Don José Diéguez Reboredo. Tenía 88 años.
Era emérito desde el 28 de enero de 2010.
Antes había sido obispo de Osma-Soria (1984-1987) y de Orense (1987-1996)-
Buena persona y de carácter retraído fue un obispo más efectivo que brillante pues lo de aparecer no era lo suyo.
Descanse en paz.
Y vaya año el 2o22 de fallecimientos de obispos. Dos en el ejercicio de sus funciones: el auxiliar de Barcelona, Vadell y el obispo de Gerona, Pardo. Mas los arzobispos eméritos de Toledo, cardenal Álvarez; Sevilla, cardenal Amigo, de Oviedo, Díaz Merchan y de Mérida-Badajoz, Montero; el obispo auxiliar emérito de Toledo, Borobia y hoy el emérito de Tuy-Vigo. Y estamos mediando julio.
Diéguez era el quinto obispo más anciano de España. Superándole en edad Buxarrais (Málaga), 92 años; Oliver (Orihuela-Alicante), 92 años; Soler (Gerona), 89 años y Uriarte (San Sebastián), 89 años. Los que quedan, todos malos.
Y de su edad o un poco más jóvenes, unos cuantos. La salud de los eméritos y de los purpurados debe ser secreto de Estado, pues casi siempre nos encontramos con noticias de muertes que de repentinas no tienen nada. En este caso, fuimos debidamente informados, lo cual es muy de agradecer. Sinceramente, creo que hacer público que un purpurado está muy enfermo no debería suponer problema alguno. Recuerdo que el difunto cardenal de Chicago, muerto hace algunos años (Francis Eugene George) tuvo siempre muy al tanto de su salud a todo el mundo.
Dentro de lo luctuoso me he tenido que reír al final de la noticia: «Los que quedan, todos malos». Y tan cierto.
Que descanse en paz el alma de esta buena persona 🙏 AMÉN.