Documentos. Los dos capítulos claves del borrador de reforma de la Curia vaticana

por Sandro Magister | 15 julio, 2019

El pasado 8 de julio el papa Francisco anticipó otro fragmento de lo que será la futura curia vaticana, una vez que entre definitivamente en vigor su nueva estructuración.

Ha nombrado seis religiosas, todas superiores generales de sus respectivas Órdenes, entre los miembros de la Congregación para los Religiosos, rompiendo con la praxis que no permitía a las mujeres formar parte de las Congregaciones curiales, constituidas hasta ayer sólo por obispos y cardenales, o a lo sumo por superiores generales masculinos.

Justamente, un primer golpe ya lo había dado Francisco en el 2014, cuando nombró como miembro de la Congregación “De Propaganda Fide” a la hermana Irma Luzia Premoli, superiora general de las Misioneras Combonianas. Pero lo que entonces fue una excepción ahora se está convirtiendo en la regla y es de esperar que seguirán en cascada otros nombramientos análogos de mujeres.

Los cardenales del llamado “C9” que colaboran con el Papa en el gobierno de la Iglesia universal – en realidad hoy reducidos a seis – han transpirado durante años sobre esta reforma de la Curia, para finalmente arribar en los últimos meses a la redacción de un borrador que ha sido dado en revisión a un cierto número de eclesiásticos de diversos niveles.

Reescrito sobre la base de consultas en curso, la nueva Constitución – que tiene hora el título provisorio de “Praedicate Evangelium” – se ha dicho que “llegará para septiembre o a lo sumo antes de fin de año a las manos del Papa, quien después se tomará su tiempo para la aprobación final”.

Pero si se basara en comentarios publicados después que el borrador ha comenzado a circular, su reescritura debería ser radical, para satisfacer las críticas que lo han hecho pedazos. Tanto a la derecha como a la izquierda de las estructuras eclesiásticas prácticamente nadie apreció la institución de la reforma. Basta decir como la ha juzgado, después de haberla leído, el jesuita Thomas Reese, ex director de la revista “America”, de los jesuitas de Nueva York, y exponente destacado del catolicismo progresista: un “desastre”.

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Si se quiere decir brevemente cuáles son las principales novedades del borrador, es bueno partir de su índice general, que efectivamente signa las novedades respecto a anterior disposición de la curia vaticana.

En el borrador, las que eran anteriormente las Congregaciones y – en un grado más bajo – los Pontificios Consejos son equiparados bajo la idéntica inscripción de “dicasterios”. Y mientras hasta hoy debían ser guiados cada uno “por el cardenal prefecto o por un arzobispo presidente”, el borrador sólo habla de “prefectos”, sin especificar si deben ser cardenales o arzobispos, más aún, establece que pueden serlo también los laicos, como efectivamente ya acontece en el neonato Dicasterio para la Comunicación, que tiene como prefecto a Paolo Ruffini.

Solo para la Secretaría de Estado el borrador establece que sea guiada por un cardenal, como también para el nuevo Consejo para la Economía, cuyo coordinador – que es actualmente el cardenal alemán Reinhard Marx – asume también el cargo de cardenal “camarlengo” entre un pontificado y el posterior.

Es la Secretaría de Estado, en efecto, el elemento dominante de la nueva curia. Pero ya desde el índice general del borrador se puede advertir también otra variante de peso: la pérdida de categoría de la Congregación para la Doctrina de la Fe, del primer lugar entre las Congregaciones al segundo lugar de la lista de nuevos dicasterios.

A continuación presentamos este índice general, reiterado en varios capítulos del borrador.

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SECRETARÍA DE ESTADO

DICASTERIOS

– para la evangelización,
– para la doctrina de la fe,
– para la caridad del Papa (Limosnería Apostólica),
– para las Iglesias orientales,
– para el culto divino y la disciplina de los sacramentos,
– para la causa de los santos,
– para los obispos,
– para el clero,
– para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica,
– para la educación y la cultura,
– para los laicos, la familia y la vida,
– para la promoción del desarrollo humano integral,
– para la promoción de la unidad de los cristianos,
– para el diálogo interreligioso,
– para la comunicación.

ESTRUCTURAS DE “DIAKONIA IUSTITIAE”

– Penitenciaría Apostólica,
– Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica,
– Tribunal de la Rota Romana,
– Oficina para los Textos Legislativos.

OFICINAS

– Consejo para la Economía,
– Secretaría para la Economía,
– Camarlengo de la Santa Iglesia Romana,
– Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica,
– Oficina del revisor general.

OTRAS ENTIDADES

– Prefectura de la Casa Pontificia,
– Oficina de las celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice,
– Oficina de defensa de la curia romana.

INSTITUCIONES VINCULADAS CON LA SANTA SEDE

– Archivo Secreto Vaticano,
– Biblioteca Apostólica Vaticana,
– Pontificias Academias,
– Agencia para la evaluación y la promoción de la calidad de las Universidades y de las Facultades Eclesiásticas,
– Autoridad de Información Financiera,
– Pontificia Comisión para la Protección de los Menores,
– Fábrica de San Pedro.

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Como se puede advertir, no figuran en este índice ni el “C9” ni la secretaría general del sínodo de los obispos, que entonces son considerados realidades externas a la curia vaticana.

Además, la prefectura de la Casa Pontificia no es abolida, como se vociferaba hace tiempo. Pero en los respectivos artículos del borrador se especifica que el prefecto – actualmente el arzobispo Georg Gänswein, quien es también secretario personal de Benedicto XVI – asistirá al Papa “sólo en ocasión de encuentros y visitas en el territorio vaticano”, cuando por el contrario, hasta hoy, él está destinado a asistirlo “tanto en el Palacio Apostólico como cuando viaja en Roma o en Italia”.

Otra evidencia del índice es el puesto margina asignado a la Secretaría para la Economía, que por el contrario, en la fase inicial del pontificado de Francisco, cuando era jefe el cardenal australiano George Pell, parecía alcanzar importancia paralela con la Secretaría de Estado, antes de ser despojada de gran parte de sus poderes también por el infortunio judicial de su titular.

En todo caso, la verdadera y gran novedad de la nueva curia diseñada en el borrador es el rol preponderante asignado a la Secretaría de Estado, con una centralización en ella de los poderes que no tiene igual en el pasado.

Y es ésta, en efecto, la novedad más apuntada por las críticas. Ejemplar es entre éstas la de Ed Condon en el sitio web Catholic News Agency del 2 de julio:

> Analysis: New Vatican constitution to centralize power in state secretariat

Pero las críticas no se limitan sólo al aspecto canónico. El cardenal Gerhard Müller, entrevistado por Edward Pentin en el sitio web National Catholic Register del 5 de julio, las ha argumentado también en el plano teológico: “Están convirtiendo la institución de la Curia en una simple burocracia, en un puro funcionalismo, y no en una institución eclesiástica”.

Pero al descender al detalle del nuevo rol asignado en el borrador a la Secretaría de Estado, se puede poner de relieve que al menos en un ámbito específico sus poderes han sido redimensionados.

Es el ámbito de la comunicación. Mientras hasta ayer la Secretaría de Estado tenía el poder de “vigilar al diario denominado ‘L’Osservatore Romano’, a la Radio vaticana y al Centro televisivo vaticano”, hoy su poder se reduce en la práctica a los exclusivos boletines oficiales, es decir – a tenor del artículo 42.2 del borrador – a “dar indicaciones al Dicasterio para la Comunicación respecto a las comunicaciones oficiales que se refieren tanto a los actos del Sumo Pontífice como a la actividad de la Santa Sede”.

En cuanto además a la otra novedad notable del borrador de reforma de la Curia, el rebajamiento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el artículo que más reservas ha planteado es el 69.1, en el que se reconoce a las Conferencias Episcopales, para proteger la fe de los errores, una “responsabilidad primaria” que “incluye también alguna auténtica autoridad doctrinal”, como ya afirmó el papa Francisco en “Evangelici gaudium”, n. 32.

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A TÍTULO DE DOCUMENTACIÓN

Aquí a continuación – extraídos de la versión inglesa sometida a consulta reservada – se publican los dos capítulos del borrador de reforma respecto a la Secretaría de Estado y al Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

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SECRETARIAT OF STATE

Art. 44.
The Secretariat of State closely assists the Supreme Pontiff in the exercise of his supreme mission.

Art. 45
1. It is governed by the Cardinal Secretary of State.

2. It includes three sections, which are the Section for General Affairs under the direction of the Substitute, with the help of the Assessor; the Section for Relations with States and International Organization, under the direction of its own Secretary, with the help of the Undersecretary and of an undersecretary added for the multilateral sector and the International Organizations; this Section is assisted by a Council; the Section for the Diplomatic Staff of the Holy See, under the direction of the Secretary for Pontifical Representatives.

First Section – General Affairs

Art. 46
In the first Section belongs in a particular way the dispatching of the affairs regarding the daily service of the Supreme Pontiff, of examining those affairs concerned with things outside the ordinary competence of the dicasteries of the Roman Curia and of the other structures of the Apostolic See; and of fostering coordination among the same Dicasteries and Entities. (It belongs to this Section to carry out all that regards the representatives of States before the Holy See.

Art. 47
Moreover, it belongs to this Section:

1. To draw up and send out Apostolic Constitutions, Letters of decree, Apostolic Letters, Epistles, and other documents the Supreme Pontiff entrusts to it;

2. To dispatch all the acts regarding nominations that in the Roman Curia and in the other structures depending on the Holy See must be completed and approved by the Supreme Pontiff;

3. To keep the lead seal and the ring of the Fisherman.

Art. 48
Likewise it belongs to this Section:

1. To attend to the publication of the acts and the public documents of the Holy See in the bulletin entitled “Acta Apostolicae Sedis”;

2. To direct the Dicastery for Communications about official communications regarding both the acts of the Supreme Pontiff and the activity of the Holy See.

Art. 49
Through the office of statistics, this Section collects, coordinates, and publishes all the data, elaborated according to statistical norms, that concern the life of the Church in the whole world.

Second Section – Relations with States and International Organizations

Art. 50
The proper task of the second Section, that is of relations with States and International Organizations, is attending to the affairs that must be dealt with by the respective authorities.

It belong to this section:

1. To foster the diplomatic and political relationships of the Holy See with States and other subjects of international right and to handle general affairs for the promotion of the good of the Church and of civil society, also through the stipulation of concordats and other international agreements, keeping in mind the opinion of interested episcopal structures;

2. To represent the Holy See before intergovernmental international Organizations as well as multilateral intergovernmental Conferences, availing itself, where appropriate, of the collaboration of the competent Dicasteries of the Roman Curia;

3. To express an opinion whenever a Department of the Roman Curia intends to publish a declaration or a document relating to international relations or representatives of the civil Authorities.

Art. 51
1. In particular circumstances, by appointment of the Supreme Pontiff, this section, having consulted the competent dicasteries of the Roman Curia, carries out everything that concerns the provision of particular Churches, as well as the constitution and changes of these and of their structures.

2. In other cases, especially where there is a concordat regime, it belongs to this section to attend to those affairs that concern civil governments.

Art. 52
In this Section, where necessary, stable Commissions may be opportunely constituted to deal with specific matters or general issues relating to the different Continents and particular geographical regions.

Third Section — For the Diplomatic Staff of the Holy See

Art. 53
1. The Section for the Diplomatic Staff of the Holy See takes care of questions related to persons that carry out their work in the diplomatic service of the Holy See, in particular of their conditions of life and work and of their permanent formation. In order to fulfill this task, the Secretariat makes a visit to the offices of the Pontifical Representatives. He calls together and presides at the ad hoc meetings for the provision of these representatives.

2. The Section collaborates with the President of the Pontifical Ecclesiastical Academy, with regard to the selection and formation of candidates for diplomatic service to the Holy See. It maintains contact with all retired diplomatic staff.

3. The Section exercises its function in close collaboration with the Section for General Affairs and with the Section for Relations with States, all of which, according to the specific area of their activities, take care of what concerns the Pontifical Representatives.

[…]

DICASTERY FOR THE DOCTRINE OF THE FAITH

Art. 67
The specific task of the Dicastery for the Doctrine of the Faith is that conforming to the Gospel as the norma normans non normata—of supporting the Pope and the Bishops, both as individuals and in their associations, in announcing the Gospel throughout the whole world and of promoting and protecting the integrity of Catholic doctrine on faith and morals.

Art. 68
1. The Dicastery favours and supports study and reflection on the understanding of faith and on the development of theology in different cultures, in the light of the challenges and the signs of the times, so as to offer an answer, in the light of faith, to the questions and arguments arising from the progress of the sciences and the evolution of civilizations.

2. This unites faithfulness to traditional doctrine with the courage to seek new answers to new questions.

Art. 69
1. On the measures to be adopted for the protection of the faith, for the purpose of preserving the integrity of the truth from damage caused by errors in any way disclosed, the Dicastery works in close contact with the Bishops and the Episcopal Conferences, which have primary responsibility in the particular Churches and are also subject to specific attributions, also including some genuine doctrinal authority.

2. The cooperation indicated above is valid above all to the issue of authorization for teaching in the Church, where the Dicastery will apply the principal of subsidiary.

3. The Dicastery, by virtue of its duty to ensure that no damage is done to faith and morals with regard to all the people of God, may require that the publications of the faithful concerning faith and morals, in writing or using other tools and forms of communication, be subject to the prior judgment of the competent authority.

Art. 70
The Dicastery is engaged in safeguarding the truth of the faith and the integrity of  morals. In this regard:

a) It examines the writings and the opinions that appear contrary or dangerous to right faith; it seeks dialogue with their authors and presents appropriate remedies to pursue, following the norms of the Agendi ratio in doctrinarum examine;

b) It works so that errors and dangerous doctrines, which have become diffused among the Christian people, are not imparted without a clear and adequate statement of what is correct and true.

Art. 71
1. After having heard the local bishop in the case or the respective Episcopal Conference, the Dicastery judged delicts against the faith and the gravest delicts committed against morals or in the celebration of the sacraments and, if applicable, proceeds to declare or impose canonical sanctions according to the norm of law, whether communal or individual, without prejudice to the competency of the Apostolic Penitentiary and closely following the Agendi ratio in doctrinarum examine.

2. It examines delicts against the faith, the sacraments, and morals reserved to the Dicastery for judgment in accordance with the provisions of canon law and the Proper Norms.

3. The Dicastery will examines these delicts referred to in § 2 in accordance with its own procedural regulations, and has jurisdiction over the lesser tribunals mentioned in the aforementioned Norms, including the interdiocesan tribunals erected for this purpose.

4. With regard to reserved delicts referred to in $ 2, the Dicastery can judge, by mandate from the Roman Pontiff, the Cardinal Fathers, the Patriarchs, the Legates of the Apostolic See, the Bishops, as well as other physical persons in accordance with the provisions of Canon law.

5. With regard to delicts of abuse of ecclesiastical power or function, the Dicastery may judge, by mandate of the Roman Pontiff, the same persons named in $ 4 every time the delict is committed in relation to the gravest delicts listed in the Proper Norms.

6. The Dicastery assists diocesan Bishops, major religious superiors, and their conferences in developing local policies and procedures in order to provide an adequate response to cases of sexual abuse of minors on the part of clerics, according to the norms of Canon Law and the requirements of civil law. In assisting the Bishops and Major Superiors with their local guidelines to promote the safeguarding of minors and of vulnerable adults from abuse, the Dicastery works in collaboration with the Pontifical Commission for the Protection of Minors.

Art. 72
It is the responsibility of the Dicastery to examine and judge, both in law and in fact, everything that regards the “privilegium fidei”.

Art. 73
The documents that must be published by other dicasteries, offices and entities of the Roman Curia, in so far as these regard doctrines of faith and morals, are to be submitted to the prior judgment of the Dicastery. The decision on the matter is to be reached through exchange and agreement.

Art. 74
The Dicastery erects Personal Ordinariates for Anglicans who enter into full communion with the Catholic Church within the territorial confines of a specific Episcopal Conference, after having consulted the same Conference. Each Ordinariate depends on the Dicastery, which maintains close relationships with the other Roman Dicasteries according to their competence.

Art. 75
The Pontifical Biblical Commission and the International Theological Commission are instituted by the Dicastery, operate according to their own approved norms, and are both chaired by the Prefect of this Dicastery.