A través del consumo continuo de pastillas anticonceptivas, el progresismo contemporáneo pretende empoderar a las mujeres, concediéndoles el “derecho” de decidir si, cuándo y en cuántas oportunidades ser madres. Pero muy por el contrario, la anticoncepción oral significa la degradación física y psicológica de la mujer, ya que debilita y deforma su organismo y sus funciones fisiológicas. A. Desde comienzos del siglo XX, el poder financiero internacional y las estructuras económicas ligadas a él han comenzado a ejecutar un plan de control y apropiación del mundo y de sus riquezas, en perjuicio de los pueblos y naciones del mundo. A partir de las décadas 1960-1970, este poder saqueador inició una ofensiva global, a través de distintos dispositivos políticos y económicos, para acaparar y concentrar la riqueza mundial en sus manos: Grupo Bilderberg, Consejo de las Américas, Club de Roma, Comisión Trilateral, etc. Como resultado de de la ejecución de este proyecto depredador, el 57% de la población mundial se halla sumida en la pobreza extrema y en la miseria, con un ingreso diario de 1 dólar diario (mil cien millones de personas) ó 2 dólares diarios (dos mil setecientos millones de personas)[1], en un mundo en el que el 2% de los adultos del mundo concentran en sus manos el 51% de la riqueza mundial[2]. Los últimos datos aportados el Credit Suisse informan que 32 millones de personas, el 0,7% de la población mundial, tienen en sus manos el 41% de la riqueza global[3]. B. Para reforzar, proteger y consolidar este proyecto de concentración de la riqueza, el mismo poder dominante se ocupó de diseñar el proceso conocido como invierno demográfico o envejecimiento poblacional mundial, ejecutado a través del mecanismo conocido como “control del crecimiento poblacional mundial” o control de la natalidad, certeramente calificado por algunos como holocausto demográfico, dado que ha significado la supresión voluntaria de por lo menos mil millones de personas a lo largo de 80 años (1922 en adelante)[4]. La “necesidad” de este genocidio planetario radica en el hecho que la pobreza y la miseria masivas es intrínseco o esencial para el mencionado proceso depredador llevado a cabo por la oligarquía plutocrática imperante, ya que es evidente que no ha renunciado ni ha de renunciar nunca per se a provocar la injusta distribución y concentración de la riqueza en sus manos, razón por la cual ha diseñado la eliminación paulatina de quienes nunca tendrán la posibilidad de acceder a un mínimo de riqueza, sí apenas a una existencia miserable. En otras palabras: en este proceso de concentración de la riqueza, para la oligarquía financiera internacional sobra más de la mitad de la población mundial. 1) ¿Cuáles han sido los fundamentos o principios sobre los que se ha estructurado este proceso genocida? En primer lugar, el falso dogma básico del derecho de individuos y parejas a disponer la cantidad de hijos a tener y el espaciamiento entre ellos, desplazando el derecho a la vida como derecho y valor fundamental de la dignidad de todo ser humano. En segundo lugar, el siniestro e hipócrita dogma, también falso, que numerosos hijos causan la pobreza de sus padres[5]. 2) ¿Cuál ha sido el esquema o paradigma utilizado para llevar efectivamente a cabo este genocidio? Por un lado, toda una serie de dispositivos y técnicas para controlar el crecimiento poblacional, lo cual incluye los elementos e instrumentos “adecuados” -implantes anticonceptivos, dispositivos intrauterinos, pastillas y píldoras, etc.- y las prácticas anticonceptivas y abortivas -mutilación genital (ligaduras de trompas y vasectomía), auto-agresión química (ingesta de anticonceptivos y abortivos) y asesinato del propio hijo (aborto). Por otro lado, una mutación en el sistema político y de los valores culturales, en tal forma que ha convertido a los hijos en causa de frustración individual, para poder implantar de hecho la pena de muerte sobre los nascituros, los seres humanos más inocentes e indefensos de todos. La legislación antinatalista y pro-abortista, además de las políticas de “salud reproductiva”, es el otro elemento político que permite consolidar el criterio cultural de eliminar a los propios hijos no-deseados como si fuera un derecho.
- Pero si bien “Dios perdona siempre y el hombre algunas veces”, lamentablemente “la naturaleza no perdona nunca”. Convertir a la anticoncepción en un derecho y fomentar la ingesta periódica y continua de píldoras anticonceptivas ha tenido una consecuencia terriblemente funesta para la salud física de las mujeres: un debilitamiento general de su contextura física y muscular. Esto es lo que han comprobado investigadores de dos universidades estadounidenses, de Texas y de Pittsburgh, en el plano de la ciencia médica.
En este informe universitario, los investigadores han llegado a la conclusión que el uso de la anticoncepción oral deteriora el desarrollo muscular en las mujeres jóvenes, y está asociado con niveles hormonales más bajos, dado que en las mismas pruebas de resistencia física a las que fueron sometidas, “las mujeres que no consumen anticonceptivos orales obtuvieron más de un 60% de mayor masa muscular que la contraparte de mujeres que consumieron anticonceptivos orales”[6]. En otras palabras: lo que la plutocracia financiera mundial ha impulsado como un “derecho” de las mujeres en realidad resulta ser un acto que las debilita y denigra. En definitiva, el fomento de una actitud moral egoísta –evitar traer hijos al mundo- termina perjudicando la salud física y psicológica de la mujer. En base a una mentira inventada por la oligarquía financiera mundial se ha terminado atentando contra la dignidad y la salud de la mujer. ¿Los promotores políticos y comunicacionales de esta política antinatalista -y en definitiva inhumana y antifemenina- se harán cargo de este desastre salutífero y sanitario, o seguirán siendo cómplices del imperialismo internacional del dinero, en nombre del progreso? Más importante aún: ¿qué actitud adoptarán ahora legisladores y funcionarios gubernamentales que han promovido una legislación y una práctica de Estado que ha sido nociva para la salud de las mujeres? ¿Gobernarán de aquí en más para beneficio del pueblo, o seguirán siendo sumisos personeros de una política demográfica basada en la anticoncepción y en la supresión de vidas inocentes, que sólo beneficia al capital financiero internacional y a la gran oligarquía multinacional que saquea al mundo a su antojo? Y lo más importante de todo: ¿por qué hay silencio en nuestra Santa Madre Iglesia sobre este tema? ¿Por qué en el reciente Sínodo sobre la Familia este tema ha estado ausente, para privilegiar temas como el de los supuestos “derechos y valores de los homosexuales”, tema caro para la reingeniería social anticristiana que promueve el poder financiero internacional, a través de fundaciones y organizaciones “no” gubernamentales? [1] Fondo de Población de Naciones Unidas, Estado de la Población Mundial 2004, New York, 2004. Population Council, Annual Report 2005. [2] UNU-WIDER [United Nations University-World Institute for Development Economic Research], World Distribution of Household Wealth, 5 December 2006, London. Informe elaborado por Anthony Shorrocks, James Davies, Susanna Sändstrom, Edward Wolff. [3] Credit Suisse, Global Wealth Report 2013, p. 22. [4] En Alba del tercer milenio, Año IV Nº 149 (5-11 de octubre de 2007), “809.558.138 abortos legales en el mundo”. [5] Statement on Population from World Leaders (1966) [Declaración sobre Población por parte de líderes mundiales (1966)], en: http://www.popcouncil.org/mediacenter/popstatement.html [Versión en español en Versión en español en http://josequarracino.wordpress.com/2013/02/20/declaracion-sobre-poblacion-por-parte-de-lideres-mundiales-documento-fundacional-del-holocausto-demografico-planetario/]. Para el plan en detalle, cf. Center for Research on Population and Security, Population and the American Future, New York, 1972 (originalmente elaborado por la Rockefeller Commission Report, presidida por John Davison Rockefeller III, con el aval del entonces presidente Richard Nixon). [6] El estudio en cuestión se titula Oral Contraceptive Use Impairs Muscle Gains in Young Women [El uso de la anticoncepción oral deteriora el desarrollo muscular en las mujeres jóvenes]. Fue publicado en Internet en http://www.the-aps.org/press/releases/09/16.htm