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Idilio mediático entre el Papa y China, mientras Hong Kong arde

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En defensa de los últimos espacios de libertad para los ciudadanos de Hong Kong, prohibidos por ley por el Gobierno de Beijing, los gobiernos democráticos de todo el mundo se pronuncian gradualmente. Pero no las autoridades vaticanas y el Papa.

Sin embargo, tendrían todas las razones para romper su silencio, tanto más ahora que los canales de comunicación entre Roma y China son abiertos y navegables como jamás aconteció en el pasado.

Sobre el espacio que se concede a los medios de comunicación extranjeros Beijing decide cómo y cuándo quiere, incluso brutalmente. El 17 de marzo, expulsó de un golpe a trece periodistas de los principales periódicos estadounidenses, el New York Times, el Wall Street Journal y el Washington Post.

Pero a los medios de comunicación del Vaticano Pekín les está ofreciendo puentes dorados. En los setenta días de bloqueo por la pandemia de coronavirus, durante los cuales el Papa Francisco transmitió por televisión a todo el mundo sus Misas matutinas en Santa Marta, «la voz y el rostro del obispo de Roma entraron diariamente en los hogares de innumerables católicos chinos», informó la agencia vaticana «Fides«. Con la posibilidad de disfrutar del «sonido de la traducción simultánea al chino de las palabras del Papa», gracias a la aplicación de mensajería más utilizada –  y controlada – en China, llamada WeChat, con mil millones de usuarios activos.

A WeChat está conectada también la página web de la nueva edición en chino de » La Civiltà Cattolica», la histórica revista de los jesuitas de Roma, dirigida por Antonio Spadaro, que se imprime cada vez con la autorización previa de las autoridades vaticanas y refleja plenamente el pensamiento del Papa Francisco.

El primer número de la edición china de » La Civiltà Cattolica» se puso en la red el 20 de abril, y su dirección web se compone de las letras iniciales de las dos palabras que traducen el encabezado: «Gōngjiào Wénmíng»:

www.gjwm.org

La presentación de la edición china de la revista fue acompañada por una carta de exaltación del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, con el habitual conjunto de reivindicaciones «de respeto, estima y confianza hacia el pueblo chino y sus autoridades».

Pero naturalmente no hay espacio en la revista ni para el cardenal Joseph Zen Zekiun, obispo emérito de Hong Kong y héroe de la protesta pacífica de la ciudad, ni para el cardenal birmano Charles Maung Bo, en el pasado mes de abril autor de una dura acusación contra «las mentiras y propaganda» con la que las autoridades chinas «han puesto en peligro millones de vidas en todo el mundo» , falsificando los orígenes de la epidemia del coronavirus.

Mientras que por otro lado, contra acusaciones similares hechas por Mike Pompeo, el secretario de Estado de Estados Unidos, el «Global Times«, expresión del Partido Comunista Chino, curiosamente ha llamado en apoyo a la propia religión del Papa, acusando a Pompeo de ser «un traidor del cristianismo», en cuanto desobedece al «noveno mandamiento» (contra el falso testimonio, el noveno para algunas corrientes protestantes, pero para los católicos el octavo).

La represión de la libertad religiosa siempre es enervante en China, y en Hong Kong no se cuentan las detenciones de figuras democráticas de alto perfil, incluidos los cristianos. Pero todo sucede en medio del silencio de las autoridades vaticanas y del papa Francisco, que parece tener más bien otras fijaciones. En el video mensaje de un minuto difundido por él en marzo para invocar una oración por la Iglesia en China – pronunciada en español con la traducción simultánea en mandarín – encontró tiempo para advertir a los católicos chinos «que no hicieran proselitismo», como si éste fuera su vicio capital.

En el terreno mediático el Vaticano se ha distinguido en China, en los últimos meses, por sus obras de misericordia. Comenzando con el envío desde Roma a principios de febrero, cuando la epidemia parecía todavía confinada en Wuhan y sus alrededores, de 700.000 tapabocas colgados en sobres con el emblema de la limosna pontificia. Quien dio cuenta por primera vez de esto, con énfasis, fue el «Global Times», el tabloide del oficialista «Diario del Pueblo».

En marzo, el cardenal secretario de Estado anunció el envío de un regalo del papa Francisco a la organización de beneficencia china Jinde Charities, que se ocupa de las ayudas humanitarias y cuya sede general se encuentra en Shi Jia Zhuang, a 300 kilómetros de Beijing. El regalo fue de 200 mil euros.

Después se invirtieron los flujos. A principios de abril, Xinde Press, el órgano de prensa de Jinde Charities, acompañó – con una carta de invitación al Papa a «ponerse también un tapabocas» – el envío de tres embarques desde China a la Santa Sede con tapabocas, guantes quirúrgicos, trajes y gafas protectoras, luego remitidos por el Vaticano a varios beneficiarios en Italia.

El 10 de abril, en Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino elogió públicamente al Vaticano por su solidaridad efectiva en la «salvaguardia de la seguridad sanitaria mundial».

Es un hecho que este idilio mediático sirve de pantalla, para el Vaticano, de la grave situación que hay en Hong Kong.

Allí la diócesis sigue todavía sin un verdadero obispo desde enero de 2019, después de la repentina muerte del entonces titular Michael Yeung Mingcheung, y es dirigida provisionalmente por el cardenal John Tong Hon, que había sido su obispo hasta el 2017.

El sucesor natural sería el obispo auxiliar Joseph Ha Chishing, pero se le considera demasiado cercano al cardenal Zen y a las corrientes liberales de la ciudad, y por lo tanto demasiado impopular en Beijing como para que la Santa Sede opte por él, a pesar del hecho de que para Hong Kong no rige en absoluto ese acuerdo bozal firmado el 22 de septiembre de 2018, que asigna a las autoridades de China la primera opción de cada nuevo obispo.

Un candidato grato en Beijing sería, por el contrario, Peter Choy Waiman, actual vicario de la diócesis. Y es él a quien Roma habría elegido como nuevo obispo de Hong Kong. El nombramiento se daba como inminente en enero, pero ha permanecido pendiente desde entonces.

Pero quien no perdió el tiempo fue el gobierno de Beijing, que en febrero instaló como nuevo jefe de la oficina del Consejo de Estado para Asuntos de Hong Kong y Macao a Xia Baolong, leal al presidente Xi Jinping y su compañero de carrera en Zhejiang, donde se distinguió por su intolerancia contra las comunidades “clandestinas” protestantes y católicas. Entre 2013 y 2017, cuando Xia era vicepresidente del Partido Comunista en esa región, se calcula que fueron arrasadas 1.200 cruces y decenas de iglesias.

No sorprende que el nombramiento de Xia diera oportunidad al último gobernador británico en Hong Kong, el católico Chris Patten, para criticar severamente a las autoridades vaticanas por su subalternidad a Beijing, en una entrevista publicada en «The Tablet» el 28 de febrero.

Patten conoce bien la Santa Sede, por la cual fue llamado en 2014 para presidir una comisión para la reforma de los medios de comunicación del Vaticano. Su entrevista en «The Tablet» fue inmediatamente posterior al encuentro – el primero en la historia y, por lo tanto, muy publicitado- que tuvo lugar en Múnich el 14 de febrero entre el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, y el de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher. Patten señaló que el nombre del ministro chino es el mismo que el de un pastor cristiano condenado en diciembre a nueve años de prisión por subversión contra los poderes del Estado, en realidad por haber expresado críticas a la política de Xi Jinping: el pastor Wang Yi, de la Iglesia de la Alianza de la Lluvia de la Mañana.

El domingo 24 de mayo, después del rezo de la «Regina Coeli«, el papa Francisco dirigió palabras de saludo y apoyo «en las pruebas de la vida» a los católicos chinos, con ocasión de la fiesta de Nuestra Señora de Sheshan.

Pero no dijo nada ni de la represión que arrecia en Hong Kong, ni de otro santuario mariano, el de Donglu, donde la iglesia fue demolida debido a la negativa de sacerdotes y fieles de adherir a la asociación de la Iglesia Patriótica, brazo represivo del Partido Comunista.

Ni el Papa dijo una palabra, ni esta vez ni nunca, del hecho de que precisamente en Sheshan, junto al santuario, el obispo de Shanghai, monseñor Thaddeus Ma Daqin, está desde el 2012 en arresto domiciliario, por la única culpa de haber renunciado a la asociación de la Iglesia Patriótica el mismo día de su ordenación episcopal.

Comentarios
1 comentarios en “Idilio mediático entre el Papa y China, mientras Hong Kong arde
  1. La Segunda Guerra Mundial Religiosa de Alemania contra la Iglesia católica
    El NOM utiliza a la Iglesia católica alemana para iniciar una guerra mundial religiosa contra la Iglesia de Roma y contra Francisco.
    Parte de los católicos progresistas y parte de las Conferencias Episcopales Nacionales de otros países (Suiza, Austria, etc.) dejarán a Alemania hacer la guerra contra Roma y ellos, luego, si los alemanes ganan los seguirán.
    Hay que reconocer que si hay algún país que tiene experiencia en guerras mundiales y la testarudez y obstinación de llevarlas a cabo hasta el final y cueste lo que cueste ese país es, sin duda, Alemania.
    Siguiendo los consejos del grupo de Saint Galles, Francisco ha hecho un mal papel y ha quedado como un necio frente a sí mismo y frente a todos.
    Cada uno de los dichos y hechos aconsejados a Francisco por los cardenales y obispos alemanes y, detrás de ellos, por el NOM han servido a los nuevos intentos de destrucción de la Iglesia católica, lo que el Apocalipsis llama matar a la mala mujer que estaba sobre la Bestia (el padre Castellani diría que eso es adulterar la religión con los poderes del Mundo pero puede ser que esté sobre la Bestia también para controlarla y no solamente para servirse de ella) y distribuirse sus vestidos, es decir, la formación de Iglesias reformistas católicas nacionales prontas a separarse de Roma en lo económico, político y religioso.
    El primer asesinato de la Iglesia católica fue en China según expresión del cardenal Zen se llevó a cabo por medio de un acuerdo secreto cuyo principal impulsor fueron Parolin y Francisco y que dio por resultado una Iglesia católica reformista y comunista china dependiente del gobierno chino con las persecuciones a la verdadera Iglesia católica y su posterior asesinato.
    El segundo cisma es el camino sinodal propuesto por Francisco con las Conferencias Episcopales Nacionales creadas por el CVII. El camino sinodal forma parte de los movimientos de la Conferencia Episcopal Alemania en su Segunda Guerra Mundial Religiosa contra la Iglesia católica y el papado y a instancias del NOM.
    Mientras Francisco trata de seguir las indicaciones del NOM sobre los distintos temas políticos, ambientales, sexuales, de salud y económicos globales puede estar cayendo en la cuenta de que el NOM no está interesado en que sobreviva una Iglesia católica unificada y que espera que en el futuro Francisco le permita la destrucción de la unidad de la Iglesia en un papel similar al Judas, recordemos que Judas fue reconocido por los rabinos y por la Iglesia como un traidor que jugó un mísero papel por unas monedas y que, luego, se ahorcó pero han existido desde el comienzo de este pontificado intentos por parte de Francisco de rescatar la figura de Judas de la ignominia y el desprecio de todos.
    Por supuesto, eso no se lo ha dicho el NOM directamente al papa sino que se lo ha dicho el NOM por medio de la Conferencia Episcopal Alemana y del sínodo alemán y no solamente al papa sino a toda la jerarquía eclesiástica que intenta hacerse la desentendida.
    Francisco creyendo, en un principio, que la embestida venía sólo de la Iglesia alemana y no del NOM que la manipula no ha sabido cómo actuar.
    Se le habría prometido a Francisco que en el futuro podría estar al frente de un ecumenismo mundial y, tal vez, de una Iglesia Mundial formada por las distintas religiones, ha adherido a las indicaciones del NOM y ahora descubre que es muy posible que quede en la historia como el papa que permitió y favoreció la destrucción de su propia Iglesia, como un necio y un traidor.
    Y mientras la Conferencia Episcopal Alemana se prepara para hacer una guerra mundial religiosa contra la Iglesia católica, Francisco solamente toma represalias para demostrar su ego herido y que tiene fuerza suficientes para castigar a unos pocos.
    La Conferencia Episcopal Alemana se preparó para la guerra con un sínodo alemán revolucionario y con estudios de distinta índole que le llevaron años de operaciones, nada hay improvisado en este sínodo, el NOM había establecido sus resultados muchos años antes de que empezara.
    El cardenal Marx para evitar las represalias directas por la traición a Francisco se ha hecho a un lado de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Alemana pero aparece en casi todas las fotos.
    Por otra parte, poco a poco, los alemanes movilizan las tropas, una vicaria en Suiza nombrada no por casualidad, etc., etc.
    Nada de lo que pase en la Iglesia de aquí en adelante se entenderá si no se comprende que son dos Ejércitos que se preparan para la guerra, la idea no debería ser ignorada por Francisco porque como jesuita sabe que la expresión de los dos ejércitos enfrentados se debe a San Ignacio de Loyola.
    Y mientras Alemania se prepara para la guerra, Francisco lleva a cabo maniobras que no lo favorecen porque lo enemistan con todos los progresistas y no solamente con aquellos progresistas que desean la destrucción de la Iglesia católica para formar sus Iglesia reformistas nacionales y su religión nacional en la que actuarán como papas y nuevos falsos profetas.
    Habrá un tiempo en que la gente no querrá la sana doctrina e irá tras las novedades de falsos profetas.
    La primer maniobra de Francisco fue convocar un sínodo sobre la sinodalidad para el 2022 diciéndole a los alemanes que les iba a dejar hacer hasta el 2022 momento en que debía terminar el sínodo alemán pero, luego, por medio de un sínodo sobre sinodalidad Francisco trataría de reglamentar las cosas de manera tal que la división y separación económica, política y religiosa de la Iglesia católica reformista alemana por el sínodo no se llevara adelante en otras latitudes.
    Pero como la Conferencia Episcopal Alemana es manejada por el NOM y el NOM aspira a la destrucción de la Iglesia católica, del pontificado y del mismo papa Francisco, la Conferencia Episcopal Alemana por su presidente le ha respondido a Francisco que quería que las reformas del sínodo alemán fueran discutidas en un sínodo global para proponerlas a la Iglesia católica.
    Hay que tener en cuenta que muchas de esas reformas ponen en discusión no solamente la autoridad del pontífice sino la unidad de la Iglesia.
    Por supuesto, aceptar esa propuesta es aceptar que el sínodo tiene más autoridad que el papa, es más al establecer Francisco un sínodo sobre sinodalidad para el 2022 establecía tácitamente un camino democrático para las decisiones dentro de la Iglesia, es decir, aceptaba que el sínodo se debía regular a sí mismo y establecía tácitamente las bases para la destrucción de la Iglesia y del papado que ya había sido intentada por el grupo del Rihn en el Concilio Vaticano II y sobre cuyo documento tuvo que intervenir el papa Pablo VI con inteligencia y fortaleza.
    Por supuesto, el malestar es visible dentro de los conservadores que saben algo sobre la Iglesia y, especialmente, en obispos y sacerdotes que sin pensarlo mucho han iniciado un ataque contra Francisco bastante virulento. Están enojados porque ven que Francisco solo ha servido para la destrucción de la Iglesia y parece servir solamente para eso pero, también, ellos han mostrado su debilidad y su miedo no solamente frente a Francisco sino frente al Covid 19. Malas tropas y ejércitos de Dios son éstos que ante la embestida de los alemanes y ante la falta de dinero pueden desaparecer y dejar a sus ovejas como los pastores mercenarios frente a los lobos nórdicos y eso Francisco lo sabe. Ni los conservadores pueden contar con Francisco para soportar tales trances ni Francisco puede contar con los conservadores.
    Por su parte, Francisco trata de responder a la avanzada del Ejército de la contraIglesia alemán con actos violentos en contra de personas aisladas como es el caso de Bianchi y su comunidad de Bose, golpea a los que están a su alcance sin mirar las consecuencias sobre progresistas que no quieren una Iglesia desmembrada y destruida y no prepara a la Iglesia para el enfrentamiento de los ejércitos de la contraIglesia o antiIglesia.
    No tiene en cuenta que tiene un ejército de 1.200 millones de católicos que lo seguiría y de obispos y cardenales que lo seguirían si empezara a armar su ejército para defenderse de la Contra Iglesia alemana y de ciertos grupos progresistas disolventes que intentan destruir la Iglesia católica y el papado.
    Ataca a los progresistas y no intenta dividirlos, no se da cuenta de que dentro de los progresistas hay dos grupos, los que buscan la desunión de la Iglesia en distintas Iglesias reformistas nacionales separadas en lo económico, político y religioso de Roma y los que quieren mantener la unidad con el papado y así ayuda a los progresistas disolventes a encontrar nuevos socios potenciales en su lucha por la destrucción de la Iglesia católica.
    Los conservadores no han dado a conocer por Internet la Nueva Guerra Mundial Religiosa contra la Iglesia católica que se viene y cuáles son los ataques de la contraIglesia alemana y, solamente, muestran su rencor contra el papa y sus nefastas políticas eclesiásticas y religiosas y, por lo tanto, dejan a Francisco solo y sin ejército, lo que envalentona más a los alemanes progresistas católicos disolventes y al NOM.
    ¿Pero es Francisco alguien interesado en la unidad de la Iglesia y en que la Iglesia no sea destruida? Y lo más importante ¿es capaz de iniciar con cierta astucia una política eclesiástica que pueda salvar a la Iglesia de la política disolvente de ciertos progresistas cismáticos? Y ¿será suficiente ello para evitar la destrucción de la Iglesia terrenal, la apostasía universal, el desmembramiento de la Iglesia católica en sus vestidos nacionales y para que quede sólo un pequeño rebaño (la Santa Iglesia pronta a ser perseguida y destruida)?
    En cuanto a la posibilidad de enfrentar con éxito la guerra de la Conferencia Episcopal Alemana y del sínodo de progresistas disolventes alemanes contra Roma es más que posible es probable enfrentar al ejército de la contraIglesia con éxito e incluso teniendo a Dios favorable.
    Es cierto que el NOM bajo distintos nombres ha gobernado el mundo político desde hace más de dos siglos desde lo secreto pero hay que señalar que los hombres que componen el NOM no son muchos y su fuerza está en la astucia, las finanzas y en el ocultamiento por lo que no estamos hablando de fuerzas incontrolables sino de que los hijos de la luz se portan como necios e ingenuos y ello ha permitido a los hijos de la oscuridad que son más astutos tomar señorío sobre el Mundo y, ahora, sobre la Iglesia católica.
    Bastaría con que se dieran a conocer los objetivos de la Conferencia Episcopal Alemana y del sínodo alemán de destruir la Iglesia católica por la formación de Iglesias reformistas católicas nacionales separadas en lo político, económico y religioso para que Francisco pudiera, sobre cierta unidad transitoria, convocar a progresistas, conservadores y tradicionalistas para llevar a cabo una serie de medidas que tendrían sus consecuencias positivas de manera rápida.
    Primero: Francisco sin dejar completamente de lado sus políticas podría decirle a los progresistas que debe en el presente pontificado parar con las reformas porque hay grupos sediciosos dentro de la Iglesia y, especialmente, en la Conferencia Episcopal Alemana que buscan la destrucción del papado y la unidad de la Iglesia. Así, generaría una división dentro del progresismo entre aquellos que aman a la Iglesia y al papa y los que son una verdadera contraIglesia de choque.
    Segundo: Debería designar nuevos conservadores y progresistas para que lo asesoren (como un cambio de ministerio en el grupo de los ocho) al cardenal Sarah en el lugar de Parolín, expulsar a Tucho de su lado y los pueden acompañar, tal vez, Burke, Aguer, Zen, Viganó, etc.
    Habría quejas y quizás consecuencias financieras pero los ataques financieros contra Roma van a producirse, sí o sí, antes o después y mejor es exponer los motivos de esos ataques y desenmascarar al enemigo.
    Para los ataques financieros el NOM establecerá los tiempos y ellos ya se están produciendo así que mostrar al culpable de los daños a las finanzas en grupos progresistas disidentes y disolventes alemanes puede servir para unir las tropas contra el enemigo común y para que comprendan las causas de los sucesos y lo que está en juego.
    Francisco pondría trabajar a la Iglesia por su unidad, el justificativo y el motivo sería evitar el cisma que propone y promueve la Conferencia Episcopal Alemana y la acción disolvente de la contraIglesia.
    Tercero: Pasaría la misa del rito de Pablo VI al rito extraordinario junto con la misa de siempre (habría dos ritos extraordinarios) y se comenzaría a trabajar en una misa que contenga los elementos del rito de Pablo VI y del rito extraordinario para lograr un mejor culto a Dios sobre las bases del cardenal Sarah y de otros obispos.
    Cuarto: utilizaría a Benedicto para oponerse junto al cardenal Sarah al sínodo alemán, la figura de Benedicto por televisión e Internet pidiendo que cese las propuestas disolventes del sínodo alemán junto a la figura de Francisco podrían generar mucho apoyo de laicos, sacerdotes y obispos alemanes para la unidad de la Iglesia y para evitar el cisma.
    Quinto: sin atacar el protestantismo la política de ecumenismo debería comenzar por Oriente, la Iglesia ortodoxa griega sería en adelante el objeto de una búsqueda de unificación y ecumenismo con la Iglesia de Roma para, luego, pasar en otro pontificado buscar un ecumenismo con el protestantismo.
    Sexto: habría que denunciar la complicidad de China con el Covid 19 y el incumplimiento de los acuerdos secretos y tratar de recuperar cierta libertad religiosa para los católicos en China incluso con una vuelta atrás en las negociaciones y poner al frente al cardenal Zen.
    Hay que tener en cuenta que luego de Querida Amazonia y por la decisión de Francisco de no permitir el sacerdocio de hombres casados y de mujeres el país de Europa que en primer lugar sufre el Covid 19 y con más fuerza fue Italia y que Francisco tiene un pulmón menos por lo que cada uno saque las conclusiones que corresponden, en teología dos más dos es cuatro y en política también, pues le vendría muy bien a la contraIglesia un nuevo cónclave en estos momentos para acelerar la derrota de la Iglesia católica.
    Como en un juego de ajedrez uno debe tratar de prever los movimientos futuros de la ContraIglesia de la Conferencia Episcopal Alemana son astutos y han planeado esto durante años pero la falta de organización en la Iglesia y en sus ejércitos es más que preocupante.
    Recuerden que mientras la Conferencia Episcopal Alemana está preparando sus ejército de la contraIglesia; ni conservadores, ni tradicionalistas, ni el Vaticano están haciendo nada práctico y eficiente para el enfrentamiento inevitable que sobrevendrá y, mientras, los progresistas disolventes buscan aliados en el progresismo católico mundial y conspiran con sagacidad para dar muerte a la Iglesia católica los hijos de la luz como necios se preguntan quién de ellos es el más grande en el Reino de los Cielos y cuando alguien les dice lo que va a venir, se escandaliza como Simón ante Jesús cuando les hablaba a los discípulos de lo que iba a pasar en Jerusalén y cómo iba a terminar el Hijo del Hombre, Jesús reprende a Simón diciéndole que era Satanás y que se apartara de Él porque no pensaba como Dios sino como los hombres.
    Ahora dicen estos necios: que nadie se atreva a decir o pensar tales cosas pues no se está produciendo ni va a producir ningún enfrentamiento entre ejércitos dentro de la Iglesia terrenal y ningún cisma sin recordar que los enfrentamientos entre la ciudad de Dios y la ciudad de Satanás se van a producir hasta el fin de los tiempos, así, piensan estos hombres de Dios, de manera muy mundana por miedo.
    ¿Será Francisco qué tanto habló sobre Judas y tanto intentó defenderlo aquel que entregue junto con sus obispos a la Iglesia católica al NOM para que la asesine?
    Porque Francisco y los obispos tienen dos miedos: el miedo a perder el dinero, sus trabajos y jubilaciones y el miedo al poder del NOM y a la Conferencia Episcopal Alemana, esos dos miedos les juegan en contra y puede que se decidan a hacer lo que hasta ahora han hecho muy bien para defender a la Iglesia de Cristo y por lo cual les ha ido tan mal, a saber, nada, absolutamente nada, sólo esperar su suerte sin presentar batalla o mejor aún simular que se presenta batalla mientras se espera que el salvaje verdugo y el juez iniquo y vengativo que desde hace siglos esperan para asesinar a la Iglesia, les perdone la vida, necios y más necias aún sus esperanzas puestas en hombres tan malvados. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

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