YO TAMBIÉN SOY…

|

YO TAMBIÉN SOY…

«No nos ha importado comulgar con la blasfemia con tal de demostrar al mundo entero que estamos en contra de las ejecuciones de personas inocentes. Aunque somos un tanto parciales»

La intolerancia de algunos me llevan a decir que
La intolerancia de algunos me llevan a decir que «Yo también soy…»

          Los radicales islámicos han tomado Quaragosh, aparecía hoy en WhatsApp como cadena de oración… Otros miembros de la misma calaña islamistas fanáticos han sido arrestados por el alto riesgo de secuestro y posterior degollamiento de una persona, y para grabarlo y subirlo a las redes sociales… Persecuciones y ejecuciones de cristianos en muchas partes del mundo bajo la influencia islámica o del laicismo más rabioso… Procesiones profanas en el corazón de ciudades con inmensa mayoría cristiana para ofender a la Iglesia Católica, que es la Institución a la que hay que acorralar por ser la más peligrosa de todas… Difamaciones, críticas, juicios temerarios, amenazas de todo tipo…

         Estas son algunas lindezas que nos encontramos últimamente en cualquier medio de comunicación. Y ante estas noticias me dan deseos de gritar: “Yo también soy…” y, a continuación, pongo el apelativo correspondiente. En los últimos tiempos, ante atentados y pisoteos de la dignidad humana, hemos corrido a las redes sociales para mostrar nuestro inconformismo con esta realidad. Nos hemos alineado hasta con la blasfemia para mostrar nuestro desacuerdo con las ejecuciones de gente inocente. No nos ha importado subir a un pedestal la ofensa con tal de decirle al mundo que “Yo también soy…” No sé si me paso “algunos pueblos” si digo que esto me parece que es obligarnos a comulgar con ruedas de molino.

<

         Yo me posicioné en su momento diciendo que “Yo no soy…”, junto con otros muchos que así también lo afirmaron sin rubor. En aquel momento otros no tuvieron piedad y nos acusaron de no tener sentimientos ni piedad. ¡Bien está! Y lo dejamos pasar. Ahora se echa de menos el posicionarnos ante estas otras amenazas. Por ejemplo, esa persona que estaba en el centro de la diana de esta célula islamista del norte de España, cuyo nombre posiblemente era conocido solo por ellos, ¿por qué no podía ser yo?, ¿por qué no podías ser tú? Esto es como la lotería, que te ha tocado y te ha tocado. Cualquiera de nosotros podía estar en esa lista negra. Y por eso hoy me posiciono y digo “Yo también soy objetivo islamista”. Y a esta posición puedo agregar que ahora yo quiero ser ese cristiano perseguido, al que es quemado vivo, fusilado por la espalda, difamado públicamente por la profanación de la imagen de mi madre… “Yo también soy… ese niño que no nace, el que muere de inanición, el padre que no encuentra trabajo, la persona que no tiene a nadie para una buen consejo, el residente que nadie le visita…”

         No espero a que salten grandes noticias para ponerme una pegatina en la solapa o cambiar de perfil en el Facebook. Cada día, en cada momento yo también hoy “soy”…

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *