Hace unos meses ya escribía sobre el testigo cualificado del Sacramento del Matrimonio, el sacerdote, pero hoy repasando el ritual del Matrimonio de la Edición de la Conferencia Episcopal española he leído en el n. 23 que conviene que sea un ministro presbitero, quién prepare a los novios, haga la homilía en la celebración del Sacramento, reciba el consentimiento y celebre la Misa. Si así viene establecido en el Ritual supongo que debería ser la regla general y, sin embargo, aunque me falten datos estoy seguro que es la excepción porque es habitual: nos va a casar este cura amigo de mis padres o nos casamos en esa parroquia que es muy bonita, etc. Sin embargo me parece una medida de prudencia muy sabia por parte de la Iglesia: quien los prepara, que los case. Es, a mi modo de entender, muy imprudente dar Fe de un consentimiento de quiénes no conoces ni has preparado. En este sentido, el ritual llama a que el párroco o el sacerdote que los vaya a casar a esos novios se involucre más en la preparación matrimonial y no sea mero espectador del consentimiento.
Si no los preparo…no los caso.
| 21 mayo, 2015