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El problema de la Comunión de los divorciados

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matri He leído con detenimiento el Blog de Luis Fernando B sobre la comunión de los divorciados que han vuelto a casarse y estoy en casi todo de acuerdo con él. Sólo hay un aspecto en el que me hubiera gustado que enfatizara y que resolvería muchísimos problemas. La cuestión preocupante no es que acudan a la Comunión sino el número tan alto de rupturas matrimoniales. Como dice uno de los que comentan la noticia, hoy en día es difícil encontrar la pareja adecuada, o mejor dicho, hoy en día es difícil encontrar quién quiera ir al matrimonio con todo lo que el matrimonio verdaderamente supone. Para un buen cristiano un fracaso matrimonial, por inmadurez en los planteamientos que le llevaron a contraer ese matrimonio, se le puede hacer muy duro vivir en su situación matrimonial irregular, sobre todo si ha contraído nuevas nupcias civilmente y no poder acudir al sacramento de la Eucaristía. La solución fácil sería permitir la participación en la Eucaristía pero el problema ya no esta en curar, que habrá que hacerlo, sino en prevenir porque no encontramos en situación de pandemia. Se que prevenir no soluciona todas los crisis matrimoniales  pero si evitaría, como aconsejo el Papa Benedicto XVI en el discurso a la Rota Romana del año 2011, llegar a muchas de estas situaciones. Esa prevención pasa por un mayor esmero por cuidar los cursos prematrimoniales que, en algunas ocasiones no son ni aconsejables, y por realizar el expediente matrimonial comprobando la finalidad de los contrayentes a la hora de acudir al matrimonio. Un buen curso prematrimonial y su expediente ayudaría a los contrayentes a discernir sobre el acontecimiento que van a vivir y poder afrontar con mayores garantías las crisis matrimoniales que, en toda convivencia, surgen.

Comentarios
0 comentarios en “El problema de la Comunión de los divorciados
  1. Como catequista de cursos prematrimoniales, soy testigo de la ignorància generalitzada sobre la fe , los sacramentos y lo que supone el matrimonio para la mayoria de contrayentes.
    Los párrocos se conforman con que se les de un cursillo de pocas horas, pero la mayoría necesitarían todo un año de formación.
    Si la exigència es poca a la hora de recibir el Sacramento, luego no podemos extrañarnos de los resultados.

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