Llevo unos días queriendo escribir sobre una simpática anécdota que sucedió el sábado pasado. Julián Lozano, uno de sus protagonistas, es amigo mío y coincidimos un tiempo en el Seminario (como comenté en su momento, me plantee una posible vocación sacerdotal). Supongo que a estas alturas muchos conoceréis el hecho, pues ha tenido una amplia repercusión. El sábado pasado, día 17 de mayo, me encontraba recorriendo la provincia de Gerona junto con mi familia. Mientras observaba el paisaje, los pueblos y demás iba pendiente de Twitter, pues se estaba disputando el último partido de liga. Yo soy madridista, pero aquel día iba con el Atleti ya que nací en Madrid, viví relativamente cerca del Calderón, mi padre era atlético e iba con él al Vicente Calderón. Digamos que el club colchonero me cae bastante bien. En un momento dado me llamó la atención un tuit de Julián Lozano, Sacerdote diocesano de Getafe, amigo mío y madridista como yo. El tuit iba acompañado de la fotografía que encabeza esta reflexión y su mensaje decía exactamente lo que aparece en el pie de foto. Me pareció curioso, pues debo admitir que yo mismo he llegado a rezar para que el Madrid o la selección española ganasen un título (me dirigía a los santos pidiendo su intercesión, pues Dios aparte de que tiene cosas mas importantes de las que ocuparse no puede apoyar a uno en detrimento del otro… aunque hay quien dice que es argentino, o incluso brasileño). Pero sobre todo lo que me pareció curiosa fue que a lo largo de la tarde, de modo constante y continuo fue constantemente retuiteado (los usuarios lo compartían para que sus seguidores también lo vieran). En total obtuvo 2385 retuits y 1297 usuarios lo marcaron como favorito. Como nota realmente interesante, cabe decir que Julián Lozano le dijo a Elena, como se llama la devota colchonera, al salir de la iglesia «Pase lo que pase Dios te ama», pues realmente, independientemente de colores deportivos, de victorias o derrotas Dios ama a sus hijos, nos ama y siempre debemos anunciar el Evangelio. El deporte creo que es un buen medio para evangelizar también. La fotografía, junto con la historia, llegó a los grandes medios de comunicación. Se hicieron eco de ello La Información, ABC, Ideal de Almería , Huffington Post, La Voz Digital, El Comercio , El Mundo y otros muchos. En el programa deportivo «Los Manolos», de CUATRO , localizaron a la feligresa atlética y han entrevistado a los dos protagonistas, aunque el Sacerdote le ha confesado a Elena que el sábado animará al Real Madrid. Creo que San Isidro Labrador el sábado se va a coger vacaciones, pues como tenga que atender a los rezos de devotos de ambas orillas del Manzanares no va a poder contentar a todos, eso está claro. He querido traer esta simpática historia porque considero que se trata de un verdadero ejemplo de lo que es el fotoperiodismo. En el Máster en Periodismo Social que hemos realizado este año en la Fundación Crónica Blanca nos una de las cosas que nos han enseñado ha sido a realizar fotografía social, a hacer fotoperiodismo, etc. Julián Lozano no sólo es Sacerdote sino que además destaca por ser un gran periodista. Le podéis escuchar en el programa Rompiendo Moldes, en Radio María. No le elogio sólo porque sea mi amigo, sino porque realmente considero que es uno de esos espejos en los que quien quiera dedicarse al periodismo debe fijarse. Una lección que nos enseñaron cuando nos hablaron de fotoperiodismo era: Una buena fotografía y un buen titular, que capte la atención. Creo que Julián Lozano lo ha conseguido, vista la gran repercusión que ha tenido sin buscarla (pues tan sólo quería compartir con sus seguidores un hecho que le había llamado la atención). Como periodista es un ejemplo a seguir, pero sobre todo es un ejemplo como Sacerdote y como católico. Puedo dar fe de ello. Quiero también destacar la fe sencilla de Elena, quien aprovechó el descanso para ir a rezar, para encontrarse con el Señor. Tomemos ejemplo de lo que ella hizo, busquemos a Dios en nuestra vida, en cada pequeño momento, incluso cuando estemos viendo un partido de fútbol. Para concluir, que el próximo sábado gane el mejor. Aunque debo decir que este franciscano seglar que les escribe estará animando al Real Madrid. Por cierto, unas horas antes habré profesado de forma perpetua como franciscano seglar, no estaría mal celebrarlo con una Copa de Europa. Eso sí, que gane el mejor y todos disfrutemos de una gran fiesta del fútbol. Recordad, pase lo que pase el sábado Dios nos ama, y esto es lo que realmente nos debe dar alegría.
La fe mueve montañas a orillas del Manzanares
| 21 mayo, 2014