| 01 mayo, 2015
Del Vatican Insider “Un acto de ignorancia. Un intento por cancelar la herencia hispana de Estados Unidos”. Así catalogó Rubén Mendoza, profesor de Arqueología en la California State University, la campaña para quitar el busto del misionero español, Junípero Serra, de la Galería de los Hombres Ilustres del Capitolio de Estados Unidos. Una iniciativa que surgió, paradójicamente, de un senador de origen hispano, Ricardo Lara, abiertamente homosexual. Descendiente de mexicanos de Sonora, en entrevista el estudioso deploró que la figura del futuro santo (será canonizado el 23 de septiembre por el Papa Francisco en el mismo Washington) pretenda ser sustituida por la de Rally Ride, primer astronauta mujer del país. ¿Qué significa para la comunidad hispana la canonización de Junípero Serra? Para mi es muy importante, para la gente mexicana de California también, para los latinos. Junípero Serra será un santo latino, él representa nuestra herencia, nuestra cultura y nuestra religión. La canonización de Serra será reconocer la tradición hispana, para nosotros es algo de mucho interés aunque por los ataques hay muchos que desconocen su historia. ¿Por qué se dan estos ataques? Siempre hemos tenido estos ataques, estas consideraciones muy negativas contra nuestra herencia hispana, católica e indígena mexicana. Desde niño vi todo eso. El ataque contra Serra lo veo como una ataque sobre nuestra cultura. A mi por ser arqueólogo me han atacado siempre, por trabajar en las misiones y tener un interés en los documentos de la historia hispana, latina. Han dicho que tengo una agenda que pretende glorificar todo lo colonial pero yo no tengo interés en eso sino en nuestra herencia, la contribución de los hispanos y los indígenas. ¿Por qué se pretende quitar la estatua de Serra? Al remover la estatua de Serra del Capitolio, van a quitar el único representante de la cultura hispanomaericana en Washington D.C. y para mi es parecido a lo que están haciendo en Irak (los terroristas del Estado Islámico) que destruyen los monumentos de los antepasados. No hay diferencia, es una práctica de quitar los héroes de nuestra cultura. Lo más negativo es que fue un latino el que comenzó esta discusión. Esto es un aspecto de la polémica en California, donde parece que nosotros mismos estamos en contra de nuestra cultura. ¿Por qué un hispano se prestaría a esa propuesta? Hay muchas agendas políticas en California y muchos grupos indígenas han escrito sobre esto al Papa, a los legisladores, todo está basado en una falta de información y falta de representación de nuestra herencia. He oído que la mayoría de los legisladores están apoyando este movimiento. Si lo hacen, para mi sería un acto sin cultura, de ignorancia. ¿Ustedes creen que sería borrar la herencia hispana de la historia de los Estados Unidos? Eso veo. Si empezamos a cuestionar la historia de los fundadores de Estados Unidos nos daremos cuenta que existen muchos aspectos problemáticos también en la vida de George Washington, Tomas Jefferson y otros. Pero el intento por borrar la historia y la herencia de nuestra cultura, nuestra fe, ha sido parte de una agenda desde hace muchos años. ¿Las personas realmente conocen la historia de Junípero Serra? En nuestra cultura hay muchas personas que no tienen ni idea de quién fue Junípero Serra porque no leen la historia de California, los inmigrantes que vienen de México lo ven sólo desde el punto de vista de la Sierra Gorda donde tuvo sus misiones, pero en California no lo conocen. Tenemos también grupos de México-americanos que siempre han creído lo que ven en internet contra la Iglesia y contra Serra es la verdad, pero en realidad se trata de ignorancia que infecta nuestra herencia y la historia de los latinos. Para mi la canonización ayudará a que exista más información. ¿Qué contribución dio Junípero Serra a California? Él entró en California en 1769 y puso las bases para la organización política, la economía y la cultura de esa región, pero muchos no tienen interés en saber qué pasó antes de 1850 cuando los americanos empezaron su colonización de California. En ese tiempo los americanos empezaron un genocidio, está todo muy bien documentado pero no quieren discutir ese problema. ¿Por qué canonizarlo hasta ahora? Ya es tiempo. En los últimos 240 años muchos se han referido a él como un santo, desde que murió tiene fama de santidad pese a las protestas. Para la beatificación se investigó y se llegó a la conclusión de que es santo.
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