EL GÉNERO OTRA VEZ
Hace poco, dedicamos una nota a la ideología de género, propiciada por los últimos gobiernos nacionales (ambos Kirchner, Macri y Fernández) y hoy por la administración de Kicillof, en la provincia bonaerense, a través de generosos subsidios y textos escolares, mientras que a los habitantes en general, se los recarga con cuotas extraordinarias de los altos impuestos que ya pagan.
Pero para dimensionar la cuestión, debemos partir de los datos del último censo, que pocos conocen y que citaré; son oficiales y cualquier desconfiado. puede corroborarlos en el INDEC.
Según la estadística nuestro país tenía, hace dos años, 46.044.703 habitantes de los cuales eran no binarios, quienes se percibían como tales, 8.293 o sea el 0,002 % de la población.
Del total eran mujeres 23.690.481, o sea el 51,76% y varones 22.072.046, o sea el 48,22%.
La provincia con más población binaria era Tierra del Fuego, con el 0,09%, seguida por Neuquén con el 0,04% y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jujuy, Tucumán y San Juan con el 0,03 % cada una.
Estos son los números verificados por el gobierno del presidente Alberto Fernández, el específico golpeador de su pareja y no por un retrógrado.
Un caso carcelario mueve a la reflexión. Según Infobae, un recluso, Gabriel Fernández, auto percibido mujer, está bajo acusación por violencia de género al violar y embarazar a otra presa en la cárcel.
Ante el suceso, el ministro de justicia, Mariano Cúneo Libarona declaró que “la perversa ideología de género nos hizo perder el sentido común”, pero. a la vez sostuvo, que “el auto percibimiento es algo meramente personal fuera de la competencia del Estado”, bien lo primero, confuso y erróneo lo segundo, porque el Estado es responsable del orden público y de la seguridad de las personas, incluso cuando se encuentran detenidas en las cárceles.
También la vicepresidente, Victoria Villaroel se manifestó en contra de la ideología de género, señalando, además, que “el que esté a favor de sexualizar a los niños, es un pedófilo en potencia”, prometiendo que el gobierno combatirá contra ella, “hasta que no nos quede sangre en el cuerpo”.
Retornando al caso de Gabriel, ahora Gabriela Fernández, su defensa reclamó que debía ser tratada como mujer, como dispone la ley vigente. La administración de justicia dispuso su traslado a un lugar especial, donde se respete su identidad, pero no se ponga en peligro a otras personas.
En la misma resolución judicial aparecen los números que son elocuentes: por un varón auto percibido como mujer, se pusieron en riesgo cuatrocientos ochenta y una (481) personas detenidas.
También la vicepresidente, Victoria Villarruel se pronunció en contra de la Educación Sexual Integral (ESI), durante un seminario que tuvo lugar en el Senado, durante el cual, Claudia Peiró criticó el “berretín por la sexualidad” priorizando temas sexuales sobre la lectura y la escritura y marginando a los padres, quienes deben decidir a cerca de la formación de sus hijos.
En este sentido lo que está haciendo Kicillof es espantoso, distribuyendo en las escuelas libros con dibujos, de contenido sexual explícito, mientras, su director de educación, Alberto Sileone, manifiesta que los 650.000 libros adquiridos con dineros públicos, no son para estudiantes, “no son pornografía sino literatura”.
Lo que sucede es que existen libros que elevan y libros que degradan, libros que alimentan y libros que degradan, pues como afirma sin medias tintas, san Antonio María Claret: “son los libros la comida del alma, y si al cuerpo hambriento le dan comida sana, le nutrirá, y si la comida es ponzoñosa, le perjudicará”.
Tal vez para competir en el mercado sería interesante la colaboración de algún sacerdote villero o tercer mundano, que agregara a esos libros adquiridos con fondos oficiales, un barniz de teología de la liberación o del pueblo, como aconsejaba un dicho de hace tiempo: “pornografía más teología, resultado, éxito de librería”.
Un par de ejemplos, que hablan de la concha, la pija, las carnes y otras intimidades, motivaron estas palabras de la vicepresidente: “Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que se les ofrece. Existen límites que nunca deben p. pasarse. ¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a quienes promueven estas agendas nefastas!”
Respetar la inocencia de los niños y no escandalizarlos es un deber ordenado por Cristo cuando se refiere al tema: “Quien escandalizare a uno solo de estos pequeños que creen en Mí, más le valdría que se le suspendiese al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que fuese sumergido en el abismo del mar” (Mateo, 18, 6).
Continúa con estas palabras que parecen dirigidas al Kicillof y sus secuaces: “Porque forzoso es que vengan escándalos, pero ¡ay del hombre por quien el escándalo viene!” (Mateo, 18, 7), en la Sagrada Biblia, versión de Monseñor Juan Straubinger, La Prensa Católica, Chicago, 1858.
A defender la inocencia de nuestros educandos desde su niñez y la competencia de los padres y de la familia, en la educación sexual, ante tantas agresiones de quienes detentan el poder.
Estancia San Joaquín, San Serapio de Azul, noviembre 12 de 2024.
Bernardino Montejano
El mejor modo de acabar con el feminismo, el sindicalismo entorpecedor, la ideología de género y el «lobi» arcoirisado es retirarles los subsidios y subvenciones; sin ellos, se diluirán porque son parásitos y, acabado el cuerpo al que parasitan, mueren de inanición; por ellos mismos no son nada y no representan más que a cuatro gatos; sin dinero, se volatilizan. El presidente Mi Ley está en ello, en dejarlos sin un peso, y pasarán a ser la nada en tres o cuatro años.