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La creación de Dios

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¿Alguna vez habéis mirado un paisaje y os habéis quedado embobados contemplando?

A mi me pasó en Francia. Era un paisaje espectacular, con un cielo azul intenso que iba pasando al naranja y terminando en rosa, al atardecer. Con el cielo chocaban unas colinas verdes que se perdían en el horizonte mezclándose aquí y allá con arboles oscuros.

El sonido era indescriptible, silencio, paz, el ruido del campo, pisadas, ese ruido de las piedras al rozarse. Una ligera brisa agradable. Naturaleza, belleza, creación.

No puedo contemplar un paisaje de la naturaleza y no pensar en su creador. Es increíble la belleza de la naturaleza, del paisaje a la flor, el propio cuerpo humano, una célula, una supernova, es increíble.

La creación de Dios es simplemente espectacular, a pesar del ser humano.

Contemplando ese paisaje vi restos de basura de algún excursionista despistado, restos de una lata de cerveza y el típico papel plata de las patatas fritas, se mezclaban con la hierba. Que pena, feo, y fuera de lugar.

Pero esos restos no pueden distraernos de la belleza, esos restos no quitan ni una pizca de la belleza de la creación de Dios. Lo único que hay que hacer con eso es cogerlo y tirarlo. No puede depender la belleza de la creación de Dios de la basura de un excursionista.

Ese trozo de creación sigue siendo creación y sigue siendo creación haga el hombre lo que haga y ensucie lo que ensucie.

Lo mismo pasa con la mayor creación de todas; la iglesia.

Jesucristo creó a su iglesia porque quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 tm 2,1-8) la iglesia es santa porque es creación de Cristo, creación de Dios.

Da igual lo que la ensucien o lo que la usen, la iglesia es de Cristo y es Santa. Da igual lo que un papa, cura, obispo, laico o cualquiera pueda hacer con ella. En la iglesia esta la verdad, la belleza y el bien, porque es Cristo.

Lo que tenemos que hacer con ella es limpiarla, y verla como verdaderamente es, sin que nos distraiga el escandalo de un cura o sin que nos importe lo que los hombres hagan.

No podemos dejar que los pecados de los hombres nos impidan ver la verdadera Iglesia, la de Cristo. Hay que hacer el esfuerzo de conocerla de verdad. Sin imágenes distorsionadas de los hombres y sin prejuicios porque un cura te escandalizo o porque te pensaste que…

Sí, es complicado, lo sé, a mí también me pasa. El pecado esta dentro de la iglesia. Donde hay hombres siempre habrá pecado, eso es así, pero la iglesia es santa. La iglesia (y Dios), están por encima de los pecados de los hombres, de todo.

Todos los hombres cometen pecados, tu, yo, el papa, todos.

No te alejes de la iglesia, no te alejes de Dios por los pecados de los hombres.

Conoce a Dios, conoce a su iglesia sin distraerte con la basura que dejamos los hombres, sin escandalizarte de los pecados de los hombres. Porque los pecados no son la iglesia y porque la iglesia y Dios no tienen pecados.

Fórmate, profundiza, aprende a diferenciar lo que es pecado del hombre de lo que es verdaderamente iglesia.

Porque estamos llamados para amar a Dios y para salvarnos.

Yo preferisco il Paradiso.

 

 

 

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