Hago un llamamiento a todos. Sé que puede ser difícil, pero estos días son para Él. No son para reunirse con la familia, o para cantar villancicos o para disfrutar de comidas especiales. No.
Todo eso está muy bien, pero la Navidad no se trata de eso. La Navidad no es para cantar villancicos; cantamos villancicos porque es Navidad.
Nos reunimos porque es Navidad. Celebramos porque es Navidad.
Y la Navidad es la Natividad, el nacimiento del Niño Dios.
Nos juntamos porque celebramos el nacimiento del Niño Dios.
Si perdemos esto de vista, nada tiene sentido: ni las reuniones, ni la comida, ni los villancicos, ni los regalos. Nada.
Por favor, enfoquemos nuestra intención en lo que realmente importa. Tengamos la mente y el corazón puestos en el Niño Jesús que está por nacer. Porque solo Él tiene la llave para que sigamos celebrando la Navidad en el cielo. Solo Él puede salvarnos.
Esta Nochebuena, que uno de tus pensamientos sea para Él. Que todo lo que hagas y celebres sea por Él. Porque celebrar algo sin entender el verdadero motivo es, simplemente, absurdo.
Os deseo a todos una navidad llena de “porqués”.
Yo preferisco il paradiso