En 1969 fue creado en la ONU el Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población (que en 1987 pasó a denominarse Fondo de Población de las Naciones Unidas [en inglés United Nations Fund Population Activities /UNFPA]. Originariamente, el UNFPA era administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En 1971, la Asamblea General de las Naciones Unidas asignó al UNFPA un papel rector dentro del sistema de las Naciones Unidas en lo concerniente a la promoción de programas de población. Un año después, en reconocimiento del aumento en sus recursos y en la escala de sus operaciones, el UNFPA fue colocado directamente bajo la autoridad de la Asamblea General, en el mismo nivel que el PNUD y el UNICEF. El Consejo de Administración del PNUD fue designado órgano rector del UNFPA, sujeto a la orientación normativa general impartida por el Consejo Económico y Social, el órgano oficial de la ONU que proporciona orientación en materia de políticas y vela por la aplicación de las políticas de la Asamblea General[1].
Pero a pesar de esta pomposa presentación oficial de los orígenes de la UNFPA, la historia nos muestra que en los mismos comienzos de su existencia el Poder Privado Mundial le asignó a este organismo internacional el destino de ser el instrumento oficial del holocausto demográfico planetario, al servicio de los planes antinatalistas y de control del crecimiento poblacional mundial, estrategia que le fue marcada y asignada por John Davison Rockefeller III, el «padre y patriarca» del crecimiento poblacional cero en el mundo. En 1969, una organización privada mundial, la United Nations Association of the United States of America [UNAUSA // Asociación de Naciones Unidas de los Estados Unidos de América] organizó en Nueva York un panel sobre política nacional. El tema tratado, propuesto y coordinado por John Davison Rockefeller III, fue sobre «World population: A challenge to the United Nations and its system agencies» [Población mundial: Un desafío a las Naciones Unidas y su sistema de agencias]. En este encuentro se determinó –de acuerdo con la ideología rockefelleriana- que «el rápido crecimiento poblacional era un problema extremadamente serio en los países en desarrollo, al crear pesadas cargas económicas, sociales y educacionales»; que dicho crecimiento demográfico impedía duplicar en poco tiempo el ingreso per capita de los mencionados países; que «muchos gobiernos necesitan políticas que producirían la reducción del crecimiento poblacional»; que hasta ese entonces sólo los gobiernos de Estados Unidos y Suecia y organizaciones privadas como la Rockefeller Foundation, la Ford Foundation y la International Planned Parenthood Federation (IPPF) «habían contribuido a financiar los esfuerzos internacionales de planificación familiar» a través de programas poblacionales de la ONU, en una suma cercana a los 2 millones de dólares anuales. Entre las medidas recomendadas para ejercer el control del crecimiento poblacional a través de la ONU, por influencia del mencionado magnate norteamericano se propuso que:
- a) se incrementara el presupuesto anual de la ONU para los programas de «planificación familiar» hasta la suma de 100 millones de dólares;
- b) que además de la UNFPA, las principales agencias de la ONU –Organización Mundial de la Salud, UNESCO, Organización para Alimentación y Agricultura [FAO, por sus siglas en inglés] y el Banco Mundial «asumieran mayor responsabilidad en el ámbito de las cuestiones poblacionales»[2].
Es importante destacar que ambas recomendaciones-metas se cumplieron. La primera apenas tres años después de formulada, en 1972. La segunda a lo largo de los años, de tal forma que el control del crecimiento poblacional (mediante políticas antinatalistas denominadas eufemísticamente de «salud reproductiva») se ha constituido en una condición sine qua non de planes, proyectos y políticas que en esencia no forman ni deben formar parte de políticas poblacionales, y que además constituyen auténticas políticas de exterminio poblacional, disfrazadas como problemas médicos, en forma idéntica a los planes genocidas del nazismo.
- En el transcurso de los últimos años se ha tornado cada vez más evidente que las Naciones Unidas ha sido secuestrada por el poder privado mundial, para ser despojada de su carácter de organismo internacional y convertirse paulatinamente en una especie de organismo supra-nacional, al servicio de la oligarquía financiera mundial, en particular y primordialmente del holocausto demográfico planificado desde mediados de la década del ´60 por la familia Rockefeller. Paradójicamente, uno de los voceros de este proceso-proyecto de la oligarquía mundial es el dirigente «socialista» Jacques Attali (ex asesor del presidente Francois Mitterand), quien prevé que en el año 2050 va a haber un único gobierno mundial –el de Naciones Unidas- en el que los distintos organismos van a actuar como únicos ministerios gubernamentales del mundo, en la forma de departamentos de la estructura gubernamental a crearse mediante la fusión del Consejo de Seguridad con el G-8[3].
- En el caso de la Organización Mundial de la Salud, es evidente la manipulación y sujeción de la misma a los planes genocidas del poder privado mundial y del Nuevo Orden Mundial que pretende instituir en exclusivo y excluyente beneficio propio. Por ejemplo, la atención del embarazo no-deseado constituye uno de los problemas más importantes para este organismo (para el Ministro de Salud de Argentina constituye su principal problema), cuando el no-deseo de la existencia de un ser humano en gestación ES UNA CUESTIÓN MORAL Y POLÍTICA de clara ORIENTACIÓN NAZISTA Y RACISTA, de ninguna manera un problema médico. Otro ejemplo lo constituye el objetivo del Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la Organización Mundial de la Salud de promover vacunas que permitan regular la fertilidad. El análisis de este objetivo permite ver con toda claridad que «regular la fertilidad» es una decisión de política demográfica, no una cuestión sanitaria ni médica. En resumidas cuentas, no es erróneo afirmar que LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD funciona como un Ministerio supra-nacional que HA PUESTO LA MEDICINA Y LAS POLÍTICAS DE SALUD AL SERVICIO DEL CONTROL DE LA NATALIDAD, en forma idéntica al régimen nazi implantado por Adolf Hitler en Alemania Y AL SERVICIO DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL DEL IMPERIALISMO INTERNACIONAL DEL DINERO.
- Igual de servil con el proyecto genocida de la plutocracia privada mundial son los diversos organismos de Naciones Unidas ocupadas con el tema poblacional: el Consejo Económico y Social, el Fondo de Población (UNFPA) y la División de Población (del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales). Si bien estos organismos por un lado reconocen que más de la mitad de la población mundial está sumergida en la pobreza y miseria extremas, con un ingreso de 1 ó 2 dólares diarios, pero por otro lado resulta inexplicable e inadmisible que NUNCA MENCIONEN COMO PROBLEMA A SER RESUELTO ni LA CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA ni LA INJUSTA DISTRIBUCIÓN DE LA MISMA. La única y excluyente solución que estos organismos «humanitarios» proponen para las poblaciones pobres es la de acceder a la educación y a la salud reproductiva para resolver el problema de la pobreza, porque suponen y quieren hacer creer que son los hijos (cuando son muchos) quienes causan la pobreza de sus padres y de sus familias. Para decirlo en forma sucinta: para los oligarcas y plutócratas, los pobres son pobres porque tienen hijos, no porque tengan un ingreso de 2 dólares diarios. Éste es el falaz argumento que han impuesto e imponen a través de la educación, de los medios masivos de comunicación y de los proyectos de los organismos supra-nacionales como la ONU, a los que ellos mismos financian para forzar el holocausto genocida planetario.
John Davison Rockefeller III Ejemplo paradigmático de esta práctica política de la ONU al servicio del imperialismo internacional del dinero lo constituye el breve documento publicado por la UNFPA en el año 2004, titulado Población, Salud Reproductiva y Objetivos de Desarrollo del Milenio, mediante el cual pretende mostrar el modo en que «el Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo», celebrado en 1994 en El Cairo, «promueve la mitigación de la pobreza y la vigencia de los derechos humanos». En este documento se plantea que si bien uno de los objetivos establecidos en la Cumbre del Milenio (celebrada en el año 2000) es la de erradicar la pobreza extrema y el hambre, en sentido estricto se pretende «reducir el porcentaje» de personas que padecen hambre y ganan 1 dólar diario[4]. En relación con este objetivo, se afirma que «el acceso universal a la educación y a los servicios de salud reproductiva son medidas de importancia crucial que pueden contribuir a erradicar la pobreza»[5]. Como se puede apreciar, para la ONU los ingresos de dos dólares diarios que perciben los pobres son buenos, son los hijos quienes empobrecen a los pobres. En este sentido, se insiste en el argumento que una tasa menor de fecundidad, al redundar en un crecimiento más lento de la población, generan una «oportunidad demográfica» para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, «al disminuir la proporción entre los familiares a cargo y las personas en edad activa»[6]. Se reitera el argumento filio-fóbico: los hijos son quienes causan la pobreza, no los injustos salarios de miseria de dos dólares diarios que perciben los pobres. Es por eso que en los documentos oficiales de esta suerte de «Ministerio del Exterminio de los Pobres» se reitera permanentemente otro slogan siniestro a favor de la supresión de los hijos, como si éstos fueran fuente de infelicidad, frustración y miseria: que «las familias pequeñas son más saludables y felices»[7]. ES IMPOSIBLE IMAGINAR MAYOR HIPOCRESÍA EN LA OLIGARQUÍA PRIVADA que no sólo saquea los recursos del planeta sino que infecta las mentes, las almas y el espíritu de quienes están bajo su influencia educativa y cultural.
- En sucesivos artículos hemos de mostrar y demostrar que la política genocida antinatalista de la UNFPA sigue presente en la agenda del organismo, tal como está explicitada en el Informe anual 2007 presentado a fines de junio ppdo. Prueban además que LA ONU HA DEJADO DE SER UN ORGANISMO INTERNACIONAL, PARA CONVERTIRSE EN UN INSTRUMENTO AL SERVICIO DE LA PLUTOCRACIA OLIGARCA QUE SAQUEA LOS RECURSOS DEL MUNDO EN PROVECHO PROPIO, JUSTIFICA COMO NATURAL LA INJUSTA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA Y HA INSTITUIDO UNA POLÍTICA DEMOGRÁFICA CRIMINAL, AL MEJOR ESTILO NAZI, ya que apunta a colaborar en la eliminación de más de la mitad de la población mundial – 3.600.000.000 de personas que están fuera del sistema económico productivo, pues simplemente sobreviven con 2 dólares diarios, provocan gastos de mantenimiento y no consumen ni producen: claramente sobran.
[1] Cf. http://www.unfpa.org/spanish/about/unsystem.htm [2] POPLINE Document Number: 691778. United Nations Association of the United States of America, World population: A challenge to the United Nations and its system agencies, UNAUSA, New York 1969, 57 pp. [3] En La Nación, 2 de diciembre de 2004. Publicado en http://axxon.com.ar/not/145/c-1450011.htm. Da que pensar que un «socialista» proponga que se estructure el poder ejecutivo del gobierno mundial sobre la base del Consejo de Seguridad de la ONU. [4] UNFPA, Población, Salud Reproductiva y Objetivos de Desarrollo del Milenio, p. 6. [5] Ibidem, p. 22. [6] Ibidem, p. 23. [7] UNFPA, Estado de la Población Mundial 2007. Liberar el potencial del crecimiento urbano, p. 23. Ya en el año 2000 este mismo organismo sostenía que el intercambio de ideas entre los esposos respecto a la cantidad de hijos «conduce a familias más pequeñas, más saludables y más felices» («Declaración de la Dra. Nafis Sadik», en Estado de la Población Mundial 2000).