Padre patrón. El fundador del Movimiento Apostólico de Schönstatt habría abusado de sus religiosas

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La noticia bomba de hoy es que el sacerdote alemán Josef Kentenich, fundador del Movimiento Apostólico de Schönstatt, muerto a los 83 años en 1968 y de quien está en curso la causa de beatificación, en los años ’50 fue reconocido como culpable por la Santa Sede de abusos sexuales contra las religiosas de su movimiento.

Quien nos da la noticia con sus detalles, en la carta que transcribimos a continuación, es la investigadora que la ha descubierto, Alexandra von Teuffenbach, ex docente de teología e historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Lateranense y en el Ateneo “Regina Apostolorum”, especialista en historia de los Concilios y editora, entre otras, de la publicación en varios volúmenes de los diarios el Concilio Vaticano II, del teólogo jesuita Sebastiaan Tromp.

Fue precisamente Tromp el visitador apostólico enviado en 1951 por la Santa Sede a Alemania, a la localidad de Schönstatt, para corroborar lo que se temía que sucedía en el naciente movimiento. Con el inmediato efecto que desde Roma un decreto del Santo Oficio ordenó al padre Kentenich separarse de la obra por él fundada y sobre todo de sus religiosas.

Pero en ese decreto no se decían todos los motivos. Pero que Alexandra von Teuffenbach ha encontrado ampliamente documentados en los informes redactados por Tromp en el transcurso de su inspección, conservados en los archivos de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Abiertos hace poco para que los eruditos los consulten, junto a todas las cartas del pontificado de Pío XII, estos informes han sido la mina en la que ha excavado la investigadora.

En 1965 Pablo VI condonó la pena al entonces anciano fundador y le permitió volver a Alemania, donde murió tres años después.

El Movimiento Apostólico de Schönstatt es todavía uno de los más renombrados y difundidos a escala planetaria. Uno de sus últimos superiores generales fue Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo de Santiago de Chile desde 1998 al 2010, llamado por el papa Francisco en el 2013 al estrecho círculo de sus cardenales consejeros en el gobierno de la Curia romana y de la Iglesia mundial.

En Wikipedia, la biografía del padre Kentenich tiene el estilo de una hagiografía, en apoyo de su causa de beatificación. Pero naturalmente, después de este descubrimiento, deberá ser reescrita totalmente desde el comienzo.

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Muy estimado doctor Magister,

en el transcurso de mis investigaciones llevadas a cabo en varios archivos sobre el jesuita holandés Sebastiaan Tromp (1889-1975), profesor en la Gregoriana, consejero del Santo Oficio y secretario de la Comisión Teológica del Concilio Vaticano II, recientemente me encontré con algunos documentos referidos a una gran obra religiosa.

En los años 1951-1953 Tromp fue efectivamente encargado para llevar a cabo una visita apostólica a Schönstatt, en la diócesis de Tréveris en Alemania, donde se encuentra todavía la sede principal de un amplio y ramificado movimiento, compuesto también por religiosas marianas. Cuando fue fundado por el padre palotino alemán en los años inmediatamente anteriores a la primera guerra mundial, no existía todavía la forma canónica del instituto secular, que la obra asumiría después.

Esta obra pionera, que encontró inmediatamente un alto número de seguidores, fue entonces objeto de una visita apostólica de Roma. ¿Por qué?

Las actas – accesibles ahora gracias a la apertura de los archivos hasta cubrir el pontificado de Pío XII – relatan una anterior visita a las religiosas de Schönstatt ordenada por el obispo de Tréviris, que envió al lugar a su auxiliar Bernhard Stein, desde el 19 al 28 de febrero de 1949. En líneas generales, éste apreció la obra, aunque poniendo en evidencia algunos defectos e irregularidades.

En particular él escribió:

“A pesar de la clara visión del gran objetivo educativo y a pesar del alto nivel de cuidado espiritual, parece haber sólo pocas personalidades seguras, con un pensamiento verdaderamente y una verdadera libertad interior, entre los jefes masculinos y las religiosas marianas”.

Y poco después agrego haber encontrado una “insatisfacción interior tan característica de las religiosas marianas, así como también inseguridad y falta de autonomía”.

Basándose en el informe de su auxiliar, el obispo de Tréveris escribió al padre Kentenich, quien contestó, distorsionó y manipuló las disposiciones del obispo, cosa que a este último no le agradó en absoluto.

En este punto la cuestión llegó a Roma y se dispuso una nueva visita apostólica, con el encargo esta vez confiado al padre Tromp.

En el curso de tres años este jesuita fue muchas veces a Alemania y profundizó varios aspectos de la obra, como se deduce del centenar de páginas en alemán y en latín conservados en los archivos.

Pero lo que atrajo mi atención no son los estatutos de la obra, que deben ser reelaborados, sino el grave abuso de poder por parte del fundador en perjuicio de las religiosas, claramente determinado y puesto en evidencia por el visitador romano, como por otra parte ya lo había hecho el visitador local.

La obligación impuesta a las religiosas de confesarse con el fundador – al menos en algunas circunstancias – es sólo un aspecto. Lo que Tromp recoge de los testimonios, de las cartas, de tantos coloquios celebrados, también con el fundador mismo, es indicativo de una situación de dependencia de las religiosas, en alguna manera ocultada por una especie de estructura familiar aplicada a la obra.

Kentenich era el “padre”, el fundador del poder absoluto, con frecuencia equiparado a Dios, tanto que en muchas expresiones y oraciones no se comprende con claridad si éstas están dirigidas a Dios Padre o al fundador mismo. Pero en esta “familia” la “madre” general no tiene ningún poder y todavía menos lo tienen las “hijas”, es decir, las religiosas. Un “padre-patrón” entonces, un ejemplo deslumbrante de lo que probablemente pretende el papa Francisco cuando habla de clericalismo, con el padre y fundador de la obra que se levanta como propietario del alma y del cuerpo de las hermanas.

Esta condición suya se explicitaba también en actos concretos. Las religiosas, mensualmente, debían arrodillarse frente al “padre”, extender sus manos hacia él y darse totalmente a él. El diálogo que se desarrollaba, frecuentemente con la religiosa a solas y a puertas cerradas, era el siguiente:

“¿De quién es la hija?”. Respuesta: “¡Del padre!”
“¿Qué es la hija?”. Respuesta: “¡Nada!”
“¿Qué es el padre para la hija?”. Respuesta: “¡Todo!”
“¿A quién pertenecen los ojos?”. Respuesta: “¡Al padre!”
“¿A quién pertenecen las orejas?”. Respuesta: “¡Al padre!”
“¿A quién pertenece la boca?”. Respuesta: “¡Al padre!”

Algunas religiosas se refirieron también a esta continuación del rito:

“¿A quién pertenece el seno?”. Respuesta: “¡Al padre!”
“¿A quién pertenecen los órganos sexuales?”. Respuesta: “¡Al padre!”.

De este rito se llega al relato hecho en una carta de 1948, trascrita por el padre Tromp, de una religiosa alemana, que en la época de los hechos se encontraba en Chile. El tema de la carta es un abuso sexual. La religiosa cuenta que después de lo que le había sucedido en ocasión de uno de estos ritos no había podido ver más en el “padre” al fundador, sino solamente a un “varón”, diciendo que se había rebelado y sufrido durante un año antes de poder hablar con su confesor al respecto.

Éste no reaccionó, como se habría podido temer, reprochando a la religiosa por su “impureza”. Por el contrario, le dijo que no le daría la absolución hasta que ella no le diera el permiso de denunciar en Roma el comportamiento del padre Kentenich, “porque no comprendía cómo religiosas inteligentes podían participar en estas cosas, pero menos todavía podía comprender al padre”.

La religiosa, en su evidente conflicto interior, llena de vergüenza y miedo, escribió a la madre general en Alemania una carta que ésta última envió con una copia a Kentenich, y tuvo por toda respuesta de la madre la acusación de estar poseída por el demonio. Cuando después el visitador apostólico preguntó a la madre general, ya destituida, si había recibido otras cartas de ese tipo, la madre generala dijo que seis-ocho cartas, que le parecieron menos graves, pero dijo que las había arrojado a la basura.

Todo el clima, todo el ambiente descrito por el visitador es muy sexualizado. Ballets de religiosas en torno al padre fundador, encuentros nocturnos y expresiones ambiguas no son ciertamente lo que se espera en una casa religiosa. Pero después de haber negado inicialmente los hechos, los partidarios de la obra – en primer lugar el general de los palotinos, Woicjech Turowski, porque Kentenich todavía era palotino – consideraron poder justificar todo: el fundador sólo habría ayudado a las religiosas a liberarse de las tensiones sexuales con un “remedio pastoral psicoterapéutico”.

En agosto de 1951 un decreto del Santo Oficio – con confirmación pontificia – alejó al padre Kentenich de su obra, exiliándolo y prohibiéndole todo contacto ulterior con las religiosas. La Iglesia había actuado velozmente y sin fomentar un escándalo público, porque no quería dañar la obra, sino sólo ayudar a las religiosas. Pero centenares de páginas de actas, en los años siguientes, relatan cómo el fundador, que se encontraba en una casa de los palotinos en Milwaukee (Estados Unidos), no se atuvo en absoluto a las disposiciones vaticanas, manteniendo contactos con las religiosas, las cuales – ésta es quizás la cosa más elocuente – no lograron encontrar esa libertad y autonomía que los visitadores habían esperado.

No hubo ningún nuevo comienzo para Schönstatt, porque muchas hermanas prefirieron la fascinación del fundador a las directivas de la Iglesia. Esas religiosas no dejaron jamás de escribir, de denigrar y calumniar no sólo a los visitadores, sino también a las hermanas que habían colaborado con ellos y a los sacerdotes que habían testimoniado contra el padre Kentenich. El Santo Oficio debió intervenir durante muchos años más, al menos durante todo el período cuya documentación es accesible ahora.

Esta es la parte oscura de la historia, pero hay también una parte edificante. Es la curia romana que actuaba bajo Pío XII y que – ciertamente en este caso – llegó a dar lo mejor de sí.

Las actas narran una investigación asidua y meticulosa de la verdad. Son escuchados todos, también los amigos del padre Kentenich, quienes ponen de relieve los méritos de la obra, pero mucho menos la persona misma del fundador. Pío XII, que sigue y aprueba cada paso, considera con mucha atención todo escrito dirigido a él por parte de las religiosas.

Más allá del trabajo realizado como visitador, que parece impecable también a sesenta años de distancia, golpea mucho el modo en el que el padre Tromp se refiere al encuentro con la religiosa abusada, cuando ésta pudo finalmente volver a Alemania. De un jesuita holandés anticuado jamás nos habríamos esperado probablemente este lúcido apunte en latín, que se puede traducir así:

“Dijo casi las mismas cosas que se encuentran en la carta. Agréguese a ello que después no fue molestada jamás por el padre Kentenich. Está siempre ansiosa, por temor a haber obrado mal al manifestar la cosa. Le dije que actuó correctamente y le prohibí tener contacto con el padre Kentenich en persona o por escrito sobre este asunto”.

Esa Iglesia de hoy es tan a menudo culpada por no saber cómo tratar los abusos sexuales, aquí en cambio tiene anticipado los tiempos. Estamos en los primeros años de los ’50, muy lejos de las leyes estatales que protegen a las víctimas de abusos o de una conciencia en la sociedad respeto a la cuestión. Pero la Iglesia Católica procede en el sentido más justo por esas mujeres, pero sin degradarlas publicitando los hechos. En el decreto del Santo Oficio no hay nada escrito respecto a los abusos, pero los hechos cuestionados se los comunica por escrito a las madres superioras, para que puedan aceptar más fácilmente el alejamiento del fundador. Lamentablemente las religiosas no estuvieron en condiciones de acoger esa mano que se había extendido hacia ellos; no lograron – así se deduce de las actas – separarse de ese hombre, así como muchas mujeres no llegan a alejarse de marido que la maltrata y que con frecuencia excusan y defienden.

La historia es mucho más terrible porque, después de tantos años del inicio en 1975, la fase diocesana de la causa de beatificación del padre Kentenich está por cerrarse y ser enviada a Roma. Es por esto que le escribo hoy, muy amable doctor Magister, para hacer pública esta historia, para que cese la veneración de este “padre” y se puedan demoler las numerosas reconstrucciones de verdades alternativas propuestas, como si se tratara solamente de debilidades psicológicas frente a un hombre al mismo tiempo tan carismático, hábil y terrible.

No tenía ganas de guardar silencio, porque como mujer me han brotado las lágrimas al leer esas cartas y como cristiana pienso que sólo la verdad nos hace libres.

Alexandra von Teuffenbach

Comentarios
25 comentarios en “Padre patrón. El fundador del Movimiento Apostólico de Schönstatt habría abusado de sus religiosas
  1. ¿Cómo comenzar a enfrentar el problema del CVII y de la actual crisis de la Iglesia?
    Por medio de una confesión de fe o Credo ampliado para el momento actual de la Santa Iglesia Una Católica Apostólica y Romana
    Creo que sólo hay una Iglesia y una religión que salvan, que dentro de la Iglesia terrenal están enfrentadas la Santa Iglesia Una Católica Apostólica y Romana y la contraIglesia hasta el fin de los tiempos, que la Iglesia debe evangelizar y transir de Cristo todas las cosas, tanto lo público como lo privado, que en muchos documentos del Concilio Vaticano II hay ambigüedades y/o errores en la forma de expresión que son contrarios o pueden interpretarse de forma contraria al magisterio ordinario y extraordinario de siempre y que esos errores y/o ambigüedades han llevado a la presente crisis de la Iglesia, que la presente crisis daña gravemente en la santidad de la Iglesia y hace peligrar su continuidad, que deben abandonarse los documentos del Concilio Vaticano II como fuentes importantes para la formación de seminaristas, laicos y clero y para la catequesis y que debe volverse a documentos de magisterio ordinario y extraordinario más seguros, que la libertad religiosa ejercida de mala fe puede ser tolerada pero que nunca un derecho natural, que la ciudad de Satanás, enemiga de Dios y del hombre, ha tomado en estos tiempos la forma de un Estado profundo y de una Iglesia profunda que conspiran para la destrucción de la Iglesia y para la dominación mundial por parte de los anticristos, que si parte importante de la Iglesia docente y discente se unen podrán intentar con más éxito restaurar la fe, moral y santidad de siempre que es lo que Dios exige, a saber, la colaboración de la creatura humana y de la Iglesia en la obra de salvación, que existe la posibilidad de que se esté preparando el Apocalipsis por acciones, palabras y omisiones, desde el Estado profundo y la Iglesia profunda en la presente crisis, que se debe buscar guiar y conducir a la Iglesia en la unidad no sólo del culto sino en la confesión y profesión de fe de verdades divinas y humanas reveladas y que son fruto, también, del Magisterio y Tradición de siempre, que el culto en la Santa Misa forma parte de la fe que salva pero, además, es necesario asentir con fe, esperanza y amor a la doctrina, ascética, mística y moral perennes sin las cuáles no se puede ser miembro sano de la Iglesia y estar en gracia, que participar del culto a Dios en la Santa Misa es la acción más meritoria que puede llevarse a cabo en esta vida y que la santa Misa de Pablo VI no expresa adecuadamente la noción de sacrificio y debe ser mejorada en base a la Santa Misa de siempre, que el infierno existe, que los pecados mortales existen y si no son confesados, rectificados y perdonados conducen al hombre al infierno en esta vida y en la próxima, que el hombre ha sido creado varón y mujer, que el aborto, la eutanasia, el suicidio inducido, el control antinatural de la natalidad y de la población son pecados mortales, que la realización de relaciones contra natura o fuera del matrimonio son pecados mortales, que todos los hombres están llamados a la santidad dentro de la Iglesia y al perdón de los pecados por medio de la Iglesia, que las verdades de esta confesión de fe forman parte esencial, en este momento, de la fe verdadera del católico y de la Santa Iglesia Una Católica Aportólica y Romana. Amén

  2. Señala Viganó que el CVII debería ser dejado de lado en su artículo a Sandro Magister como un primer paso en buscar nuevas soluciones al problema actual crisis de la Iglesia pero no es suficiente porque el CVII ha generado EN PARTE un seudo magisterio y pastoral erróneos.
    Con el olvido no es suficiente es necesario restaurar la fe siguiendo las pautas de los santos y obispos que actuaron después de Trento, Viganó y otros, COMO IGLESIA y no sólo como doctores privados.
    El CVII ha generado deformaciones en el magisterio ordinario y en la pastoral pos conciliar, es obligatorio establecer los errores o ambigüedades del CVII, declarar anatemas y proponer la fe de siempre, por ejemplo, en el documento sobre la libertad religiosa ejercida de mala fe no hay derecho natural sino tolerancia, sobre el Estado no se puede enseñar el indiferentismo religioso, y la única religión verdadera y la única Iglesia que salva es la católica, exponer verdades claras de fe y confesar las mismas en comunidad.

  3. Un buen tema Specola para tratar y analizar, el tema es si un Estado tan reducido como el Vaticano puede ser rentable y sostenible en el tiempo, si puede alcanzar la suficiente independencia económica para constituir un estado que con un territorio mínimo pueda cumplir su función de permitir la autonomía de la Iglesia católica y es que sin dejar de señalar los graves errores y pecados de Pío XI con los cristeros en México a los cuales traicionó y de retomar la idea de que la Iglesia había estado equivocada durante siglos al tener un Estado más grande del cuál obtener impuestos para sostener las elementales funciones nos preguntamos si ese Estado que no es un Cuerpo, o sea, una ciudad o polis no es más que un hueso de San Francisco incapaz de representar el hombre entero. Quiero decir que un Estado tan pequeño sin casi capacidades de financiación no puede tener una autonomía suficiente y no veo por qué no relacionar el bulímico Estado del Vaticano que pasa a depender de la Iglesia alemana y de los impuestos del Estado Alemán en gran medida no iba a pasar a servir con Francisco a la reforma alemana y al NOM, Benedicto sufrió presiones económicas más que todo, se encontró que le faltaba dinero para pagar a sus funcionarios y vio que era imposible gobernar un estado en esas condiciones y renunció o aparentó renunciar y luego vino Francisco que hizo lo que la Iglesia alemana le indicaba que hiciera y dijera. ¿Dónde está la autonomía? ¿Puede el Vaticano subsistir por medio de lo que no es ni siguiera un hueso de un Estado y cumplir las funciones del Estado en orden a la Iglesia o pasa a depender por lo reducido de su territorio y población del dinero de una Iglesia como la alemana? ¿Dónde está la autonomía de un Estado que se ve reducido a lo espiritual y que por no tener el cuerpo suficiente no camina ni oye ni ve ni habla sino por lo que los terceros que le suministran el dinero les hace decir y hacer? Muy buen tema Specola para pensar y para repensar, a saber, ¿el Estado del Vaticano tan reducido es capaz de tener una cierta autonomía y con qué dinero, con el dinero de quiénes, con sólo el turismo puede mantenerse un estado de unos pocos metros cuadrados y mantener funcionarios, con qué impuestos y a quién? Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

  4. Me duele Magister su falta de información y documentación. Me duele el cabecero de su artículo. ¿Busca usted la noticia bomba o busca la verdad? El P. Kentenich nunca fue reconocido como culpable por la Santa Sede. La «denuncia» provino solo de una de las Hermanas, de la que por cierto no se menciona que tenía problemas psicológicos. Es fácil echar la culpa a alguien de las propias debilidades o miserias.Equiparar a las hermanas con las mujeres que no logran separarse del marido que las maltrata me parece deleznable. Por cierto, Alexandra no ha descubierto nada, el documento ya se conocía; simplemente lo ha sacado a la luz en el momento más indicado, curioso, ¿no?
    Por lo demás, el P. Kentenich siempre obedeció y acató las disposiciones de la Iglesia. Amó a la Iglesia siempre.
    Belen

  5. Muchos fuegos artificiales pero nadie refuta la abundante información

    Lamentablemente cuando alguien atribuye a un superior el lugar de Dios, pueden pasar esas cosas

    Y hoy pasa lo mismo

  6. Lamentable publicar un artículo que denigra a una persona muerta sin tener seguridad de lo que pasó. Me desilusiona Magister. Los opinadores un lodazal como Infovaticana.

  7. Por Dios Specola un poco de mejor asesoramiento en la historia de la Iglesia, necesitaría un religioso y sacerdote tradicionalista que lo asesore para no presentar unos errores tan graves y de índole progresista. Como Ud. bien sabe el progresismo católico y antes el modernismo católico de Lamennais y Maritain intentaron mostrar una Iglesia de la Edad Media en decadencia y mostrar cómo la Revolución Francesa, la democracia, el liberalismo y el comunismo habían iniciado una nueva Iglesia y una nueva religión y pintaron la Iglesia de siempre como si fuera un desastre. Lo mismo hicieron los protestantes en su época. Antes del 1870 se le pedía al papa Pío IX ciertas reformas a nivel político, eran ideas revolucionarias propias de la revolución italiana que buscaba destruir la Iglesia católica, el papado, detrás de esa revolución se encontraban varias masonerías una dedicada a lo político y otra ubicada en un ámbito superior dedicada a destruir la Iglesia católica en lo religioso por medio de poner en el papado a un masón y cambiar la fe de siempre. La masonería y la cábala fueron las que atacaron y destruyeron el poder temporal del papa quitándole los reinos que estaban bajo sus dominios, no es una cosa por la cuál enorgullecerse y solamente los mentirosos de siempre trataron de explicar que un estado más pequeño era lo que le convenía a la Iglesia católica. No sé si tiene idea del valor moral y religioso de Pío IX pero temo mucho que llegue a creer que las cosas que se ven ahora en el Vaticano y que pueden constituir delitos estuvieron siempre debido al Vaticano y que no se dan en otros estados o países, ello lo llevaría necesariamente a la conclusión de que hay que estar del lado de los reformadores que buscan un gobierno democrático y una religión e Iglesia que siga los deseos morales y religiosos de las masas. Lamentablemente, debo decirle que le está haciendo el juego al NOM con esa actitud y a los progresistas y no se da cuenta y no compara las atrocidades que ocurren actualmente en países europeos sobre el aborto, la eutanasia, la ideología de género, la destrucción de la familia, etc. todo ello lo debe llevar a adoptar una postura contraria a Viganó y favorable a una interpretación oficial del Covid 19. Lo lamento por Ud. porque quién no llega a alcanzar la verdad religiosa no llega a alcanzar nada en esta vida. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

  8. No me extrañaria que sean falsas acusaciones como ha pasado en otras congregaciones,siempre hay gente dispuesta a inventar,uno o varios.como dijo Benedicto 16,se martiriza difamando.

  9. MARIA totalmente de acuerdo. Nunca he entendido cómo se han dejado abusar, violar, vejar los seminaristas y personas consagradas a Dios. Los mandamientos sobre la sexualidad son bien claros y para TODOS Y TODAS… Me refiero tanto a estas religiosas, como a los seminaristas o Sacerdotes a usados etc por sus superiores o iguales… ANTES MORIR QUE PECAR»No me vengan que se sentían presionados… EJ tan bochornoso el ex – arzobispo de Washington, el repugnante Mcarrick… Es que no hubo quien le partiera la cara y lo que fuera… Después ya uno se enfrenta a las AUTORIDADES CIVILES Y ECLESIÁSTICAS. Diferente si son niños muy pequeños, es aún más grave pero éstos no saben ni pueden defenderse,entre otras cosas porque con ellos se utilizan otras tácticas…
    EN cuanto a JUTE OVCE… No es la primera vez que hace comentarios que no toca. Será que ud. No tiene pajorera idea de nada y le gusta meter narices en INFOVATICANA a ver que se cuece??? Documente se y no haga el ridículo, garrulo!

  10. Me resulta del todo sorprendente que habiendo sucedido estos hechos haya podido abrirse la causa de canonización.
    Lo habitual es que cuando va a abrirse, se consulte primero a Roma para saber si hay algo que se oponga a dicho proceso.
    Me dicen que en esos casos, se abren inmediatamente los archivos

  11. Con respecto al tema del padre fundador del Movimiento Apostólico de Schonstatt que se señala ya muerto lo que se hace es simplemente un manejo de la propaganda para señalar que antes del concilio vaticano II existían problemas y que los abusos no son de ahora, el que no se está dando cuenta de esto es porque como hijo de la luz es menos astuto que los hijos de la oscuridad. Es un programa para desprestigiar a la Iglesia anterior al concilio vaticano II como una forma de decir que es lo mismo que sucedió con Maciel y con tantos horrores después del CVII. Una defensa del concilio y de la reforma de Francisco y de los progresistas pero sugerida de manera que se toma un caso cerrado y se lo expone y se trata de que se saquen las conclusiones de que el problema no está en el Mundo en su incapacidad de manejar la sexualidad sino en la Iglesia de siempre.
    Con respecto a Viganó y el apoyo y supuesto retractamiento del obispo Negri que habla de una manifestación de Viganó del 27 de junio que no encuentro en ningún lado debo decir lo siguiente:
    Hace unos cinco años cuando contemplaba cómo se estaba «luchando» por la Iglesia me vino a la memoria una teoría de un libro de Umberto Eco que se llamaba creo La nueva edad media la tesis principal era que el sistema para evitar todo tipo de problemas creaba su propio contrasistema u oposición y ponía a gente del sistema a cargo de manera de formar una oposición ficticia y mantener dentro del sistema a los opositores, o sea, mantenerlos controlados y gobernados. El que tenga inteligencia que entienda.
    Por supuesto que la oposición de uno o de diez separados pasa a ser más una oposición fingida que verdadera, a mucha gente parece interesarle que se conserve de la Iglesia las estructuras mientras se cambia la moral y la religión y se deja de Cristo sólo el nombre. Creo que esa postura se está llevando adelante desde el sínodo alemán pero cualquiera que conozca cómo ha actuado y cómo va a actuar el NOM como un nombre nuevo para la vieja masonería y la cábala se dará cuenta de que no puede permitirse la subsistencia de algo que recuerde a la Iglesia católica y que no solamente se debe destruir la familia y la patria para formar el nuevo gobierno mundial manifiesto sino que para formar la nueva religión sincretista de la masonería se debe destruir completamente el papado y la Iglesia católica. Como dice el Apocalipsis se dará muerte a la mujer y se repartirán sus vestidos en distintas Iglesia nacionales reformistas seudocatólicas separadas y el Vaticano y Roma desaparecerá en una hora.
    En cuanto a si estos sujetos están verdaderamente llevando a cabo una oposición a la destrucción de la religión católica, de la Iglesia y del papado tengo mis dudas y es que su división muestra que solamente están jugando un papel designado de mantener dentro de la Iglesia entendida como estructura a todos los fieles católicos e ir transformando su catolicismo en algo diferente, en una herejía distinta que puede ser el cúmulo de todas las herejías. La Iglesia vaciada de doctrina y de moral, de ascética y mística se transforma en una estructura sin ningún fin serio a nivel sobrenatural cada uno cree lo que quiere y hace del culto lo que quiere y trata a los sacramentos como quiere.
    El problema no es ahora si verdaderamente Francisco y los alemanes desean destruir la religión e Iglesia católica sino si existe alguien en la jerarquía interesado en oponerse a los alemanes y al NOM, pero un hombre sólo no es comunidad de fe y ahí se expiden dividiendo y haciéndole el juego a los alemanes todos los que se hacen llamar conservadores y tradicionalistas dentro del clero y en las altas esferas.
    Vamos a ser claros no porque obispos y sacerdotes no crean y quieran mantener las estructuras a cambio de la apostasía general voy a dejar de creer en la Iglesia de siempre, ellos lo que hacen es confirmar una vez más las palabras duras de Dios al Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento y las palabras no menos duras a las distintas Iglesias del Apocalipsis de San Juan lo que hace solamente confirma las palabras de Dios a la Iglesia de Laodicea y muchas expresiones sobre los tiempos finales de padres de la Iglesia y de teólogos. Sólo comprueban los pecados de los hombres y que la corrupción de lo óptimo es lo pésimo.
    Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

  12. Otro Maciel, que terrible. Y que daño tiene que haber hecho a tanta gente. Nunca podré entender que un religioso se dedique a estas cosas. Mas le valía haberse hecho proxeneta desde el principio.

    1. Coincido con MARÍA. Si a mi un cura de joven me mete mano, hubiera reaccionado, probablemente sacudiendole un buen puñetazo. Comprendo que todo el mundo no tiene mi caracter ni mis posibilidades, pero aunque hubiera sido debil, estoy seguro de que hubiera reaccionado aunque luego me partiesen la cara a mi. O hubiera cogido una silla y se la habría roto en la cabeza, y quien dice una silla dice cualquier cosa. Lo que tengo claro es que yo no me habría dejado hacer, y si estoy en un movimiento por supuesto me saldría.

    2. Investigado y penitenciado por el Santo Oficio de Pío XII. Perdonado y remitido de sus penas por Pablo VI. Expandido a lo grande su ‘legado espiritual’ merced a la primavera del post-Concilio. Pendiente de beatificar por Francisco…

  13. Pero qué mujeres abusadas ni que nada,todos unos promiscuos,q quisieron mantener relaciones, si yo soy religiosa de esa orden y un cura,un fundador o quien sea me hiciera la mas mínima insinuación,salgo corriendo ,y si me intentan forzar me dejo matar como Santa Maria Goretti,antes que OFENDER A DIOS,x favor,estamos hablando de mujeres adultas,que no estaban secuestradas ni retenidas a la fuerza, podían abrir la puerta del convento y salir corriendo.Y éstas mujeres no conocían el 6 Mandamiento?? Y la Escritura que dice asi viniera un Ángel del Cielo a anunciaros un Evangelio distinto del que habeis conocido ,sea ANATEMA.
    Ya está bien de insultar nuestra inteligencia.

  14. Patético, y tres veces más patético, casi increible creer lo del rito. ¿ Será verdad la estupidéz de algunas mujeres con el afan de dominio y abuso de los hombres ? Parece que si, y que pena que mujeres entregadas a Dios, no distingan esto. No distingan entre lo que es servir a Dios, y lo que es servir al diablo, y encima se sientan culpables de denunciar.
    Como mujer, me da una vergüenza terrible estos comportamientos, no puedo comprender como una religiosa pueda estar ni 5 minutos en una orden así.
    Señor ten misericordia de las mujeres, que no nos has creado para esto.

    1. ¿Pero qué mujeres ni qué niño muerto? ¿Es que no ha visto usted multiplicados estos mismos comportamientos en seminaristas, secretarios, aspirantes, escolanes, alumnos de congregaciones y órdenes de la enseñanza, ‘escultistes beati-barrats’ y tantos varones estragados por sus líderes eclesiales a lo largo de toda la rica y gozosa realidad post-conciliar…?

  15. Por favor, lea el artículo antes de lanzarse a escribir: compare el tratamiento disciplinario que tuvo el caso durante el reinado de Pío XII, con la remisión total de Pablo VI y la expansión a velas desplegadas del maloliente movimiento durante «la Primavera del Concilio». Más la prevista santificación del lobo –si Dios no lo remedia– por parte de Francisco.

  16. Y no es tanto –creo– la dependencia psicológica de la mujer maltratada lo que hizo fracasar las delicadas pero firmes medidas de la curia de Pío XII y de su Iglesia todavía sana, sino lo se impondrá después universalmente en el tinglado conciliar: el irresistible y despótico poder del líder «carismático» que, como en las sectas más zafias, ocupa el boquete que deja la demolición y ruina de la verdadera fe.

  17. Sí, éste ha sido el patrón de «santidad» del estamento eclesiástico a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Y a la vez exultaban todos por el «Nuevo Pentecostés» que traía el Concilio…

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