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Las «dubia» de los cuatro cardenales hacen escuela. Es la hora de los laicos

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«Clarificar». Con el mismo título-apelación con el que los cardenales Walter Brandmüller, Raymond L. Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner hicieron públicas sus «dubia» sobre los puntos más controvertidos de «Amoris laetitia» se celebrará en Roma el sábado 22 de abril un gran congreso internacional, a un año de la publicación de la exhortación post-sinodal.

El congreso se celebrará en el Hotel Columbus, a dos pasos de la plaza San Pedro. En ese encuentro tomarán la palabra especialistas congregados de todo el mundo: Anna M. Silvas, de Australia; Claudio Pierantoni, de Chile; Jürgen Liminski, de Alemania; Douglas Farrow, de Canadá, Jean Paul Messina, de Camerún y Thibaud Collin, de Francia.

Los dos primeros son bien conocidos por los lectores de Settimo Cielo.

De Anna M. Silvas, católica de rito oriental e ilustre estudiosa de los Padres de la Iglesia, han podido leer el pasado mes de junio esta brillante y muy argumentada crítica del documento del papa Francisco:

> Alicia en el país de «Amoris laetitia»

Mientras que del ítalo-chileno Claudio Pierantoni, también él patrólogo, han leído el pasado mes de noviembre el instructivo paralelo entre el desmadre de la Iglesia actual y el de las controversias trinitarias y cristológicas del sigo IV, para superar las cuales se llevaron a cabo los concilios ecuménicos, tal como podría suceder de nuevo hoy:

> Un nuevo concilio, como hace dieciseis siglos

El elemento caracterizante del congreso es que en él hablarán solamente laicos, como prueba que la controversia que divide hoy a la Iglesia no es para nada exclusiva de «pocos» eclesiásticos retrógrados – como algunos se arriesgan a decir –, sino que incluye a todo el «pueblo de Dios».

Ni tampoco los especialistas que tomarán la palabra el 22 de abril son voces aisladas. Basta pensar – entre muchos otros que se podrían citar – a dos figuras eminentes como el polaco Stanislaw Grygiel y el francés Rémi Brague, ambos convencidos partidarios de la validez de las «dubia» planteadas al Papa por los cuatro cardenales.

En la foto, el encuentro de dos días atrás entre Francisco y uno de los cuatro, el arzobispo emérito de Boloña, Carlo Caffarra, ex presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.

Entre los firmantes de las «dubia», el cardenal Caffarra es aquél a quien Jorge Mario Bergoglio le manifestó muchas veces en el pasado su estima. Y es también aquél que más ha desarrollado en público los argumentos a favor de sus objeciones a «Amoris laetitia», en especial en la entrevista concedida a «Il Foglio» el 14 de enero del 2017, ampliamente retransmitida en varios idiomas por Settimo Cielo:

> Las dudas del Papa y las certezas del cardenal Caffarra

El encuentro tuvo lugar el domingo 2 de abril, durante la visita del Papa a la diócesis de Carpi.

El congreso del 22 de abril es promovido por el mensuario de apologética «Il Timone» y por el sitio web «La Nuova Bussola Quotidiana«, ambos dirigidos por Riccardo Cascioli.

Comentarios
8 comentarios en “Las «dubia» de los cuatro cardenales hacen escuela. Es la hora de los laicos
  1. ¿Somos Iglesia? Es decir, ¿Somos fieles de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana? Dar testimonio de nuestra FE en nuestra Religión Católica. Otros que sigan pautas interconfesionales-interreligiosas si les pete.
    No dejarse descartolizar por vía pastoralista de los hechos consumados de la heteropraxis impuesta, ya que si hetero-praxis también hetero-doxia.
    Necesario definirse a plena luz del dia. “Vigilad y orad…” El león rugiente, insaciable, enemigo del hombre, busca de contínuo a quién devorar. Ante la guerra declarada contra los fieles del Señor, firmes en la Resistencia Católica

  2. No puede ser la misma iglesia una que bendice, como hacen tantos sacerdotes y obispos, las uniones homosex y otra que considera la homosexualidad un pecado nefando; una que da la comunión en pecado mortal y otra que niega la comunión a los adúlteros y parejas de hecho; una que aprueba la píldora, aunque sea abortiva, y otra que la rechaza; una que considera a Lutero testigo del evangelio y otra que lo considera el mayor hereje de la historia; una que suspende al profesor pro vida belga y otra que se solidariza con el profesor. Una que considera los dogmas un residuo histórico a eliminar y otra que los acepta como plenamente vigentes y palabra de Dios. Y así podríamos seguir y seguir. El cisma de hecho es un hecho cada vez más notorio. ¿ Cuanto tardará en formalizarse ? ¿ Porqué no se van los no católicos con los suyos ? ¿ Quieren morir matando ? El enemigo de la Iglesia está muy dentro y muy arriba, como señalaba San josemaría Escrivá en sus ya famosas tres campanadas.

  3. Ya era hora. Enhorabuena a La Nuova Bússola Quotidiana y a Il Timone, dirigidos por Riccardo Cascioli, cuya vinculación con el Opus Dei nos la aclarará Rafael súbito. Corrección ya.

  4. ¿Quiénes son esos? ¿Se ve detrás la mano del Opus? Estaría bien que el Opus diera la cara, se cree en el monopolio de los laicos, y reconociera que es él quien mueve los ataques con la dubia. Si lo publicita Magíster parece que el Opus está detrás.

    Congreso de un día no llega a Congreso. Más bien parece un manifiesto o una mini manifestación. A esa Anna M. Silvas, australiana, la han movido mucho, firmando varios manifiestos. Sacan otra vez la camioneta Queipo de Llano.

    Si lo organiza el Opus, sin estar directamente presente, ¿para qué? ¿Para intentar revitalizar la mortecina dubia? ¿Para mantenerla al ralenti? ¿Para desligarse atribuyendo a otros la operación dubia? Es posible que al vez para estos fines, que es táctica habitual del Opus.

  5. Yo rezo todos los días para que este Papado sea lo más corto posible…, por el bien de la Iglesia.
    Y no le deseo ningún mal; bastaría con que renunciase, o en su defecto, un tribunal médico le declarase incapaz de ostentar tal alta dignidad.
    Los años no perdonan a nadie, ni siquiera a los Papas.

  6. Si amor a letizia tiene alguna virtud es, justamente, la de haber despertado (dicho con todo respeto) un movimiento enorme de personas que saben sobre Teología, que la aman y la conocen porque es una forma muy importante de estar más cerca de Dios. Muchos laicos «desordenados» y muchos «ordenados» juntos tratando de evitar un daño irreparable, cada uno en su medida. Frente a una persona «parlante» hay muchas personas «orantes». Vamos camino a un nuevo concilio, es posible que sea dogmático. Mientras tanto recemos, pidamos fuerza para rechazar las tentaciones del mundo entre las que está «sentirse el más lindo y más aplaudido».

  7. Hay una diferencia importante entre la situación actual y la situación del s. IV. Entonces el cuerpo de la Tradición y Magisterio era pequeño y al no estar definidas muchas de las cuestiones teologicas basicas, de una forma solemne y definitiva, tenía sentido que los primeros teologos se planteran tales cuestiones.
    Hoy en día todo lo referente al matrimonio, está perfectamente claro en multitud de enciclicas, exhortaciones, catecismos, tratados de teología y moral, por tanto no tiene sentido volver a convocar un Concilio, sobre temas, que ya están claros y definitivos. El unico objetivo sería el mismo del pasado Sinodo: cargarse el Magisterio.

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