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No sólo Israel: También la Santa Sede tiene sus “acuerdos de Abraham”

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Con los llamados “acuerdos de Abraham”, a partir de 2020, el Estado de Israel estrechó fructíferas relaciones con Estados árabes que hasta ayer eran sus enemigos jurados, con los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein a la cabeza. Pero también para la Santa Sede está sucediendo algo análogo, con esas mismas monarquías islámicas que históricamente han estado entre las más cerradas a una presencia cristiana.

En lo que se refiere a Israel, “a pesar de la evidente referencia bíblica, estos acuerdos tienen poco significado religioso”, escribió «La Civiltà Cattolica«, la revista de los jesuitas de Roma tan amiga del papa Francisco. Pero mientras tanto han marcado un punto de inflexión con respecto a décadas de hostilidad aparentemente invencible. La transición forzada del petróleo a fuentes de energía ecológicamente limpias está induciendo a los Estados petroleros del Golfo a adquisiciones masivas de tecnología “verde”, de la cual Israel es gran productor y exportador.

De ello se desprende que el prolongado conflicto israelí-palestino también pasa a un segundo plano para los países árabes – mucho más preocupados, como Israel, por la amenaza de Irán -, mientras que otros Estados adhieren gradualmente a los “acuerdos abrahámicos”, firmados este año también por Marruecos y Sudán y en parte ya aplicados con acuerdos informales también en Omán y Arabia Saudita.

Con efectos beneficiosos también en el ámbito religioso. La única pequeña comunidad judía sobreviviente en el Golfo, en el Estado de Bahrein, con su propia sinagoga, ha visto reconocido por primera vez, en el texto de los acuerdos. el derecho a la libertad religiosa. “Este es un momento histórico al que jamás habríamos esperado ver en nuestra vida», declaró el líder de la comunidad, Ebrahim Dahood Nonoo, pariente de de Huda Al-Nonoo, quien fue embajador de Bahrein en Estados Unidos, desde 2008 hasta 2013.

En Bahrein ya estuvo de visita también el ex rabino jefe de Jerusalén, Shlomo Amar, invitado por el emir Hamad bin Isa Al-Khalifa. Mientras que, en los Emiratos Árabes Unidos, en Abu Dhabi, se anunció “el establecimiento de una casa familiar abrahámica que contendrá una mezquita, una iglesia y una sinagoga dentro de su complejo”, y en la Expo de Dubai encontró un lugar por primera vez el pabellón israelí, con visitas de grandes personalidades judías de todo el mundo, también de Roma.

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¿Y la Santa Sede? En la Expo de Dubai también está el pabellón del Vaticano. Pero mucho mayores son las novedades que acompañaron y siguieron al hecho generador del punto de inflexión: el documento «sobre la fraternidad humana» firmado conjuntamente en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019 por el papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyeb.

Especialmente espectacular fue en Bahrein, el 10 de diciembre, la consagración de la catedral de Nuestra Señora de Arabia, la mayor iglesia católica de la Península Arábiga.

Esta iglesia imponente, con capacidad para 2.300 fieles, con una curia episcopal contigua, un refugio y un centro de formación, era el sueño del obispo Camillo Ballin, vicario episcopal para el norte de Arabia, quien murió en 2020 de Covid.

La propuesta de Ballin fue bien recibida por el emir de Bahrein, una persona de mentalidad abierta, que ya lo había nombrado entre los diez miembros de un Centro para la Convivencia Pacífica, además de incluir a una mujer católica en el senado real.

En 2018, en un terreno donado por el soberano, se inició la construcción, encomendada a un arquitecto italiano, Mattia del Prete, quien también ha sido un estrecho colaborador, durante décadas, de Francisco “Kiko” Arguello Wirtz, el fundador del Camino Neocatecumenal.

De hecho, la nueva catedral lleva la fuerte impronta de Kiko (ver foto), con su planta octogonal, el altar en el centro y las paredes completamente pintadas al fresco con paneles que relatan la vida, la muerte, la resurrección y el regreso final de Jesús, como un Evangelio pintado, legible para todos, en primer lugar, para los cerca de 80.000 católicos que han emigrado a Bahrein para trabajar, especialmente desde India y Filipinas.

Para consagrar la catedral de Nuestra Señora de Arabia llegó desde el Vaticano el cardenal filipino Luis Antonio Gokim Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien al día siguiente, el 11 de diciembre, fue recibido por el emir de Bahrein.

Dos semanas antes, el 25 de noviembre en Roma, el papa Francisco había recibido la visita del jeque Khalid bin Ahmed bin Mohammed Al-Khalifa, consejero del Rey para los asuntos diplomáticos, quien había entregado al Papa una invitación oficial para visitar Bahrein. Y aún antes, el 4 de febrero de 2020, fue el príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad Al-Khalifa, quien se llegó al Vaticano para visitar a Francisco.

Mientras tanto, el 16 de diciembre se inauguró también una nueva iglesia en los Emiratos, en Ruwais, con la primera Misa celebrada al día siguiente por el obispo Paul Hinder, vicario apostólico de Arabia meridional (Emiratos, Omán y Yemen) y administrador apostólico de Arabia septentrional (Arabia Saudí, Kuwait, Bahrein y Qatar), que sigue vacante después de la muerte de Ballin.

La iglesia, dedicada a San Juan Bautista, se construyó en un terreno donado por el príncipe heredero de Abu Dhabi, Mahamed bin Zayed Al-Nahyan. En su interior hay una estatua de la Virgen María y un crucifijo, realizados para la visita del papa Francisco el 5 de febrero de 2019. Asistieron aproximadamente 2.500 fieles inmigrantes de Asia que viven y trabajan en la región, en la frontera con Qatar.

En octubre de 2021 el jurado del Premio Zayed a la Fraternidad Humana, creado por iniciativa de los Emiratos, concedió el honor al papa Francisco y al gran imán de Al-Azhar, basándose en el documento firmado dos años antes por ambos en Abu Dhabi. Y con ambos se reunió en Roma, al margen de la conferencia interreligiosa organizada en esos días por la Comunidad de San Egidio, el jeque emiratí Nahyan bin Mubarak Al-Nahyan, ministro de Tolerancia y Convivencia.

En esta secuencia de pasos distendidos entre la Santa Sede y algunos países árabes se inscribe también la reciente visita al Cairo del cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, quien se reunió el 5 de diciembre con el Gran Imán Al-Tayyeb.

En nombre del documento firmado por él y el Papa en Abu Dhabi, se están construyendo en Egipto un orfanato y un hospital pediátrico hermanados con el hospital romano Bambino Gesù, por iniciativa de la Asociación Bambino Gesù de El Cairo, fundada y presidida por el sacerdote copto Yoannis Lahzi Gaid, ex secretario personal del Papa Francisco, desde 2014 a 2020.

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Para una lectura completa de las relaciones entre el papa Francisco y el Islam:

> Francesco, Al-Tayyeb, Al-Sistani. El milagro del triple entente

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