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Cómo Francisco se hace amigos de los pentecostales

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En América Latina arrancan a la Iglesia católica millones de fieles. Pero el Papa tiene para ellos sólo palabras de amistad. Es su modo de hacer ecumenismo, desvelado aquí en dos de sus mensajes por vídeo de Sandro Magister

ROMA, 19 de noviembre de 2014 – Con la maestría por la que es reconocido en todo el mundo, el Pew Research Center de Washington ha dado sustancia, con una encuesta a gran escala, a un dato que en su generalidad ya se sabía: la impresionante caída de la pertenencia católica en el subcontinente latinoamericano: > Religion in Latin America. Widespread Change in a Historically Catholic Region A mediados del siglo pasado, en el área geográfica que se suele indicar hoy como el nuevo baricentro mundial de la Iglesia católica mundial, la casi totalidad de la población, el 94 por ciento, estaba formada por católicos. Incluso en 1970 los católicos eran una mayoría aplastante, el 92 por ciento. Pero después llegó la caída. Hoy, la cuota de católicos es 33 puntos más baja, el 69 por ciento de la población. El récord negativo pertenece a Honduras, donde los católicos han descendido por debajo de la mitad, del 94 al 46 por ciento. Para tener una idea de cuán repentina es esta caída basta pensar que ésta se ha verificado en el solo arco de tiempo del ministerio episcopal del cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y coordinador de los ocho cardenales llamados por el Papa Francisco para ayudarle en el gobierno de la Iglesia universal. Al descenso en el número de católicos se corresponde por todas partes un crecimiento exuberante de los cristianos «evangelical» y pentecostales, de raíz protestante. Esto ya se sabía, pero el Pew Research Center ha puesto en evidencia que los que pasan de una pertenencia a la otra no son normalmente los más tibios en la fe, sino los más fervientes. Efectivamente, los conversos a las comunidades «evangelical» resultan ser mucho más dinámicos en la propagación de la fe cristiana. Y también hay diferencia en la ayuda a los pobres. Mientras los católicos los ayudan y basta, los «evangelical» no sólo son más activos en las obras de caridad, sino que no pierden ocasión para predicar la fe cristiana a los pobres. La diferencia también es muy evidente en la práctica religiosa. En Argentina, por ejemplo, los «evangelical» que dan gran importanza a la religión en su vida rezando a diario y yendo a misa misa cada semana son el 41 por ciento del total, mientras que los católicos son apenas el 9 por ciento y ocupan el fondo de la clasificación junto a Chile y al laicizado Uruguay. La encuesta del Pew Research Center muestra, además, que a los que se han convertido del catolicismo a las comunidades «evangelical» no les atrae una mayor relajación en materia de aborto u homosexualidad. La realidad es lo opuesto. Los más resolutos en oponerse al aborto y a los matrimonios entres personas del mismo sexo se encuentran entre los  neoprotestantes, no entre los católicos. En Argentina, por ejemplo, más de la mitad de los católicos, el 53 por ciento, está a favor de los «matrimonios» homosexuales, que en ese país ya son legales. Mientras que entre los neoprotestantes los favorables son sólo el 32 por ciento. La encuesta del Pew Research Center, con gran cantidad de datos sobre este transcendental fenómeno, es de obligada lectura. Y es por consiguiente comprensible que un pastor como Jorge Mario Bergoglio – que como argentino ha vivido en primera persona el descenso de la pertenencia católica en su país y en el continente – quiera actuar en consecuencia. No se explicaría de otro modo, de hecho, el incesante esfuerzo que el Papa Francisco realiza respecto a los líderes mundiales de esos movimientos «evangelical» y pentecostales que en América Latina son los más temibles competidores de la Iglesia católica. No para combatirlos, sino para hacerse amigo de ellos. Es un esfuerzo que él empezó mucho antes de su elección como Papa y que últimamente ha tenido su momento más llamativo en la visita que hizo a Caserta el 27 de julio pasado para encontrarse con el pastor pentecostal Giovanni Traettino, amigo suyo desde que era arzobispo de Buenos Aires: > El amigo secreto de Francisco en Caserta En el discurso pronunciado en esa ocasión, el Papa Francisco explicó a grandes rasgos su visión de las relaciones ecuménicas como «unidad en la diversidad»: una especie de Iglesia universal con forma de poliedro en el cual la Iglesia católica está en una cara, igual que las otras Iglesias y denominaciones. No está claro cómo Francisco armoniza esta visión suya con cuanto afirmado por el precedente magisterio de la Iglesia en materia de ecumenismo. Lo que está claro es que a él le importa mucho, como resulta por los frecuentes discursos informales que dirige a uno u otro de los pastores «evangelical» que encuentra. El Papa Bergoglio suele recibirlos en Santa Marta o bien llega a ellos, en distintos lugares del mundo, con mensajes de vídeo en directo. Las palabras que él dice en estas ocasiones, que no figuran nunca en los órganos oficiales vaticanos, entran en circuito gracias al lanzamiento que los destinatarios hacen en la web, con evidente satisfacción. Uno de los últimos encuentro de este tipo entre el Papa y algunos líderes «evangelical» tuvo lugar en Santa Marta durante el sínodo de octubre pasado. Francisco recibió a la viuda y a los colaboradores de un obispo de la Communion of Evangelical Episcopal Churches, Tony Palmer, sudafricano, amigo suyo desde hacía años, fallecido en un accidente de carretera el pasado julio. Pocos meses antes Francisco había dirigido un mensaje por vídeo de gran impacto a una reunión presidida precisamente por Palmer y por otra personalidad «evangelical» de renombre, el pastor de Texas Kenneth Copeland, defensor de la «teología de la prosperidad», ambos recibidos en Roma por el Papa el 24 de junio. El mensaje del Papa empieza en el minuto 4 de este vídeo: > Ecumenismo. Papa Francisco envía mensaje de unidad a cristianos evangélicos Abajo, el vínculo al encuentro de octubre, durante el cual el Papa tenía a su lado (ver foto) a la viuda de Palmer, Emiliana, y al obispo «evangelical» que es también su sucesor, Robert Wise: > The miracle of unity A continuación la transcripción textual de las palabras pronunciadas por Francisco, con su visión del ecumenismo. __________ «NO ESPEREMOS A QUE LOS TEÓLOGOS SE PONGAN DE ACUERDO» El Papa Francisco a los líderes de la Communion of Evangelical Episcopal Churches Primero de todo, les felicito por el coraje. Ayer me encontré en la puerta del aula del Sínodo con un obispo luterano y le dije: «¿Usted está acá? ¡Qué coraje!». Porque en otra época a los luteranos los quemaban vivos [risas]. Ayer hubo una reunión organizada por Tony [Palmer]. Él estaba muy ilusionado con esta reunión y yo también y estoy agradecido al arzobispo Robert Wise y a Emiliana que hayan querido tomar la antorcha, la «fiaccola», la antorcha de este sueño, este sueño que tenía Tony. El sueño de caminar en unidad. Estamos pecando contra la voluntad de Cristo, porque nos fijamos en las diferencias. Pero todos tenemos el mismo bautismo y es más importante el bautismo que las diferencias. Todos creemos en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo. Todos tenemos dentro el Espíritu Santo que reza, ora en nosotros, el espíritu que reza en nosotros. Y todos sabemos que hay un padre de la mentira también, el padre de toda división, el «anti-Padre», el demonio que se mete y divide, divide… De eso, con Tony hablábamos tanto de eso: de andar adelante y caminar, caminar juntos en lo que nos une. Y que el Señor Jesús con su fuerza  venga a ayudarnos para que lo que nos divide no nos divida tanto. No sé, es una locura… Tener un tesoro y preferir usar imitaciones del tesoro. Las imitaciones son las diferencias, lo que interesa es el tesoro. Padre, Hijo y Espíritu Santo, la vocación a la santidad, el mismo bautismo y el llamado a predicar el Evangelio hasta el fin del mundo. La certeza de que Él está con nosotros allí donde vayamos… No está conmigo sólo porque soy católico; no está conmigo porque soy luterano; no está conmigo porque soy ortodoxo… ¡Un manicomio teológico! [risas]. Cada uno tiene su propia identidad y yo presupongo que cada uno de nosotros busca la verdad. Mientras tanto, caminemos juntos. Recemos unos por otros y hagamos obras de caridad juntos. Mateo 25 juntos. Y las Bienaventuranzas, juntos. Y todos tenemos en nuestras Iglesias buenos teólogos. Que ellos hagan el trabajo del estudio teológico. Es otra manera de caminar también. Pero nosotros no esperemos a que se pongan de acuerdo… [risas]. Esto es lo que yo creo [aplausos]. Hay otra cosa. Esto se llama ecumenismo espiritual, pero hay otra cosa. Hoy día estamos viendo como los cristianos son perseguidos y… Acabo de estar en Albania. Ellos me contaban que no les preguntaban si eran católicos u ortodoxos… ¿Eres cristiano? ¡Pum! Actualmente en Medio Oriente, en África, en tantos lugares, ¡cuántos cristianos son muertos! No les preguntan si son pentecostales, luteranos, calvinistas, anglicanos, católicos, ortodoxos… ¿Son cristianos? Los matan porque creen en Cristo. Este es el ecumenismo de la sangre. Recuerdo una vez que estaba en Hamburgo, año ’86-’87, conocí a un párroco. Y el párroco estaba llevando adelante la causa de beatificación de un sacerdote católico que fue guillotinado por los nazis por enseñar catecismo a los chicos. Pero estudiando vio la lista de los sentenciados a muerte ese día y justo detrás de él había un pastor luterano que también fue condenado por lo mismo. De tal manera que la sangre del sacerdote se mezcló con la del pastor. El párroco fue al obispo y le dijo: «O llevo adelante las dos causas juntas o no hago nada». Ecumenismo de la sangre. No sé yo, no quisiera decir más, yo no sé… Una cosa también que contaba Tony, cuando él era joven, muchacho. En Sudáfrica, en el colegio, blancos y personas de color iban juntos, jugaban juntos pero a la hora de comer estaban separados y ellos decían: «Queremos comer juntos».  Y ese deseo lo tenía dentro: caminemos juntos para poder comer juntos el banquete del Señor. [aplausos]. Como el Señor quiera, como el Señor quiera. Quiero agradecer la presencia de padre Robert Wise, el padre espiritual de Tony. Y la presencia de Emiliana, mujer fuerte… Los dos heredan muchas cosas de Tony. Seamos conscientes de que fue él el que nos reunió. No sé si este deseo de unidad, de seguir adelante marcando la unidad, rezando unos por otros, cumpliendo las Bienaventuranzas juntos, cumpliendo Mateo 25 juntos… Sin hacer una institución, libremente, como hermanos. __________ El ecumenismo del Papa Francisco en el punto de mira del monasterio de Bose y de la «escuela de Bolonia»: > El ecumenismo reescrito por Enzo Bianchi y Alberto Melloni (3.11.2014) __________ Traducción en español de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares, España.

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