El rito de la Paz en la misa.

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Que Significa el Rito de la Paz Dentro de la Misa

Para mí fue una novedad. Antes del Concilio no existía. Lo asumí sin el menor problema. Aunque siempre me pareciera estrambótica la procesión de algunos por toda la iglesia repartiendo besos, abrazos, achuchones y sonrisas a todos los concurrentes en un espacio más o menos próximo.

Hoy eso se ha atenuado algo aunque todavía haya hombres y mujeres excesivos. Sobre todo mujeres.

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Mi mujer y yo nos besamos en la mejilla ante la interpelación del sacerdote y yo, al del otro lado, le miro, inclinó levemente la cabeza y le deseo la paz. Si se empeña en estrecharme la mano, no se la niego.  Ni a algunos, sobre todo algunas,  de la fila delantera que deben pensar, por el interés que ponen, que sin ese gesto, absolutamente irrelevante para la validez del Sacramento, no oyen misa. A ninguno les niego la mano ni una leve sonrisa. Alguno de la fila trasera igual piensa que no he oído misa por no haberme vuelto a desearle la paz. Que por supuesto se la deseo a todos los habitantes de este universo mundo pero que afortunadamente no tengo que darles la mano porque me quedaría sin ella.

No me parece mal pero creo que se ha desmedido. Y las desmesuras no son buenas. No  estaría de más que en misa, periódicamente, se dijera como debe ser la Paz. Y de paso la comunión en la mano. Que también la desmesuran algunos.

 

 

 

Comentarios
5 comentarios en “El rito de la Paz en la misa.
  1. CARTA CIRCULAR EL SIGNIFICADO RITUAL DEL DON DE LA PAZ EN LA MISA (2014)

    c) De todos modos, será necesario que en el momento de darse la paz se eviten algunos abusos tales como:
    – La introducción de un «canto para la paz», inexistente en el Rito romano.
    – Los desplazamientos de los fieles para intercambiarse la paz.
    – El que el sacerdote abandone el altar para dar la paz a algunos fieles.
    – Que en algunas circunstancias, como la solemnidad de Pascua o de Navidad, o
    durante las celebraciones rituales, como el Bautismo, la Primera Comunión, la
    Confirmación, el Matrimonio, las sagradas Órdenes, las Profesiones religiosas o
    las Exequias, el darse la paz sea ocasión para felicitar o expresar condolencias
    entre los presentes…

    https://conferenciaepiscopal.com.es/wp-content/uploads/2014/11/comisiones_liturgia_2014PazMisa.pdf

  2. Perdón, el ósculo santo, por la nueva comunión en el Santo Espíritu viene de las Escrituras apostólicas. Fue ligándose con diversos sentidos. En algunos ritos con la reconciliación necesaria para ofrecer el sacrificio. En ritos occidentales solía seguir al Padrenuestro: el perdón y el amor fraterno que brota de la filiación divina. En la Misa Solemne anterior al rito actual el sacerdote le daba la paz, la comunión mesiánica en el Espíritu al diácono y éste la llevaba al pueblo. A veces el diácono comunicaba la paz recibida del obispo por medio del portapaz. Como se puede colegir no es un rito menor por cuanto significa el don de Cristo resucitado. Que haya caído en un vulgar saludo civil, cuando no en un jolgorio, no sé cura menospreciándolo, sino por la conversión de todos, incluidos por cierto los clérigos, al culto al Dios vivo, en la hondura sacramental de los ritos sagrados.

  3. el rito de la paz debería eliminarse de una vez por todas, es absolutamente innecesario ya que es solo un distractor. eliminando el rito de la paz, la misa no pierde absolutamente nada.

  4. Pues yo iría más allá. «Pax Domini sit semper vobiscum. Et cum spiritu tuo» ¿Qué falta hace añadir nada más a esto? La paz nos la da el Señor, y punto. Lo demás sólo nos lleva a error…
    De la comunión en la mano, es evidente que contribuye también a extender errores. Si creemos en la presencia real de Cristo en las especies consagradas, nadie tiene que explicarnos, porque resulta evidente, que se recibe de rodillas y en la boca.

  5. Creo que a todos los fieles se les ha dicho en algún momento cómo ha de realizarse por lo que lo que estaría bien sería que no lo olvidaran. Y lo mismo cabe decir de otras cuestiones como son los requisitos para poder comulgar o la importancia de la confesión sacramental. Tampoco estaría mal que los curas no olvidaran la importancia de seguir la rúbricas del misal, la extraordinariedad de los ministros extraordinarios de la comunión y otras cuestiones aparentemente elementales que algunos parecen olvidar con demasiada frecuencia.

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