PUBLICIDAD

«Ser o no ser». La principal cuestión de las misas televisadas

|

Del tema se hablaba desde hace ya tiempo. Pero la homilía del 12 de abril en la que el Papa Francisco “revocó” su decisión de no transmitir en televisión sus misas matutinas en Santa Marta, lo ha sacado a la luz.

En esa homilía, el Papa dijo que si decae de lo real a lo virtual, “esta no es la Iglesia”. Cuando ya no hay personas ni sacramentos es una Iglesia “gnóstica”.

Hay un punto contradictorio en este “j’accuse” de Francisco pronunciado precisamente durante una de sus misas televisadas. Se sabe que al comienzo del pontificado se negó tanto a que sus misas matutinas fueran retransmitidas en directo, como a que se hicieran públicas las grabaciones completas de audio y video. Pero desde que, en marzo, en Italia y en el Vaticano se prohibieron las misas con presencia de fieles por la pandemia de coronavirus, permitió que fueran televisadas. Y se prevé que cuando finalice la prohibición en mayo, seguirá dejando que sus misas sean transmitidas en televisión, nuevamente con la presencia de la gente.

Pero la cuestión ya está abierta. En una sociedad cada vez más digital, ¿qué sucedería si la misa, “culmen et fons“ de la vida de la Iglesia, se sintiera también atraída por la nube web? ¿Si de evento pasara a ser espectáculo? ¿De realidad a teatro?

Es una pregunta a la que los Padres de la Iglesia, a su manera, ya se enfrentaron, como manifiesta Leonardo Lugaresi, erudito de los primeros siglos cristianos, en la siguiente carta.

Pero hoy es un tema más crucial que nunca.

*
LA MISA ES UN EVENTO, NO UNA REPRESENTACIÓN

de Leonardo Lugaresi

Estimado Sandro:

Usted ha abierto, sobre un problema de vital importancia para la Iglesia católica como el de las “tele-misas“, una discusión de gran interés a la que me gustaría intentar aportar una pequeña contribución, desde el punto de vista de alguien que ha estudiado durante mucho tiempo el juicio de la Iglesia antigua respecto al mundo del entretenimiento.

En la concepción de los Padres, las representaciones teatrales o competitivas se caracterizan por la presencia paradójica de un “pleno“ de fuerza emocional y un “vacío“ de consistencia real.

Los espectáculos tienen, de hecho, por un lado el poder de entusiasmar a los espectadores e incluso arrastrarlos, a veces,  a un estado de exaltación (pensemos en ciertos excesos de animación deportiva o en la profunda emoción que el público puede experimentar frente a una representación teatral especialmente intensa), pero por otro son “falsos“ por su naturaleza, en el sentido de que no tienen una consistencia real o, si lo prefieren, pertenecen a un orden de realidad completamente diferente al de la vida ordinaria del hombre, como demuestra –y este es un tema crucial en los Padres de la Iglesia– la imposibilidad de una verdadera relación entre el espectador y el actor.

A este respecto Agustín –en un célebre pasaje del tercer libro de las “Confesiones“– hace una reflexión muy aguda, cuando observa que “en el teatro el hombre quiere sufrir contemplando eventos tristes y trágicos que, sin embargo, él mismo no querría sufrir”.

Querer sufrir, como espectador, un “dolor” del que se obtiene un placer es, de hecho, para Agustín una “mirabilis insania”, una increíble locura, porque en la vida real frente a la miseria del hombre la única respuesta adecuada es la misericordia, no el placer de la compasión; y la expresión de la misericordia es el “subvenire“, el socorrer, no el “spectare“, el contemplar.

“Pero – se pregunta Agustín – ¿qué misericordia puede darse en cosas fingidas y escénicas? Porque allí no se provoca al espectador para que socorra a alguien, sino que se le invita a condolerse solamente, favoreciendo tanto más al autor de aquellas ficciones cuanto es mayor el sentimiento que siente con ellas. De donde nace que si tales desgracias humanas -sean tomadas de las historias antiguas, sean fingidas- se representan de forma que no causen dolor al espectador, éste se marcha de allí aburrido y murmurando; pero si, al contrario, siente dolor en ellas, permanece atento y contento” (”Confesiones” III, 2, 2).

Ir al rescate del actor que “sufre“ sobre el escenario obviamente sería absurdo. Lo único que podemos hacer –mejor dicho, que estamos institucionalmente llamados a hacer, en tanto espectadores– es “disfrutar“ de la emoción que nos causa ese sufrimiento. Pero eso es exactamente lo que hacemos todos los días mirando el mundo por televisión. De esta manera Agustín nos proporciona un buen criterio para distinguir la lógica de la representación espectacular y la de la vida real. Y es el criterio de la relación responsable.

¿Qué tiene que ver todo esto con las misas televisadas? Mucho, en mi opinión, si pensamos primero en lo que es la misa en su esencia: un evento y no una representación.

Para ser más precisos: la misa es el evento por excelencia, “el sacrificio mismo del Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús“. Cada misa, de hecho, “hace presente y actual el sacrificio que Cristo ha ofrecido al Padre, una vez por todas, sobre la Cruz en favor de la humanidad. […] El sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio». (Catecismo de la Iglesia Católica, Compendium, n. 280).

Pues bien, a un evento no se asiste como espectadores, se participa. Para participar es necesario estar presentes en el tiempo y el lugar en el que sucede, porque de lo contrario no se establece con este una relación real. Y para estar presente, hay que estar allí con el cuerpo. Hoy, en un contexto cultural en el que la unidad de la experiencia humana espiritual-corpórea es cuestionada cada vez más por nuestra adicción a lugares y relaciones exclusivamente virtuales, es imprescindible reafirmarlo.

La representación mediática de un evento implica en sí –independientemente de las intenciones de quienes la organizan y de quienes asisten, así como del “formato” en el que se desarrolla– una espectacularización que es, en gran medida, incompatible con la naturaleza del evento mismo. Sin entrar en el lugar dramático en el que se lleva a cabo, es decir, sin entregarse al tiempo y al espacio que lo delimitan, seguimos siendo, en gran medida, espectadores.

Es suficiente pensar, para poner solo un ejemplo, en el hecho de que cada evento es, por definición, único e irrepetible. Los cientos de miles de misas que se celebran cada día en el mundo no son “réplicas“ producidas en serie según un prototipo, sino que cada una de ellas constituye la actualización del único sacrificio de Cristo, que se produce una vez por todas. La lógica de la representación de los medios, sin embargo, es la de la repetibilidad y la serialidad: viéndolo así, no hay una diferencia real entre seguir la transmisión en vivo o en diferido.

Los padres del Concilio Vaticano II estaban en lo cierto cuando identificaron en la “actuosa participatio” de los fieles uno de los valores principales a promover en la reforma de la liturgia.

Sin embargo, desafortunadamente, una buena parte del liturgismo postconciliar ha malinterpretado y traicionado esa indicación, confundiéndola con una invitación al activismo litúrgico, es decir, a la promoción del protagonismo humano en el «opus Dei”. Y ahora, después de décadas de énfasis impropio en la dimensión “aglomeradora“ de la misa, la respuesta eclesiástica a la emergencia sanitaria por coronavirus corre el riesgo, en una especie de sarcástica heterogénesis de fines, de eliminar de hecho  a las personas de la liturgia, rebajándolas a público televisivo que se alimenta de emociones religiosas.

La misa vista desde casa puede constituir, sin duda, un útil ejercicio de piedad, a la par que otros, pero para la fe católica sería letal superponerla o incluso confundirla con la participación en el sacramento. En el pasado la autoridad eclesiástica prestaba mucha atención a esta distinción, y me gustaría que hoy siguiese haciendo lo mismo.

El lector cortés que le escribió desde el Reino Unido citando cinco ejemplos de “misas a distancia” que sentarían un precedente para la futura liturgia en línea, creo que ha expresado, con el empirismo británico típico, un sentimiento ya bastante extendido entre los católicos en todo el mundo.

Poco importa que, tal y como usted ya ha objetado, los tres primeros ejemplos sean muy poco pertinentes porque en ellos la unidad de tiempo y lugar del evento no se ha roto, sino que ha sido simplemente adaptada a condiciones específicas, y que el cuarto sencillamente presente una situación en la que es necesario elegir entre hacer un pequeño esfuerzo o preferir la comodidad.

Porque quizás ya se está estableciendo una nueva práctica pseudo-litúrgica.

*

(s.m.) Puede ser esclarecedor releer esta intervención de Leonardo Lugaresi en 2011, sobre la crítica cristiana a la sociedad del espectáculo, desde los Padres de la Iglesia hasta Benedicto XVI:

> Actor de teatro, ¡bota la máscara!

En cambio, en relación a la habilidad de Papa Francisco para actualizar el teatro pedagógico jesuita del siglo XVII, se publicó esta nota en “L’Espresso” del 15 de abril de 2016:

> Arriba el telón. Se pone en escena el teatro del Papa

Comentarios
17 comentarios en “«Ser o no ser». La principal cuestión de las misas televisadas
  1. Lo que señalamos a continuación es probable o posible y no seguro en todos los términos. La característica del mal es que es como el escorpión que no puede renunciar a lo que es y ataca al que lo lleva consigo. Así, Schneider y Müller salen a sostener que el papa es Francisco cuando Francisco después de convocar el sínodo de Amazonia cede y acepta emitir una declaración que contradice las decisiones del sínodo de Amazonia en el sentido de que no permite la consagración de laicos casados como sacerdotes y la creación de diaconisas, o sea, dar el orden sacerdotal a las mujeres, sin duda, existe una relación en ambas acciones, Francisco convoca a un sínodo de forma tal de permitir el sacerdocio de hombres casados y la ordenación de mujeres como sacerdotes empezando por el diaconado femenino y, tal vez, por los temores a que Benedicto sea presentado como el verdadero papa llegan a un acuerdo. Se trata de un mal acuerdo porque Francisco no renuncia a su naturaleza y vuelve siempre al ataque contra la Santa Misa del Orden Extraordinario y a favor del diaconado de mujeres mientras hace guiños a derecha e izquierda a conservadores e integristas y, también, a los progresistas católicos. Por una parte, Francisco forma una Iglesia reformada nacional por medio de un acuerdo secreto con China, la Iglesia católica reformista y comunista china que depende del gobierno comunista para la elección de obispos y que da como resultado una persecución de los católicos no comunistas en China y pronta a separarse de Roma, aquí Francisco ha formado una Iglesia católica reformista china separada de Roma salvo en las formas y a la cuál Roma debe aceptarle todo y, también, al gobierno chino Roma debe aceptarle cualquier persecución contra católicos y cualquier acto para no generar una separación de la nueva Iglesia reformista católica y comunista china de este pontificado, pero ¿para qué sirve una Iglesia en tales condiciones? Eso no le preocupa a Francisco pues si uno se cae debe levantarse y seguir avanzando o, como decía Goethe, no hay nada peor que la ignorancia activa. Por otra parte, Francisco les permite a los alemanes la formación de una Iglesia reformista católica alemana por un sínodo llevado a cabo hasta el año 2022 y pronta a separarse en lo económico, moral y doctrinal de Roma, la Iglesia católica de Alemania le hace la guerra a la Iglesia de Roma y el papa la deja actuar, ha llegado a un acuerdo para permitir que se separen los alemanes reformistas si quieren separarse y a partir del año 2022 iniciar un sínodo sobre sinodalidad, supuestamente, para evitar separaciones de otras Conferencias Episcopales Nacionales (las Conferencias Episcopales son creaciones del CVII) y sus Iglesias de países del norte de Europa como Austria, Suiza, Holanda, etc. que están observando el resultado de la guerra alemana contra la Iglesia universal para seguir sus pasos, Francisco piensa que puede haber unidad sin doctrina, no aprecia la teología y cree que la moral debe ser de acuerdo con el país siendo la única unidad de la Iglesia para Francisco la figura del papa, piensa Francisco que en ello se equivocaron los protestantes pero que la reforma protestante está bien y cree que no necesita la unidad de la religión y de la moral para hacerse obedecer, aquí mostrando lo erróneo de esa creencia aparece la desobediencia de la Conferencia Episcopal Alemana y del sínodo alemán pero Francisco no ve el error, él cree que dejando a las Iglesias de forma pastoral elegir qué pecados son pecados, la moral y la doctrina según los gustos de su pueblo se mantendrá la unidad de la Iglesia católica aunque más no sea de manera formal y decorativa y podrá recibir el Vaticano algunos ingresos que no recibiría de oponerse de forma tajante al sínodo alemán, Francisco fomentará las reformas y creerá poder mantener un papado fuerte, por lo menos, en los países latinos y más decorativo en los otros países y así no será ni se verá como el destructor de la Iglesia católica por lo menos en lo formal, no tiene en cuenta que la Iglesia terrenal jerárquica le teme pero no le ama y que al verlo derrotado no querrá compartir esa derrota, esto está descripto en el Apocalipsis de San Juan como dar muerte a la mala mujer y repartirse sus vestimentas, Francisco sabe porque le han llegado comentarios y porque los ha leído que la reforma siempre genera división y que el protestantismo dio lugar a 30.000 religiones e iglesias separadas pero confía que el escorpión del progresismo católico una vez permitida la creación de Iglesias nacionales permanecerá en lo formal en comunión con Roma y bajo su papado, no se da cuenta de que aún cuando algunos progresistas alemanes quisieran reconocerlo como papa la misma reforma implementada llevará a que la autoridad de la Conferencia Episcopal Alemana sea superior a la del papa y el papa reinará pero no gobernará en la Iglesia alemana, pero el NOM tiene otros objetivos y pronto destruirá a la Iglesia católica reformista alemana generando divisiones en Ella pues sus ingresos dependen del gobierno y el gobierno depende del NOM, los puestos jerárquicos de la nueva Iglesia serán ocupados por no católicos y masones, todo ello, se deberá a la falta de una doctrina y moral que la unifique, a las ambiciones de los hombres de la Iglesia alemana y los propósitos de destrucción del NOM que como el escorpión no renuncia a su naturaleza. Aceptamos que los hijos de la oscuridad son más astutos que los hijos de la luz, pero dentro de los hijos de la oscuridad los más malvados son más astutos que lo que son menos malvados, se da un orden de traición según el orden de maldad, los católicos que no son astutos como serpientes y sencillos como palomas, son los primeros en caer, luego, siguen los católicos progresistas, luego, lo serán los masones, luego, caerán las Organizaciones secretas superiores, luego, el Anticristo y el falso profeta y, por último, el demonio los últimos vencidos por su propia maldad y por el Bien. Por otra parte, los católicos conservadores como Müller y Schneider confían en que Francisco seguirá sus consejos de evitar la división de la Iglesia católica en distintas Iglesias nacionales creadas por las Conferencias Episcopales Nacionales a través de sínodos y que en 2022 el sínodo sobre el camino sinodal no habilitará a los sínodos a crear sus propias Iglesias y religiones o que podrán presionar a Francisco para que saque una declaración final contraria a la decisión del sínodo si este propone desunir a la Iglesia terrenal una declaración correcta como sucedió en Amazonia pero mientras tanto el pontificado de Francisco y el tiempo juegan a favor de la reforma y la existencia de un sínodo sobre sínodos indica que el camino sinodal está siendo habilitado por omisión por Francisco primero por su posición con respecto a la Iglesia alemana dejándola hacer hasta el 2022 una religión e Iglesia diferente y, segundo, indicando que el camino del sínodo es valido por medio de un sínodo sobre el camino sinodal en 2022 es decir que el sínodo se reglamentará a sí mismo y establecerá el poder de los sínodos, lo lógico es pensar que quienes participen ampliarán las facultades del sínodo ya que cualquiera pensaría que se dan su reglamentación a sí mismos de manera democrática y no por la autoridad del papa o de la Iglesia o que ellos representan tal autoridad que les corresponde a ellos establecer sus límites. Por supuesto, maldito el que pone su confianza en los hombre dijo el Señor. Schneider y Müller y toda la jerarquía de la Iglesia han dejado hacer a Francisco lo que quiso hasta el momento actual y le van a permitir seguir haciéndolo y en sus pecados por omisión y en las mentiras que se dicen a sí mismos y a otros de que todo esto va a salir bien y que no va a redundar en la destrucción de la Iglesia se mienten y mienten, toman el escorpión que no renuncia a su naturaleza, en sus manos, y esperan ingenuamente que no los pique y mueran. Por otro lado, el NOM cree que va a construir un poder del cuál podrá beneficiarse una vez destruida la Iglesia católica ya no tendrá más que organizar el gobierno mundial pero el gobierno mundial no será lo que el NOM espera porque al frente estará el Anticristo que usará al falso profeta y que gobernará de manera tiránica la tierra durante 3 años y medio, en ese tiempo, los hombres querrán morir y no podrán, el NOM será picado por el escorpión al poner en manos del Anticrito todo el poder terrenal y el gobierno del Anticristo será un gobierno tiránico que no dejará lugar para segundas figuras ni se ocupará de otra cosa que no sea la persecución y la perdición de los hombres, los miembros del NOM se adaptarán y lo sufrirán y al final serán vencidos por Cristo en su segunda Venida. La Iglesia reformista católica alemana muy posiblemente después de separarse de Roma entrará en tratos con otras Iglesia y religiones diferentes sobre la base de un falso ecumenismo para formar un culto universal que sirva de arquetipo a la religión y a la Iglesia universal que será la Segunda Bestia que sale de la tierra en el Apocalipsis y al entrar en tratos con otras religiones deberá incluir en su culto y en su religión ciertas características de otras religiones y así al culto a la Santísima Trinidad en el progresismo católico se le sumará el cuarto elemento de la masonería, el culto al demonio, Satanás o Lucifer, una validación de la maldad y del pecado como una forma de vida querida y aceptada por un dios que será bueno y malo y, por allí, entrará el satanismo no de la Pachamama sino que tomará otros nombres, es la validación de la maldad en Freud, en Jung y en la Realpolitik de la Iglesia terrenal que es tibia por el gobierno que ejerce el Partido del Mundo en la Iglesia y que si no se corrige será vomitada de la boca de Dios, un creer que por la mentira y el mal por medio de obras, palabras y omisión se puede llegar a algún bien y el escorpión volverá a mostrar su naturaleza. El demonio creerá llegada su posibilidad de tentar nuevamente a Cristo entre permanecer dentro de la Iglesia o subir el Cielo, tratar de dividir a la Santísima Trinidad el Hijo, el Padre y el Espíritu Santo para darle muerte, el aspira a dar muerte a Dios a generar división en la Santísima Trinidad utilizando la Iglesia es porque el demonio es asesino por naturaleza y desde el comienzo. Pero Cristo sube al Cielo y a la buena mujer o santa Iglesia, Dios le da dos alas, dos profetas que la llevarán al desierto, el Dragón vomitará en contra de la Iglesia un río de agua turbia que los santos doctores han entendido como una nueva doctrina y esa nueva doctrina será encontrar en todas las religiones naturales, ese elemento de unión lo constituye las mentiras de Satanas y su presencia a pesar de que las religiones naturales puedan tener elementos buenos desde el punto de vista natural y no sobrenatural porque se oponen a la santa Iglesia y a la evangelización y la unión en las mentiras de Satanás y en el elemento satánico dará lugar a un satanismo más manifiesto que será tragado por la tierra antes de llegar a la buena mujer o santa Iglesia, es decir, que será tragado por el terreno de lo religioso, las religiones naturales en una religión universal con presencia manifiesta del Mal. Todas las religiones naturales se volverán permisivas con el mal y fomentarán el mal salvo la religión y la Iglesia santa y verdadera. Esta última, forma parte actualmente de la Iglesia terrenal, en la cuál, está presente la contraIglesia o antiIglesia especialmente en el sector del progresismo católico. El demonio será vencido junto al Anticristo y al falso profeta, el escorpión pica nuevamente a aquellos que creían que iban a vencer por medio del mal. Se produce el juicio final y los hombres malos y los ángeles malos van al Infierno pero todavía les queda un sufrimiento peor pues han sido derrotados, el mal como un escorpión que no renuncia a su naturaleza les trajo la derrota, en la eternidad incrementarán sus mentiras se dirán como dijo Francisco que no puede permitir Dios que los condenados sufran para siempre el Infierno por lo que Dios tendrá compasión de los condenados y una vez que tenga compasión ellos iniciarán la guerra en el Cielo con nuestros siervos allí, pero Dios conoce lo que es el mal y no tendrá misericordia de los condenados en el juicio final sino que todo será como está escrito en las Sagradas Escrituras, y así sufrirán los malvados la duda que los atormentará para siempre y esa duda será si es que fueron derrotados para siempre, si nunca pudieron ni podrán dar muerte a Dios, si se han engañado a ellos mismos, porque el que miente se miente porque considera que la mentira le traerá más bienes que males, la duda será eterna, a saber, si no han llevado su existencia como unos tontos desde el principio, si su astucia sólo es necedad y esa duda sin reconocer la culpa y arrepentirse los carcomerá por toda la eternidad y será el mayor castigo porque convierte a la maldad en necedad y a los malos en ridículos y tontos de manera que si en el Cielo se contempla la Verdad y la sabiduría en Dios y reflejada en la Jerusalén celestial en el infierno ellos padecerán las preguntas, las dudas, la ignorancia y la necedad tanto como la maldad y podrá decirse con seguridad que son tontos y malvados y, por ello, doblemente malos. El presunto burlador será burlado porque nadie se burla de Dios. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

    1. Alberto Ramón y olé. Me lo he leído todo. Bravo y gracias por su explicación. Nuevos puntos de vista sobre el Apocalipsis. Todo lo que no se aparte de la Doctrina y Tradición es más que aprovechable.

  2. Ha habido lugares a lo largo de la Historia de la Iglesia en que por motivo de persecuciones no ha sido posible que los fieles asistieran a misa: no había sacerdotes (Japón, Inglaterra, México…). Los fieles se reunían a rezar, a leer las Escrituras… pues carecían de otra alternativa. Hoy, por la pandemia, debemos practicar el acto de caridad cristiana de evitar el contagio y de extender la enfermedad. Tengo 77 años y padezco de diabetes, hipertensión, gota…, para mí es un enorme consuelo espiritual el poder asistir desde el otro lado del mundo a la misa por Youtube del Santuario de Torreciudad (escogemos esa por motivos de horario); también lo es para mi esposa y mi hija. Sabemos que «sin Eucaristía no podemos vivir», como dijo un mártir, pero estamos convencidos de que Dios en su paterna bondad nos bendice y nos ayuda a elevarnos a El por medio de esas misas a distancia; es evidente que añoramos con lágrimas la sagrada comunión real.

    1. La misma estrategia que en el adulterio se presenta una persona en una situación muy particular para justificar el adulterio y sensibilizar al lector, esa estrategia es vieja y si bien obtiene resultado en los necios es una forma malvada de tratar de imponer como válida una práctica que no lo es. Sigan con sus adulterios y sus misas televisadas aquellos que no quieran salvarse. Saludos

      1. Qué bronca que me da un mexicano no escribe así, un mexicano no llora tanto en un comentario sino viene otro mexicano y lo muele a palos para que deje de llorar. El comentario toda una lágrima desde el principio al fin, una canción de tango propia de un porteño o argentino, empieza a llamarse a sí mismo Viejo Profesor como el tango veinte años no es nada que llora la edad, luego, se refiere al otro lado del mundo una expresión de un argentino y propia de Francisco, como si ponía que era un argentino nadie sentiría compasión sino bronca dice que es mexicano y para afirmarlo recuerda a la gesta cristera dice que padece diabetis, hipertensión, gota… pone puntos suspensivos luego para agregarle dramatismo incluye a esposa e hija y agrega añoramos con lágrimas la sagrada comunión real. Si van a inventar algo que por lo menos tenga algun viso de verosimilitud. Y si existe un mexicano tan llorón pues no va a ir al cielo por llorón deje ese papel a Blanca que es una mujer y llora bastante bien.

  3. Tome hace 7 años la decisión de no mirar las Misas en el Vaticano, presididas por el Vicario de Cristo actual………….

    Por la pesima calidad filosofica y teologica, sustituida por algo parecido a lenguajes animalescos insostenibles de entender.

    Por la pesima calidad litúrgica. Se puede tener un excelente ceremoniero, se puede estar en el lugar más esplendoro, pero el que preside no se ve interesado en elevar la calidad.

    Porque no se habla de Doctrina Social cristiana ni de la caridad como una virtud cristiana, sino que se insiste en invocar a personajes extraños que en este momento especial brillan por su ausencia y por lo que se vé, no existen mas que en una mente que ve lo que ningun de nosotros ve.
    (A propósito, un sueño era irnos todos al Amazonas a ser inculturizados y a evangelizar sin hacer proselistismo o algo así)

    Espero al nuevo Pontificado con impaciencia.

  4. La misa en televisión y en pantalla es de un aburrimiento total, y yo no miro las misas por pantalla o televisión: no las he podido acabar, excepto unas pocas veces por estar enfermo. Las misas han de ser presenciales.

    Existe el riesgo grave de que las misas se transformen en un espectáculo sin transcendencia alguna.

    1. Pues mi padre, de 99 años, oye la Misa con la misma devoción que si estuviera en la Iglesia. Me parece que, si usted se aburre, es problema suyo y no de la televisión.

      1. Pero supongo que su padre está imposibilitado -no necesariamente físicamente- de poder acudir a Misa presencial. En muchas residencias o casa particualres, para muchos mayores, les sirve de consuelo y «entretiene» en una buena acción. Pero los méritos de la asistencia no los reciben, aunque sí es cierto que, dependiendo del sujeto, Dios le dará gracias por otros caminos según su magnanimidad, pero no gracias unidas a la asistencia eucarística.

        1. Pues no, no está imposibilitado. Y menos intelectualmente; si piensa usted que está gagá, nada de nada. Le cuesta andar pero va a Misa a la parroquia cuando la hay. Y no se «entretiene», la vive. Y yo, lo mismo. Rezamos y nos sirve de gran ayuda para soportar estos días. Estoy segura de que Dios también concede gracias a quien oye una Misa a través de los medios por devoción. Para entretenernos, tenemos otras cosas.

  5. Se parte de una premisa falsa: «En la concepción de los Padres, las representaciones teatrales o competitivas se caracterizan por la presencia paradójica de un “pleno“ de fuerza emocional y un “vacío“ de consistencia real».
    Una Misa emitida por los medios no es un vacío de consistencia real, puesto que «realmente» se está celebrando, no es, por lo tanto un «vacío», ni es tampoco algo meramente «emocional».

    1. Lo grave no es eso, es que justamente en el momento en que Cristo muere en la Cruz no estamos presente a su lado sino que lo vemos a la distancia y por televisión sin involucrarnos no nos la jugamos por Cristo ni hacemos acto de presencia, estamos cómodos sin arriesgar nada. Pero además es como creer que uno está presente en distintos actos solemnes un casamiento, un velorio porque uno le pidió a un amigo que lo grave y que lo envíe por Internet o por Facebook. Se trata del sacrificio incruento de Cristo en la Cruz y le pregunto si no quedaría uno atónito si siendo un amigo justo y bueno llevado a un tribunal y ajusticiado en vez de estar presente en el lugar y en el momento de su muerte uno enviaría a un tercero a que lo filme para presenciarlo y para mostrarlo a todo el mundo, ¿Estaría bien transmitir por televisión ese acto o sería verdaderamente una ofensa televisar ese acto? Se trata del mismo sacrificio de Cristo en la Cruz el que se produce en la santa misa pero de manera incruenta ¿Cree que estaría Ud. acompañando a Cristo si lo ve desde el televisor en la comodidad de su casa? ¿Permitiría Ud. que pasaran por televisión la muerte de su madre, padre o hermano? ¿Y si considera que es ofensivo tratar la muerte de seres humanos de manera tan inmoral y sin escrúpulos y publicitarla ante la vista de todos no sería más ofensivo transmitir por televisión el sacrificio que Dios hace en la Cruz para que Ud. viva? Si a Ud. no le molesta ni le duele que se muestre el sacrificio de Cristo como un espectáculo por televisión entonces tenemos distinta sensibilidad y distinta forma de comprender lo que es bueno y justo y lo que es piadoso y muy posiblemente esté en la misma sintonía que Francisco. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

    2. Bien dicho, Atónito. Si una Bendición es válida dada através de los medios, Una Misa algo de valor tendrá a los ojos de Dios, y seguro de que es fuente de gracias para quien la oye con devoción.

    3. Creo que sí que es un vació de consistencia real, no existe realmente para quien no está allí. Sólo me puedo unir espiritualmente -como por otra parte siempre se ha enseñado en la Iglesia- a ella y, especialmente, al momento de la Consagración. Por ese motivo, la unión espiritual, se tocaban las campanas en los pueblos en ese momento de la consagración, y se siguen tocando en algunos. Pero nunca puede suplir a la presencia, es como la comunión real y la espiritual, no es lo mismo ni puede suplir una a otra. En el campo humano tampoco es lo mismo estar con la esposao o la novia/0, hablar con el-la incluso, y estar con el-la. «…descubre tu presencia y máteme tu vista y hermosura/ mira que la dolencia de amor, que no se cura/ sino con la PRESENCIA Y LA FIGURA» que dejó muy bien escrito San Juan de la Cruz.

        1. No la que es papista es Ud. ninguno de nosotros somos papistas sino católicos es más no coincidimos con mucho de lo que enseña Francisco pero Ud. lo defiende e inventa historias como de un padre de 99 años poco creibles pero bueno vaya Ud. a pedir santas Misas televisadas y a contar sus historias poniendo a su padre de 99 años como excusa y escudo a otro lado, a otro lado. Un supuesto mexicano llorón que escribe como un argentino un comentario que parece un tango y una supuesta amada hija de un padre de 99 años que lo usa de excusa para defender su postura en Internet ¡qué sujetos! Sí, no nos falta nada en este sitio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *