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El Papa contra las Misas por televisión: “Ésta no es la Iglesia”

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El 12 de marzo el papa Francisco hizo cerrar todas las iglesias de su diócesis de Roma, a causa de la pandemia del coronavirus. Pero se arrepintió rápidamente, y al día siguiente las hizo reabrir.

Pero se mantuvo la prohibición, en Roma y en Italia, de celebrar las Misas con fieles presentes. Y el Papa fue el primero en obedecer. Desde hace varias semanas hasta ahora las Misas que él celebra en Santa Marta en los días feriales y en San Pedro en las festividades son celebradas en soledad, tal como aconteció con la memorable bendición con el Santísimo Sacramento en la tarde del viernes 27 de marzo, en una Plaza San Pedro desierta y bajo la lluvia.

Pero las Misas del Papa, así como las Misas en muchas parroquias, son transmitidas electrónicamente. Las de Francisco con altísimos índices de audición, jamás alcanzados en el pasado. Cada una de sus Misas en Santa Marta, a las 7 de la mañana, es vista por casi un millón setecientos mil telespectadores.

Pero también sobre esto han surgido ahora en Francisco serios temores. El aparente éxito de estas misas televisadas encierra de hecho un peligro que ya muchos católicos han denunciado. Es el peligro que el sacramento descienda de lo real a lo virtual y, en consecuencia, se diluya. El grito de alarma no ha venido solamente de las corrientes más vinculadas a la tradición, sino también de exponentes prominentes del ala progresista, en Italia, de Enzo Bianchi, fundador del monasterio de Bose; de Alberto Melloni, historiador de la Iglesia; y de Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio.

Ahora bien, en la homilía de la Misa del 17 de abril en Santa Marta, el viernes de la Octava de Pascua, Francisco no se contuvo más y explicó que una Iglesia “viralizada” no es más la verdadera Iglesia, compuesta de pueblo y de sacramentos. Cuidado – advirtió – si cuando cese la pandemia queda en pie la idea “gnóstica” de una Iglesia electrónica, en lugar de una real.

La homilía del Papa se reproduce más abajo. Pero antes puede ser útil notar que también en el pasado, cuando se desataron las epidemias, grandes pastores de la Iglesia fueron conscientes de la necesidad de mantener viva la realidad de los sacramentos.

A propósito de esto se puede recordar la gran peste de Milán de 1576. San Carlos Borromeo, el obispo, recibió del gobernador español de la ciudad la obligación para todos los ciudadanos de encerrarse en sus casas durante cuarenta días. Pero mandó a sus sacerdotes a que celebraran las Misas dominicales en las esquinas de las calles, con los fieles mirando hacia afuera desde las puertas y ventanas.

San Carlos guio también las procesiones, pero con la astucia de disponerlas en dos filas individuales al costado de las calles y con 3 metros de distancia entre uno y otro penitente. Las crónicas de la época recuerdan sus dos visitas incesantes a los apestados, pero siempre con cuidadosas precauciones. Se cambiaba muy a menudo y hacía hervir sus hábitos, purificaba con fuego y vinagre todos los contactos manuales, mantenía a sus interlocutores a distancia con una varilla de madera. Se calculó que en Milán hubo 17.000 muertos, en comparación con los 70.000 en Venecia.

Como en los tiempos de San Carlos, también en Roma hoy un párroco celebró la Misa del Domingo de Ramos al aire libre, en el campanario, con los fieles mirando desde las ventanas y balcones. Su gesto entró en las crónicas en medio de las noticias bizarras. Pero ciertamente esa Misa fue más “verdadera” que las transmitidas electrónicamente.

He aquí entonces los pasajes claves de la homilía de Francisco. El Papa se inspiró en el relato – del Evangelio del día – del encuentro entre los apóstoles y Jesús resucitado en las orillas del lago de Galilea. Y así prosiguió.

*

De la homilía del papa Francisco en la Misa matutina del 17 de abril en Santa Marta

[…] Esta familiaridad de los cristianos con el Señor es siempre comunitaria. Sí, es íntima, es personal pero en comunidad. Una familiaridad sin comunidad, una familiaridad sin el Pan, una familiaridad sin la Iglesia, sin el pueblo, sin los sacramentos es peligrosa. Puede convertirse en una familiaridad – digamos – gnóstica, una familiaridad para mí solamente, desconectada del pueblo de Dios. La familiaridad de los apóstoles con el Señor siempre fue comunitaria, siempre era en la mesa, signo de la comunidad. Siempre fue con el Sacramento, con el Pan.

Digo esto porque algunos me han hecho reflexionar sobre el peligro que estamos viviendo en este momento, esta pandemia que ha hecho que todos nos comuniquemos también religiosamente a través de los medios de comunicación, también esta Misa, en la que estamos todos comunicándonos, pero no juntos, no espiritualmente juntos. El pueblo es pequeño. Hay un gran pueblo: estamos juntos, pero no juntos. También el Sacramento: hoy tenéis aquí la Eucaristía, pero la gente que está conectada con nosotros sólo tiene la comunión espiritual. Y ésta no es la Iglesia: ésta es la Iglesia de una situación difícil que el Señor permite, pero el ideal de la Iglesia es siempre con el pueblo y con los sacramentos. Siempre.

Antes de la Pascua, cuando se publicó la noticia que yo celebraría la Pascua en la basílica de San Pedro vacía, me escribió un obispo – un obispo valiente, valiente – y me reprendió. “Pero si San Pedro es tan grande, ¿por qué no pones 30 personas al menos, para que se vea gente? No habrá peligro …”. Yo pensé: “¿Pero éste que tiene en la cabeza para que me diga esto?”. En el momento no lo entendí. Pero si es un obispo valiente, muy cercano al pueblo, algo quiso decirme. Cuando lo encontré le pregunté, entonces entendí. Él me dijo: “Estate atento a no ‘viralizar’ la Iglesia, a no ‘viralizar’ los sacramentos, a no ‘viralizar’ al pueblo de Dios. La Iglesia, los sacramentos, el pueblo de Dios son concretos. Es cierto que en este momento debemos celebrar de esta manera esta familiaridad con el Señor, pero es para salir del túnel, no para que permanezcamos dentro de él.

Ésta es la familiaridad de los apóstoles: no es gnóstica, no es “viralizada”, no es egoísta para cada uno de ellos, sino una familiaridad concreta, en el pueblo: La familiaridad con el Señor en la vida cotidiana, la familiaridad con el Señor en los sacramentos, en medio del pueblo de Dios. Ellos hicieron un camino de maduración en la familiaridad con el Señor: aprendamos también nosotros a hacerlo. Desde el primer momento ellos entendieron que esa familiaridad era diferente a la que imaginaban, y llegaron a esto. Sabían que era el Señor, compartieron todo: la comunidad, los sacramentos, el Señor, la paz y la fiesta.

Que el Señor nos enseñe esta intimidad con Él, esta familiaridad con Él en la Iglesia, con los sacramentos, con el santo pueblo fiel de Dios.

Comentarios
11 comentarios en “El Papa contra las Misas por televisión: “Ésta no es la Iglesia”
  1. Noticia bizarra?? O sea, rebosante de hidalguía, de entereza?? Puesto que bizarro es heroico, no grotesco. Recomiendo que verifiquen el correcto uso de nuestra lengua para evitar ambigüedades (principio de tercero excluido: una palabra no puede significar una cosa y lo contrario a la vez). El mal castellano atenta contra la calidad de los artículos. Asimismo, plugo al moderador elimine de los comentarios al pie las discusiones baladíes y las palabras soeces que atentan contra la caridad dialéctica

    1. ¿Quiere también que quiten las palabras soeces de las Sagradas Escrituras? ¿Cuando Dios habla de la prostituta se refiere siempre al Pueblo de Dios y nunca a Babilonia o Ninivé, está también el hasta pornográfico escrito de Ezequiel según el P. Castellani, la adúltera es la que deja al Esposo amado para ir a los brazos de los ídolos, y cuando dice Dios a la Iglesia de Laodicea, Laodicea significa Fin del Mundo que no es caliente ni fría y que porque es tibia la vomitará de su boca o cuando describe el episodio de Lot o cuando habla sobre Sodoma o cuando Jesús reprende con palabras como muros blanqueados o trata de serpientes a los fariseos hay que también eliminar esos dichos por atentar contra la caridad dialéctica? O es como señala San Agustín que hay sujetos que se averguenzan por los errores ortográficos y gramaticales cuando dicen «entre de los hombres» pero de quitar a un hombre de entre los hombres no se avergüenzan, se averonzaban esos paganos por el uso de las palabras pero de la irreligiosidad y de la falta de moral no se avergonzaban. En una época como la actual esperaría que se ocuparan los católicos más de corregir los pecados que de la gramática o de la supuesta caridad dialéctica si es que existe tal cosa cuestión que pongo en duda en cuanto al alcance y al uso de los términos. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

  2. Primero desde mi punto de vista la santa Misa actualmente sigue siendo válida igual que los sacramentos, o sea, desde mi punto de vista no hay una situación que imposibilita el acceso de la gracia sino una cierta dificultad, en cuanto a la santa Misa el fiel puede posar su vista en la cruz de Cristo y en la imagen de María y contemplar, en lo que respecta al sacerdote debe tratar de no estar atento a los rostros de los fieles sino mantener una interioridad ya posando la vista en el altar no buscar necesariamente el contacto visual con los fieles durante toda la misa sino posar la vista ya en la Sagradas Escrituras ya en alguna Cruz de Cristo presente en la Iglesia si sigue el rito ordinario. Los fieles deben buscar sacerdotes que no digan tonterías sino que enseñen el catecismo de siempre en el caso de no ser posible deben soportar esas barbaridades que pueda decir el sacerdote como un sacrificio por amor a Cristo y a su Iglesia, no criticar ni comentar la santa Misa cuando se retire a su casa y no hacer críticas porque si critica ya tuvo su beneficio soportar esas palabras erradas y esos pecados por amor a Cristo y a la santa Misa sin creerse por ello un ser privilegiado o caer en la soberbia, se trata de hacer de la santa Misa un culto grato a Dios por lo menos en lo que está en manos del fiel y del sacerdote, en la santa Misa puede nombrarse y pedirse por el papa Francisco porque no podemos estar seguros que no sea papa y porque no se siguió un proceso para declararlo hereje y darle la posibilidad de rectificarse. Con respecto al sacerdote conviene mirarlo en el momento de predicar su homilía y en el momento del sacrificio porque entonces actúa en la Persona de Cristo. Con respecto a los aspectos relativos a acciones meritorias para que la Iglesia como comunidad de fieles o Iglesia santa para que la misma se santifique más y mantenga el sabor de la sal del Mundo considero que debe enseñarse la verdad, evangelizar en base a la verdad, el fiel y el sacerdote pueden tomar en cuenta lo que he escrito para decir la verdad sobre el mundo y sobre la Iglesia pero debe evitar tirar las perlas a los cerdos. Escribir y decir la verdad y evangelizar en base a la verdad es ya una buena tarea y meritoria que acrecienta las gracias. La verdad tiene su fuerza y uno debe permanecer fiel a la misma y difundirla, hay verdades humanas y verdades divinas pero hay que ser astutos como serpientes e inocentes como palomas al decirlas y al escoger a quién decirlas. La oración es una forma de acompañar esta lucha contra la ciudad de Satanás y la primera lucha se da en el interior de cada hombre por la santificación. También está Dios que lucha por la ciudad de Dios al lado de la Santa Iglesia. Hay que aceptar algo muy difícil que es parte de la cruz que debemos llevar y es la posibilidad de que para la Iglesia terrenal y para el Mundo las cosas no mejoren y que estemos camino al fin del Mundo salvo un milagro por simple deducción de lo afirmado anteriormente en el comentario que Ud. trata se evidencia un proceso de destrucción de la civilización cristiana, de adulteración de la fe para crear una Iglesia adulterada y una religión adulterada. Hay que leer el Apocalipsis sobre la base de las enseñanzas de los grandes doctores y teólogos de la Iglesia, no es conveniente leer el apocalipsis sin la ayuda de los que más saben porque no se llegará a entenderlo hay muchas cosas que están explicadas desde lo que San Juan como hombre podía entender al ver el fin de los tiempos, estamos hablando de un hombre del siglo I de nuestra era que ve algo que va a pasar después de XXI siglos. El mar es el ámbito de la política, la Bestia del mar es un gran poder político que la mayoría de los que saben reconocen que se relaciona con un gobierno mundial a esos fines se está trabajando desde el Poder Oculto con la masonería y la contraIglesia sobre la base de este experimento del corona virus y sobre la base de la destrucción de la moral y de la religión por leyes inicuas y jurisprudencia anticristiana, la Bestia de la tierra, la tierra es el ámbito de lo religioso, es una religión universal que es un sincretismo religioso y, tal vez, el resultado del ecumenismo hacia allí van los encuentros de Asis desde Juan Pablo II en adelante, la buena mujer que sufre dolores de parto puede para algunos ser María pero como María no sufrió los dolores de parto la mayoría considera que se trata de la Iglesia santa que es obligada a dar lo que tiene en su vientre, a Cristo, al Dragón, al pecado y al Mundo, en ese sentido, los intentos de hacer accesible a los que están en pecado mortal la eucaristía por medio de la encíclica Amoris Laeticia y por medio del camino sinodal de Francisco con el sínodo en Alemania que sugiere dar a Cristo a los que están en pecado mortal convirtiendo un sacramento de salvación en sacrilegio de condenación eterna para muchos, pero el varón sube al Cielo, cesará el sacrificio perpetuo (algo de eso se ve en los cierres de las Iglesias y en la posibilidad de que no se acceda más a la Eucaristía), la buena mujer o sea la Iglesia santa será llevada por dos alas considero que son los dos testigos o profetas de los tiempos finales al desierto y el Dragón enviará tras de ella un río de agua turbia se lo entiende como una falsa doctrina que tratará de incluir a la santa Iglesia pero la falsa doctrina será tragada por la tierra o sea por el terreno de lo religioso, el sincretismo unirá a las falsas religiones contra la religión verdadera y la Iglesia verdadera que quedarán en el desierto por tres años y medio protegida por Dios y recibirá un maná del cielo o sea los que se santifican se santificarán más y los malvados se empeñarán más en hacer malas obras, en ese momento el Dragón dirigirá su ataque contra los hijos de la mujer, o sea, contra los dos testigos o profetas del apocalipsis. La mala Mujer del apocalipsis, o sea, una religión e Iglesia prostituida o adulterada que será la contraIglesia, antiIglesia o la Iglesia de la Publicidad dentro de la Iglesia terrenal se sentará sobre la Bestia tratando de dominarla o de servirse de ella, tratará la Iglesia terrenal dirigida por el Partido del Mundo en la Iglesia de caerle bien al Mundo, de ponerse en armonía con el mundo moderno y con los gobiernos, estamos hablando tal vez del progresismo católico y su visión del Mundo como una oportunidad para crear una Iglesia más poderosa y rica relacionada con los poderes y con el NOM y servil al mismo, esa Iglesia o Mujer se le dará muerte, el NOM le dará muerte y se repartirán sus vestidos, los cismas actuales son un ejemplo de cómo se puede dar muerte a la Iglesia terrenal y distribuirse sus vestidos dando lugar a Iglesias reformistas separadas por la falta de unidad de la religión y de la doctrina, uno de los vestidos es la Iglesia católica reformista y comunista china que está pronta a separarse de Roma y la otra la Iglesia católica reformista alemana por medio de un sínodo para formar una Iglesia católica reformista nacional separada de Roma, y esperando que Alemania gane la guerra a Roma están las otras Iglesias de los países del centro y norte de Europa, tal vez, Austria y Suiza buscando la división de la Iglesia la misma podría llevarse a cabo por ejemplo en el sínodo sobre sínodos si dicho sínodo dispone que cada país debe disponer su religión católica de acuerdo a las necesidades pastorales de los fieles ese sínodo sobre la sinodalidad está convocado por Francisco en 2022 y en una hora Roma será destruida pero subsistirá la Iglesia santa desperdigada en el mundo sin templos como en catacumbas, como en el desierto. Por lo que el Apocalipsis es un libro de esperanzas para los fieles porque les dice que aquellos tiempos serán acortados para que se salven y por lo que vendrá después, a saber, viene Cristo por segunda vez vence al Anticristo y al falso profeta, el juicio final, la resurrección de los muertos y la Jerusalén celestial pero lo que estamos viviendo puede ser muy bien un tipo del antitipo final, es decir, que puede ser una crisis más de la Iglesia pero ello no evita que sea obligatoria mirarla en términos esjatológicos, el cuidado que Dios manifiesta por sus fieles católicos queda claro en todo el apocalipsis sin por ello negar que puede y va a haber muchos martirios señala que la buena mujer o Iglesia santa será llevada al desierto para ser protegida, es protegida constantemente, el apocalipsis no debe llevar a angustias sino a los malos, Dios protege a sus ovejitas y ellas no deben angustiarse porque hasta los pelos de nuestras cabezas están contados con respecto a que las puertas del infierno no prevalecerán de lo dicho se deduce ello y también la pregunta de Jesucristo si hallará fe a su regreso. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

  3. No son las condiciones más adecuadas, pero ahora mismo es celebrarla así o nada (el Gobierno obliga). Y sobre todo, que las «cibermisas» no se vayan a poner de moda. Él, que las ha criticado, debe prohibirlas salvo en situaciones excepcionales, como la actual.

  4. por salud espiritual, no he promocionado ni sus misas televisadas ni sus homilìas.

    Efectivamente prefiero una MISA TRIDENTINA o una Divina Liturgia ortodoxa.

    Todo en el Sr. Bergoglio Francisco es tremendamente miserable y pobres.

    No le hagan promociòn, no le hagan mas promociòn.

  5. Lo primero: en situación normal yo, católico, voy a Misa presencial en la Iglesia, me confieso presencial, etc.

    En situaciones excepcionales….como ésta, en la que el grueso de la jerarquía me cierra las iglesias….aunque no esté prohibido….. entonces busco Misa retransmitida, hago mi acto de contrición (en espera de poder confesarme presencialmente), hago mi comunión espiritual, etc…….. Y todo eso, en situaciones excepcionales, está bien. No queda otra. Y eso ES TAMBIÉN LA IGLESIA CATÓLICA.

    Lo que no es…..es la iglesia de Berg o gl io.

    1. ….Y no es la iglesia de Bergo…..porque resulta que en Internet Bergo no puede imponer ni censurar a placer, o misericordiar, a quien no le baile el agua y hable de Xto y María en católico, celebrando con el novus ordo….o con la Misa tridentina. Y aunque tenga el récord de audiencia Bergo, ….pues hay muchos que descubrimos que, en católico, se puede tratar a Xto con mucho más respeto, y que hay curas que así lo hacen: bien.

      La plaga pasará, pero muchos hemos descubierto a un puñado de curas buenos, de Jesucristo. Y les seguiremos contactando, aunque vayamos a Misa presencial.

  6. Considero que conviene dejar claro que la Santa Misa supone al pueblo de Dios reunido en una Iglesia, un lugar es separado y apartado para lo sagrado y diferenciado de los profano así como un tiempo, son verdaderas santas Misas las de san Borromeo y las que menciona Sandro Magister sobre san Carlos porque puede haber una santa Misa en un lugar que no sea una Iglesia pero que se convierte en Iglesia por una cuestión particular, así, un grupo de católicos reunidos junto a un sacerdote en un campo de refugiados pueden participar de la santa Misa, en ese sentido, la Santa Misa por televisión o por un medio virtual no es la Santa Misa real porque no lugar sagrado, no hay presencia real del sacerdote y, tampoco, hay presencia real de los sacramentos, por televisión o Internet no estamos realmente sino virtualmente ante la presencia de Cristo en el sacrificio de la santa Misa, sin embargo, sin tener los extraordinarios méritos de la santa Misa ni del santo Rosario, la Santa Misa virtual implica ciertos actos meritorios y, por lo tanto, puede aportar algún aumento de la gracia ¿pero en qué sentido? en el sentido en que se la sigue como una oración, como un rezo, como una participación virtual pero importante en la vida de la Iglesia y, en la medida, en que se la siga no solamente de manera pasiva sino en lo posible activa, es decir, no como simple espectador implica una acción no solamente buena desde lo moral sino meritoria en cuanto se siguen las oraciones, rezos, gestos, etc., si se la sigue pasivamente la acción meritoria será menor y el aumento de la gracia puede ser inexistente pero ello no significa que por no aumentar la gracia esa acción puede ser dejada de lado sin demérito alguno para el que la deja de lado, por supuesto, que pueden buscarse otras formas de oración más eficaces como el santo Rosario para la fe y la caridad y de mayor mérito y que es mucho más eficaz que ver una Santa Misa por televisión y participar de ella dentro de lo posible. En ese sentido, así como se habla de una comunión real y de una comunión espiritual para aquellos que no pueden por el pecado participar de la comunión real, se puede hablar de un participar de la santa Misa de manera espiritual que no es superior a la participación real pero que es una forma válida de participación en caso de ser imposible la participación real en la santa Misa. Debemos pensar que con esta participación espiritual en la santa Misa virtual los fieles intentan evitar el demérito o pecado grave de no participar en la santa Misa material y, con ello, intentan resarcir en algo el daño en que pueden estar incurriendo en comunidad con la Iglesia por impedir la misa y prohibirla en estas circunstancias. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

  7. Creo que él no cree en ninguna misa, no se arrodilla ante el santísimo. Dice que no hay magia en la multiplicación de pan y pescado. En resumen no cree, su teólogo de cabecera no cree en la resurrección literal de Cristo, Walter Kasper un ateo.

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