| 27 noviembre, 2013
He aquí una declaración de principios positiva y abierta, un modo de iniciar un diálogo con todos y un punto de partida noble para proponer el Evangelio. El Papa Francisco emplea estas hermosas palabras en su reciente documento La alegría del Evangelio:
Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos. (Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, n. 183).