de la cristiandad católica».
«De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
Buena lectura.
«un dolor agudo en la rodilla, por lo que el médico ha prescrito un período de mayor reposo de la pierna»….IGLESIA EN SALIDA, RIP.
«Las vacunas, como panacea universal que nos iba a devolver a la ‘normalidad’, van desapareciendo del relato oficial.» Tal vez porque les conviene que vayan despareciendo, con la secuela terrible que están dejando y que van a seguir dejando y que Dios nos asista. En ese sentido, viene muy bien una guerra para poder sacar «elegantemente» la pata del lazo. No hay que permitir que a los muertos se los barra de esa manera debajo de la alfombra luego de haberlos aterrorizado, engañado y manipulado en vida.
Que matraca con las vacunas, efectivamente varios millones de personas han recibido tratamiento (gelocatil) por lis efectos secundarios