El reto

No son pocos los hijos de San Josemaria y el nuevo Beato Alvaro los que están colgando las fotos, llenos de alegría, de estos días pasados en Madrid en las distintas Redes Sociales. Es lógico porque ha sido un acontecimiento de gran dimensión eclesial. Sin embargo, creo que son conscientes, la aventura no acaba de terminar sino empezar para cada uno de ellos. La Iglesia, como ya fue en la Beatificación y Canonización de San Josemaria, les ha lanzado de nuevo el guante: santificar las estructuras sociales desde dentro, viviendo -como buenos Hijos de Dios- lo de cada día. Un reto que para los cristianos es cada día más necesario en la sociedad occidental. Como ya les escribió el Beato Alvaro en 1985, los países de Europa y América del Norte parece que, a pasos agigantados, se alejan de Dios. La Iglesia, como necesita de cada cristiano, necesita que los hijos de San Josemaria y el Beato Alvaro salgan a la calle a proclamar la alegría que estos días están experimentando y que les tiene que acompañar siempre.