Chile: La polémica Osorno no se aplaca

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Del Vatican Insider La polémica por el nombramiento de Juan Barros Madrid como obispo de la diócesis chilena de Osorno no se aplaca. Su vinculación con el sacerdote Fernando Karadima, protagonista de un triste escándalo de abusos, lo ha dejado marcado. Por lo pronto el Papa decidió mantener su designación, tras haber analizado el caso. Pero, ante la persistente tensión, en las últimas horas intervino la conferencia episcopal del país con un escueto comunicado. Juan BarrosApenas tres puntos incluyó la nota episcopal, fechada el 18 de marzo. El más llamativo fue el primero: El comité permanente de la conferencia manifestó su adhesión, “en espíritu de fe y obediencia”, al Papa Francisco, “quien ha nominado a monseñor Barros como obispo de la diócesis de Osorno”. Punto. Ni una consideración más. No hubo una defensa del clérigo, ni las ya tradicionales enumeraciones de virtudes en forma de aval. Esa parquedad escondió malhumores. Así lo reconoció Jaime Coiro, vocero de los obispos, en una entrevista de televisión en la cual reveló que “la palabra perplejidad se ha escuchado mucho en las instancias católicas” chilenas en los últimos meses. “Los obispos están en comunión, adhiriendo al Papa y la decisión que ha tomado, con cercanía a la Iglesia en Osorno, a sus comunidades. Pero ellos no son una tropa de clones que no tienen individualidad y sus propias perspectivas. Hay perplejidad incluso en la Conferencia Episcopal y eso se ha expresado a los actores involucrados”, aseguró en declaraciones a CNN Chile. Es decir, las molestias fueron comunicadas en su momento al propio Barros, al nuncio apostólico Ivo Scapolo y también al pontífice. Este fue el centro de la reunión que sostuvo Francisco con Fernando Chomalí, arzobispo de Concepción y administrador apostólico “sede vacante” de Osorno, el 6 de marzo en El Vaticano.

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