Tengo un miedo

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sacramentos_2400266 La realidad es que con lo que esta cayendo tengo más de un miedo pero hoy quería referirme a uno que me preocupa especialmente porque con la capacidad que tenemos todos de diagnosticar es muy fácil que nos pongamos a interpretar la naturaleza de los Sacramentos reduccionista que al final acabe por humanizar una realidad sacramental y se estén confiriendo y recibiendo los sacramentos como si esto fuera dar o recibir pastillas en la Botica más cercana: estoy malo del estomago un poco de Primperan, si me encuentro mal en general Ibuprofeno, etc. Es decir, cuando nos enfrentamos al Misterio, que eso son los Sacramentos no podemos caer en un análisis , por ejemplo, de la parte visible del signo o del mero conocimiento de catequesis de la primera comunión. El Sacramento esconde una realidad invisible que hace que la materia aparente sea una realidad sobrenatural que reclama gran humildad por parte del celebrante y del sujeto que recibe el Sacramento que le lleva a buscar lo que se esconde detrás del acontecimiento. El ejemplo es sencillo en el Sacramento del Bautismo. El derramar agua sobre una persona en sí misma no la hace Hijo de Dios sino que son las palabras las que hacen que aparezca una realidad que supera la pobre imaginación humana. La misma situación se produce con el Sacramento de la Penitencia, la Eucaristía o el Matrimonio. Por consiguiente cuando se pide o se da un Sacramento debemos ir, casi de puntillas, a celebrar o recibir para no ensuciar la maravilla de que, por ejemplo, el Padre a través del Hijo con la intervención del Espíritu Santo sea quien asuma el pecado, sane al pecador y confiera la Gracia para vencer en la siguiente ocasión cuando perdona en la Penitencia. No quiero seguir aburriéndote pero pienso que si cada uno de nosotros valoramos cada día más cada uno de los Sacramentos la propia Iglesia, Sacramento Universal de Salvación, brillaría con Luz propia y sino se puede caer con facilidad en el acostumbramiento o en el desprecio.

Comentarios
0 comentarios en “Tengo un miedo
  1. Muy buen artículo.

    Yo creo que los cristianos tenemos el gran peligro de acostumbrarnos a la Bondad y Misericordia de Dios manifestada en los sacramentos.

    Hay que recordarlo mucho.

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