Francisco Juan Martínez Rojas por cuarta vez deán de la catedral de Jaén en menoscabo de la norma estatutaria

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Que fija como máximo dos mandatos consecutivos. Pues Francisco Juan Martínez Rojas inicia su cuarto mandato, que inauguró en 2007, consiguiendo por segunda vez la convalidación de la situación irregular por su obispo que parece tener verdadero pánico a decirle que los estatutos de la catedral no permiten más reelecciones.

https://www.ideal.es/jaen/jaen/francisco-juan-martinez-20220919121845-nt.html

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Sebastián Chico llegó a Jaén e inmediatamente sustituyó al vicario general, que era también el deán y hombre fuerte  en el pontificado de Amadeo Rodríguez, por alguien que tenía algunos de sus defectos y ninguna de las cualidades que a Martínez Rojas le sobraban: inteligencia, osadía, liderazgo, desparpajo, cultura… Y que hicieron de él el sustituto de un obispo inexistente.

Y así le fue al obispo. Creyó que en Jaén era alguien y se construyó para sus días de emérito,  una lujosa residencia que costó una pasta gansa y que ahí está ahora sin inquilino. Se ha marchado a Mérida, En Jaén no le importaba nada a nadie. La absoluta soledad le echó.

Deberían tomar nota otros obispos.

 

 

 

Comentarios
12 comentarios en “Francisco Juan Martínez Rojas por cuarta vez deán de la catedral de Jaén en menoscabo de la norma estatutaria
  1. El emérito no se ha ido, Sr. De la Cigoña.
    Lo han echado del apartamento -que no palacio- donde residía.
    Otra cosa: el Deán puede ser elegido para más de dos mandatos, con el único requisio de que, a partir de tercero, el Obispo le conceda dispensa.

    1. Señor don José Leal.
      El señor obispo, don Amadeo, se ha ido y ha dejado el piso, NADIE HA HECHADO a don Amadeo.
      Respecto al Sr. Dean, lleva usted RAZÓN, el señor obispo puede una y mil veces, firmar siempre su elección y perpetuarse en el cargo, por años sin término.
      Alfonso Garzón Vera.

      1. Don Alfonso:
        Amablemente lo han ECHADO de su apartamento el Sr. Obispo y el Nuncio.
        “Si quieres un piso en Jaén, te lo damos porque no hay más remedio que pagarlo. Pero del Seminario, fuera
        ¿O no es así, Sr. Garzón?
        En Madrid también nos enteramos de las cosas.

        1. Señor don José Leal
          Creo que usted se equivoca, pero no estoy yo como para corregir.
          Eso sí, ponga su nombre y apellidos completos y entonces podemos hablar.
          Jajaja.
          Alfonso Garzón Vera

    2. Buenas tardes don José Leal.
      El señor obispo don Amadeo, dejo un piso de 250 metros cuadrados, y que lo último que le faltaba, era un lavadero y que costó a la Diocesis de Jaén, «una pasta gansa», pero es cierto, que un obispo emérito, debe ser ayudado en su vejez y ancianidad, por la diócesis, donde residió, después de su renuncia.
      Y es cierto, que el Deán de la catedral, puede ser elegido, infinidad de veces, mientras el obispo diocesano quiera y nuestro común amigo, don Francisco Juan, por sus muchas cualidades, puede ser elegido, mil veces, ahora bien ¿No debe de dejar paso a otros capitulares en ese servicio y carga de la Iglesia?.
      Yo no ambición tal cargo, yo no merezco eso, pues «pues no pretendo grandezas, que superan mi capacidad, sino que acalló y moderó mis deseos, como un niño, en brazos de su Madre», en este caso la Iglesia.
      Feliz tarde señor José Leal.

      1. Ya no entro en esos asuntos, don Alfonso, porque no tengo el conocimiento.
        Tampoco tengo el gusto de ser amigo del Sr. Deán al que conocí personalmente en la exposición de Arte Novoshispano celebrada en Madrid hace unos meses.
        Sí es verdad que tenemos, él y yo, amigos comunes aquí en Madrid.

        1. Señor don José Leal
          Me alegro mucho de los amigos comunes de ustedes, da alegría, encontrar a gente como usted, ya quisiera yo tener conocidos así, pero claro, yo soy un pobre cura.
          Ánimo don José Leal y defienda siempre lo que cree justo, yo lo hago siempre, quizás por eso, no tengo tantos amigos, pero los que tengo son muy buenos.
          Alfonso Garzón Vera.

  2. D. Francisco Juan no fue vicario general sólo durante el pontificado de D. Amadeo, sino también el último vicario general del anterior obispo, Mons. Ramón del Hoyo. Y si el derecho canónico permite, como así es, al obispo diocesano dispensar del impedimento estatutario de dos mandatos consecutivos para ser reelegido deán, no es en modo alguno anticanónico el nombramiento para un cuarto mandato, máxime cuando el propio cabildo, junto con el resultado de la votación, envió al obispo un escrito solicitando la dispensa. Hubiera sido clamoroso que el obispo rechazase la solicitud del cabildo y menospreciara aún más a D. Francisco Juan.
    Además, si se conocen las sobresalientes cualidades de D. Francisco Juan, algunas de las cuales resalta el propio D. Francisco José en su artículo, y la ingente labor que ha realizado en las catedrales de Jaén y de Baeza, se podrá concluir sin miedo a errar que no hay nadie mejor que él para ejercer en la actualidad ese cargo.

    1. Estimado señor.
      El señor Deán, no es menospreciado por nadie, todo lo contrario, valoramos y yo quizás, más que usted, las grandes cualidades, de don Francisco Juan, lo conozco quizás antes que usted, pues al no firmar su comentario y hace muy bien, no puedo evaluar su conociendo, sobre don Francisco Juan.
      Pero debe usted, quererlo mucho y yo se lo agradezco, en su vehemente defensa, algo que a usted le honra.
      Alfonso Garzón Vera.

  3. Señor don Francisco José.
    Ayer cuando usted publicaba el comentario sobre la cuarta elección del señor Deán de la Catedrales de Jaén y Baeza, unos amigos y sacerdotes, me enviaban un icono, en el que aparecía un mono, con las manos en las orejas, en la boca y en los ojos, con esto, me decían que debía callar y ser prudente, pero recordaba aquel poema:»No ha de haber un espíritu valiente ¿Siempre se ha de pensar lo que se siente, nunca se ha de decir lo que se siente?».
    Me educaron en mi familia, para que tuviese siempre rectitud de intención en todo, para que nunca ocultara, la verdad, que fuese honesto y honrado.
    Recuerdo cuando escribí aquella carta, sobre la marcha del obispo al arzobispado de Mérida -Badajoz, cuántas críticas y dificultades, porque yo dije en voz alta, lo que muchos callaban, por miedo o falsa prudencia.
    Ahora, consciente de lo que me puede ocurrir, escribo esto sobre lo que usted ha publicado.
    Si don Amadeo Rodríguez, deja Jaén y el piso que «ha costado una pasta gansa», él sabrá porque, yo lo advertí a algunos amigos en junio, lo que ahora ha ocurrido en septiembre.
    Respecto a la cuarta elección de don Francisco Juan Martínez, cómo Deán, creo que mi obispo, don Sebastián, no tiene nada que hacer, ni debe impedir esa elección.
    Usted mismo ha hablado de las grandes cualidades que adornan a don Francisco Juan, por eso debía el, de rechazar ese nombramiento, pues bien sabía lo que dicen las normas estatutarias, pero aceptó lo que el Cabildo voto, aunque cuatro capitulares, no le dieron su voto.
    Conozco a don Francisco Juan desde que el tenía 13 años, hemos sido compañeros de estudios y fuimos ordenados juntos, por el gran obispo, don Miguel Peinado, e incluso, su madre me confeccionó el alba de mi ordenación.
    «No pretendo grandezas que superan mi capacidad, sino que acalló y moderó mis deseos, como un niño en brazos de su madre», dice el salmo, por eso confío siempre en Dios y soy un hombre de Fe.
    Me ha impresionado siempre, el cuadro de Valdés Leal, del Hospital de la Caridad de Sevilla, con esa bella leyenda:»Si Transit gloria mundi». Por esto lo hago esto y creo sentir, no miedo, por las críticas y miradas a partir de este momento, comentarios incluso.
    Pero con el nombramiento del nuevo Párroco Insolidum del Salvador de Baeza y Vicario de Baeza, Úbeda y Cazorla, será este quién presida los actos litúrgicos de la Catedral de Baeza.
    No quiero que nadie piense que escribo este comentario, con maldad.
    Todo lo contrario.
    Dios me ayude y de Luz al corazón.
    Alfonso Garzón Vera.

  4. Señor don Francisco José.
    Ayer varios amigos y sacerdotes al leer el comentario que usted escribió sobre la elección del nuevo Deán de las Catedrales de Jaén y Baeza, me mandaron un icono, con la figura de un mono, que con sus manos se tapaba las orejas, los ojos y los oídos, me decían con esto, que me callara, que hiciese lo de ese mono-icono.
    Pero aprendí de mis padres a tener rectitud de intención en lo que digo y hago, ocurrió también cuando escribí aquella carta, con la marcha del obispo para el arzobispado Mérida.
    Muchos, se escandalizaron, porque yo dije lo que ellos pensaban y no eran capaces de decir y yo dije. Como dice el poeta:»desnudo nací y desnudo saldré de este mundo, como los hijos de la mar», solo me llevaré lo que quede entre las uñas y la piel, la basura, aunque mi madre decía otra palabra.
    Tampico entro a juzgar, si don Amadeo Rodríguez sale de Jaén y del piso que como usted dice «costó una pasta gansa», ya el junio advertí de que algo sucedería en septiembre a unos amigos sacerdotes.
    Respecto al nombramiento por cuarta vez como Deán de las catedrales de Jaén y Baeza, por parte del Cabildo Catedralicio, de don Francisco Juan Martínez, creo que mi obispo don Sebastián, no tiene nada que objetar, quién debería hablar y rechazar dicha elección es el Deán, que como usted dice, es culto, inteligente, sagaz… y no se equivoca usted, todo lo contrario, corto se quedó.
    Conozco a don Francisco Juan desde que el tenía 13 años, fuimos ordenados el mismo día y mi alba de ordenación me la confecciono, su madre. Fuimos ordenados en la misma por el gran obispo don Miguel Peinado.
    Pero es don Francisco Juan quién debía rechazar ese cuarto mandato, pues él conocía las normas estatutarias, sabiendo que en nuestro Cabildo, tenemos magníficos capitulares, y cuatro de ellos le dieron su voto negativo.
    Conozco los problemas que este comentario me darán, pues hablarán otra vez de las excentricidades «del loco de Alfonso», pero como decía el poeta:»Siempre se ha de pensar lo que se siente, nunca se ha de decir lo piensa», lo mismo que siempre valore, el cuadro y el lema que pinto Valdés Leal para el Hospital de la Caridad de Sevilla.
    No quisiera que este comentario cause daño en nadie, recuerdo siempre el salmo: «no pretendo grandezas que superan mi capacidad, sino cómo un niño en brazos de su madre, espero en el Señor ahora y por siempre».
    Muchas gracias don Francisco José, Dios de infinita bondad y misericordia nos ayuden, para encontrar caminos, en un mundo que busca otras cosas, distintas.
    El padre Mendizábal, en unos retiros hablaba muy bien de esto.
    Alfonso Garzón Vera.

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