Enamorarse

|

enamoramiento Matrimonio es para siempre, eterno, for ver. Pero el noviazgo sólo es un tanteo breve, temporal y transitorio. Es previo y pasajero. Sirve para conocerse, para ver si ella compagina bien contigo… antes de ir a la boda. Así no te casas a ciegas, sino seguro y con cabeza   ¿Actúa según tu corazón? ¡Cuidado! Los sentimientos saborean, pero la inteligencia RAZONA. Hacer sólo ‘lo que te apetece’, puede llevar a cometer errores muy dolorosos. No decidas sólo con el sentir, sino también con el pensar: considerándolo bien y despacito.   La emoción no debe mandar a la cabeza. ‘Pensar’ es libre, pero ‘sentir’ te domina. ¿Cuántas chicas te han gustado, sentiste amarlas, y tu corazón te pedía casarte con ellas? Ahora, años después, terminada esa relación, ¿querrías realmente darlo todo por ella?   Los sentimientos engañan. Nos encandilan y atontan. Por eso no debemos fiarnos de ellos, y nunca debemos obedecerles ciegamente. ¡Piensa bien para decidir, y no actúes sólo por lo que sientes! “Engaño hay en el corazón de los que piensan mal”. Proverbios 12, 20   Una relación es cosa de dos: exige correspondencia. No basta con que uno quiera y lo dé todo; es necesario también que ella responda, y que se entregue a ti tanto, como tú a ella. Si sólo te implicas tú, eso es un amor platónico engañoso, teórico e idealista… irreal y falso.   Sentir, no es amar. Amar es para siempre. La emoción es momentánea. Sentir es una ‘emoción’ efímera, amar es una ‘decisión’… que lleva hasta la eternidad. Amar es mantener, a pesar de los años, aquella misma decisión que te hizo decir por primera vez: “Te quiero”.   Amar es lo máximo. Se lee en las bodas: “El amor es sufrido y benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada malo, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”. I Cor. 13, 4.   Todos tienen sentimientos, sí, pero pocos saben amar bien y de verdad. Sentir es fácil: dura poco; es como sufrir un dolor, o como gozar con un subidón: se te pasa tomando un calmante. Amar, exige más. Muchos se enamoran e ilusionan, pero pocos aman en serio.   Amar es entregar tu corazón a quien realmente lo respeta y valora, deseando hacerte feliz SIEMPRE, sin final, como tú también lo harás. Pero para eso, ella tiene que ponerte también a ti en primer lugar, antes que todo lo demás… ¡hasta por encima de sí misma!   SIEMPRE  enamorado. No son sólo palabras bonitas. Son hechos y realidades. Es querer seguir enamorándose a muerte, sin parar, no sólo hasta casarse. “Si realmente el período de noviazgo es el más bello de todos, ¿por qué se casan los hombres?” Sören Kierkegaard   La belleza física, dura menos de cinco calendarios“No te claves en su exterior, cuando lo que importa es lo interior” I Samuel 16, 7. La que ahora está guapa y flaquita, mañana engordará y se arrugará. Mírala EN SU CORAZÓN, no en su cara, busto o cintura.   No busquemos a la Miss Universo, sino una persona generosa y firme siempre, con carácter entregado, que te apoye, que apueste por ti y te sostenga, en las buenas y en las malas. No es oro todo lo que brilla. Mírala dentro, no sólo a la apariencia. Y ámala a lo grande: de verdad.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *