| 02 mayo, 2023
Anticipándome a lo que en breves días, D, m., publicaré sobre los últimos datos oficiales de las órdenes y congregaciones religiosas, ya indico que los de los jesuitas son penosos un año mas. Según el Annuario Pontificio de 2023, el 1 de enero de 2022 ya solo eran 14. 439, cuatrocientos menos que un año antes. Por lo que hoy, un año y medio después. probablemente han perdido ya el listón de los 14,000. Y llegaron a ser más de 36.0oo hace menos de un siglo.
¿Alguien se atreverá a hablar de primavera?
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Y desde luego casos como este no van a ayudar a revertir esta tendencia: https://infovaticana.com/2023/05/03/los-jesuitas-de-bolivia-piden-perdon-por-abusos-cometidos-por-un-misionero-espanol/
Nótese el verdadero punto de cocentración: más de un 10 por ciento de las bajas anuales proceden de España, tierra natal de ese gigante del espíritu que fue San Ignacio de Loyola. Lo cual acentúa más, si cabe, el colapso que arrupismo en nuestro país, donde, dentro de pocos años, apenas quedarán un par de cientos de efectivos, la mayoría en residencias para ancianos.
Así, lo que demuestran, año tras año, las cifras de la decadencia del arrupismo, es el ya sabido dicho de que «un vasco, Ignacio de Loyola, fundó la Compañ´´ia de Jesús; otro vasco, Pedro Arrupe, la fundió». Nunca mejor dicho. Afortunadamente la extinción de esta secta es AMDG.
Falta por determinar, empero, a cuátas almás más arrastrar´´an hacia la condenación en su ya prolongada agonía…
Bon Voyage !
los pérfidos jesuitas siguen hundiéndose como se lo merecen. dentro de 20 años los pérfidos jesuitas quedaran reducidos a escombros. por ende ni una lagrima. game over!
Demasiados me siguen pareciendo. Ojalá no quedara ni uno.
Oí decir a un sacerdote, que en los años 70 un anciano jesuita le comentó, que cuando quedarán unos 10.000, la Compañía empezaría a reconstruirse.
Si esto es así, en menos de 10 años desaparecen todos los malos.
Y quiera Dios que esto sea así, y la Compañía de Jesús vuelva a ser lo que en sus principios fue, baluarte de la Santa Iglesia.
Para que eso fuera posible habría que resolver antes un problema. Y el problema es que como consecuencia del rumbo seguido en los últimos 80 años (desde Arrupe), se ha perdido dentro de la Compañía la vivencial de la tradición y el saber Ignacios. Y esa pérdida es muy difícil -por no decir imposible- de recuperar
Cuantos antes se extingan mejor.