El mito del «pueblo». Francisco revela quién se lo ha contado

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Consultar durante seis meses con una psicoanalista judía no ha sido la única revelación inédita que ha hecho el Papa Francisco a su entrevistador Dominique Wolton, en el libro que ha sido publicado en Francia hace unas semanas.

A mitad del primer capítulo, Jorge Mario Bergoglio revela por primera vez el nombre del antropólogo que le he inspirado su concepción de «pueblo»:

“Hay un pensador que usted debería leer: Rodolfo Kusch, un alemán que vivía en el noroeste de Argentina, un excelente filósofo y antropólogo. Hizo comprender una cosa: que la palabra ‘pueblo’ no es una palabra lógica. Es una palabra mítica. No se puede hablar de pueblo de manera lógica, porque sería sólo una descripción. Para comprender a un pueblo, comprender cuáles son sus valores, es necesario entrar en el espíritu, el corazón, el trabajo, la historia y el mito de su tradición. Este punto está realmente en la base de la teología denominada ‘del pueblo’. Significa ir con el pueblo, ver cómo se expresa. Esta distinción es importante. El pueblo no es una categoría lógica, es una categoría mítica».

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Unas páginas más adelante, Francisco vuelve sobre este tema para reprochar a «L’Osservatore Romano» haber tergiversado su pensamiento:

“Lo digo y lo repito: la palabra ‘pueblo’ no es un concepto lógico, es un concepto mítico. No místico, sino mítico. […] Una vez dije ‘mítico’ y en el Osservatore Romano se equivocaron involuntariamente al traducirlo y hablaron de ’pueblo místico’. ¿Y sabéis por qué? Porque no habían comprendido qué significa el pueblo mítico. Se dijeron: No, el Papa se ha equivocado, ¡escribamos ‘místico’!».

Efectivamente, sucedió eso. A la vuelta de su viaje a México, en la habitual rueda de prensa en el avión, el 17 de febrero de 2016, Francisco dijo precisamente -hablando en italiano- que «la palabra ‘pueblo’ no es una categoría lógica, sino que es una categoría mítica».

El vídeo de la rueda de prensa, que aún puede verse, es un prueba indiscutible. En el minuto 52’29”, la palabra que el Papa pronuncia es «mítica» y no “mística».

Sin embargo, al día siguiente, «L’Osservatore Romano» cambió la palabra por «mística». Y lo mismo sucedió en la transcripción oficial en diversos idiomas de la sala de prensa, que aún se puede leer en la página web del Vaticano.

Francisco supo enseguida que se había cambiado la palabra. En una entrevista del 6 de julio sucesivo, hizo todo lo posible por arreglar las cosas a través del fiel Antonio Spadaro, director de «La Civiltà Cattolica» -entrevista que forma parte de un volumen que incluye las homilías y los discursos de Bergoglio arzobispo de Buenos Aires, publicado ese mismo verano:

“Hay una palabra muy maltratada: se habla mucho de populismo, de política populista, de programa populista. Pero es un error. El pueblo no es una categoría lógica, ni una categoría mística, si la entendemos en el sentido que todo lo que hace el pueblo es bueno o en el sentido que el pueblo es una categoría angelicada. ¡No! Es una categoría mítica. Repito: ’mítica’. El pueblo es una categoría histórica y mítica. El pueblo se hace en un proceso, mediante un compromiso en vista de un objetivo o proyecto común. La historia está construida por este proceso de generaciones que se suceden dentro de un pueblo. Se necesita un mito para entender al pueblo. Cuando explicas qué es un pueblo utilizas categorías lógicas porque lo tienes que explicar: son necesarias, desde luego. Pero así no explicas el sentimiento de pertenencia al pueblo. La palabra pueblo posee algo más que no puede ser explicado de manera lógica. Formar parte del pueblo es formar parte de una identidad común hecha de vínculos sociales y culturales. Y esto no es algo automático, más bien lo contrario: es un proceso lento, difícil, que va hacia un proyecto común».

Curiosamente «L’Osservatore Romano» –el 11 de noviembre de 2016, al lanzar el libro con las homilías y discursos de Bergoglio– reprodujo por entero esta puntualización, tal vez sin darse cuenta de haber sido la causa.

Pero tampoco se inmutó quien se ocupa de la publicación oficial de los textos del Papa, en los que se siguió leyendo «mística» en lugar de «mítica».

Y, así, hemos llegado al libro-entrevista de este año con Dominique Wolton, en el que Bergoglio se explaya a gusto.

De nuevo, sin que nadie corrija a posteriori el error, en la colección oficial de los discursos del Papa.

En cualquier caso, este qui pro quo ha tenido un beneficio. Ha dado ocasión al Papa Francisco para aclarar ulteriormente el significado y las raíces de su populismo, en el que entre «mito» y “mística» no hay tanta diferencia, como se ha comprendido hace tiempo:

> Bergoglio político. El mito del pueblo elegido
http://chiesa.espresso.repubblica.it/art…

En lo que respecta a su inspirador, Rodolfo Kusch (1922-1979), es interesante que el Papa lo haya nombrado.

Autor tanto de ensayos de antropología como de obras de teatro, Kusch se inspiró en la filosofía de Heidegger para distinguir entre «ser» y «estar», atribuyendo la primera categoría a la visión racionalista y dominadora del hombre occidental; y la segunda, a la visión de los pueblos indígenas latinoamericanos, en paz con la naturaleza y animados, de hecho, por un «mito».

Para Kusch, la primera de las dos visiones, la eurocéntrica, es intolerante e incapaz de comprender la segunda que, en cambio, él quería valorizar y a la que dedicó sus estudios más importantes. También por esto se encontró apartado de la cultura de las élites dominantes y encontró en Bergoglio a un admirador.

Acerca del pensamiento de Kusch puede ser útil leer el artículo de Cecilia Fiel publicado en «El Clarín» en 2012 con ocasión de una honra póstuma, y un ensayo de 2010 de Alberto Julián Pérez publicado en la revista argentina «Mitológicas«.

Comentarios
4 comentarios en “El mito del «pueblo». Francisco revela quién se lo ha contado
  1. ¡Pues qué quieren que les diga! Ese concepto de pueblo me suena un montón a la Volksgemeinschaft nacional-socialista. Si se lo explicó un alemán, pues saquen Vds. conclusiones.

    Cambien «ario» por «indígena» y «judío» por «europeo», y verán muchos paralelismos. Si se empeña en aclarar que es «mítica» en vez de «mística» será posiblemente para que la gente no acabe atando cabos.

  2. Filosofías y conceptos mundanos, que se alejan de la realidad. Porque el pueblo debe ser mítico? si acaso algunos lo han convertido en mítico para intereses oscuros. No olvidemos que desde hace muchos decenios, en nombre del «pueblo» se han cometido muchas barbaridades y manipulaciones.

  3. Por cierto, que todo ese «miticismo» irracionalista es una enmienda a la totalidad no solo del pensamiento de Ratzinger (que también: véase la magistral lección de Ratisbona), sino de toda la tradición intelectual cristiana, empezando por la patrística.

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