Un viaje a Tierra Santa. Segundo día

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Amanece a orillas del Mar de Galilea. Cuando suena el despertador antes del amanecer te frotas los ojos porque no puedes asumir que hayas pasado la noche en el mismo lugar que eligió Dios para entrar en la historia.

Mar de Galilea
Mar de Galilea al amanecer
Muy cerca del lugar donde nos hospedamos se contempla una impresionante vista del amanecer sobre el lago, una vista que para Pedro significaría el fin de la jornada de pesca. El sol sobre el agua, y a un lado los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado por Israel desde hace unos 50 años. De las orillas del Mar de Galilea beben unos animales que no había visto nunca, una mezcla de castores y ratas gigantes, del tamaño de un perro pero sin cola. Me imagino que Cristo estaría más que habituado a tenerlos de compañía, serían para Él como para nosotros los gatos callejeros. Nos acercamos por la carretera, rodeada por campos de olivos a un lado y de higueras a otro, y desde lejos se divisa el Monte Tabor, que se conserva como estaría en la época de Cristo: La única construcción que se ve es el Santuario de la Transfiguración.
Animal raro
Unos extraños animales a orillas del Mar de Galilea
No sé vosotros pero yo siempre me imaginé el Tabor como una colina mínima, casi de cuento, y es verdad que la imaginería cristiana siempre ha transmitido esa imagen del monte que fue testigo de las cinco transfiguraciones que nos cuenta Musa, nuestro guía del que os hablé ayer:
Monte Tabor
Monte Tabor desde la carretera
“La Primera Transfiguración tiene lugar con la Encarnación de Nuestro Señor. La Segunda Transfiguración es el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía, que compartimos en todo el mundo. La Tercera Transfiguración es el cordero de Dios, el Cordero Muerto, el que ofreció su vida por nosotros. La Cuarta Transfiguración es la Resurrección de Cristo. La Quinta Transfiguración es la aparición de Moisés y Elías, el Profeta de la Ley y el Profeta Vivo, y la voz del Padre que dice: Este es mi Hijo“. Estas transfiguraciones están representadas en la basílica moderna que preside el monte, como podéis ver en estas imágenes. Transfiguración 2 Transfiguracion 3 Transfiguración 4 Transifiguración 1 Ascendiendo hasta la cima, 575 metros sobre el nivel del mar, no puedo evitar pensar en Pedro y Juan, que debían preguntarse mientras subían “Señor, lo que tengas que decirnos, ¿no puedes hacerlo abajo?” “¿Es necesaria esta paliza de subida?”. Unas dudas que sin duda serían resueltas al llegar arriba y ser testigos de lo que relata el Evangelio.Y es que a lo largo de toda la Biblia el monte para Dios es un lugar de encuentro, un lugar de oración, un lugar de Revelación… Los Franciscanos que custodian el Tabor han puesto nuestras intenciones de oración en el altar mayor de la basílica, como podéis ver en la fotografía. Al salir nos enseñan el árbol de la mostaza, al que tantas veces se refirió Cristo en las parábolas.
Altar
Los Franciscanos colocan nuestra intención de oración en el altar mayor de la Basílica de la Transfiguración
Desde el monte Tabor ya se divisa Nazareth. Desde donde Cristo se transfiguró veía su pueblo, y muy cerca, más a la derecha, el pueblo de Naím.
Mostaza
El árbol de la mostaza, varias veces mencionado por Cristo
Sobre Naím nos habla Musa, que nos cuenta que antes del paso de Cristo se llamaba Naín, que hacía referencia a la riqueza de los habitantes del lugar, debido a lo fértil que ahí es la tierra. Después de que Cristo resucitara al hijo de la viuda, al que quizá hasta conocía, el pueblo se llamó Naím, que significa “llorar amargamente”.
Vista del Tabor
Panorámica desde el Monte Tabor
Otra de experiencias en el Tabor es la gran variedad en la Iglesia de Jesucristo. Charlamos con unos peregrinos de Sri Lanka, y nos cruzamos con un grupo de alguna parroquia india de rito oriental, probablemente Siro Malabar. Nos dirigimos a Nazareth, que significa “El pueblo del retoño”, en referencia a Jesucristo. Nazaret era en aquella época un pueblo que no tenía más de 40 familias. No era un lugar de paso y por eso no había florecido. Cuando uno visita hoy el pueblo, que tiene más de 85,000 habitantes, se pregunta, con Natanael “¿Puede de aquí salir algo bueno?” y es que duele decirlo pero es una ciudad ciertamente fea.
Nazaret Panorámica
Nazaret
Aquí pasó Nuestro Señor casi toda su vida oculta, hasta que se fue a Cafarnaún. Aquí aprendió el oficio de su padre. ¿Se darían cuenta los vecinos de este pueblo de que el mismo Dios estaba entre ellos? Esta pregunta nos la hacemos en la única fuente de todo Nazareth, de la que por tanto, necesariamente, sacaba el agua la Sagrada Familia. Dicen los Evangelios Apócrifos que en esta fuente Jesús jugaba con otros niños cuando por accidente rompió un cántaro de otra señora. En la tradición judía son las mujeres las que tienen que buscar el agua, y por eso son ellas las que van a la fuente a sacar agua.
Fuente Nazaret
La única fuente de Nazaret
Los ortodoxos conmemoran en esta fuente la primera anunciación. Aunque en nuestros evangelios canónicos no consta este relato, ellos cuentan que un día, mientras María sacaba agua de la fuente, oyó una voz masculina que le hablaba. Dado que la tradición judaica no permitía a una mujer hablar sola con un hombre, María huyó rápidamente del lugar, hacia su casa, por un camino que hoy recorremos, y que tantas veces recorrería Jesús de niño. El Ángel Gabriel la siguió hasta la casa, donde tuvo lugar la segunda anunciación, esta vez con el Sí de María. Precisamente esta casa donde los católicos conmemoramos la Anunciación se conserva perfectamente como uno de esos lugares en los que para los arqueólogos no hay duda sobre su autenticidad. Es lo que llaman un “Hic”. Sobre ella han construido una Basílica del Siglo XX.
Gruta de la Anunciacion
Gruta de la Anunciación
Muy cerca de lo que era la casa de la Virgen se conserva la Casa de San José, en cuyo sótano los primeros cristianos construyeron un baptisterio.
Casa San José
Baptisterio en lo que fue la Casa de San José
En él encerraban al futuro neófito durante 3 días, en completa oscuridad, antes de recibir el Bautismo. El día de su nacimiento a la vida abrían las puertas y ventanas y quedaba desvelado por la luz, como signo de lo que iba a recibir por el Bautismo.
Montserrat
La Virgen de Montserrat en la Basílica de la Anunciación
  En las paredes del recinto de la Basílica de la Anunciación hay una exposición, no sé si permanente, de imágenes de la Virgen. Me ha hecho mucha ilusión ver en ella a la Virgen de Montserrat, y me ha parecido simpática esta Virgen de Tailandia. TailandiaOtro de los lugares que se veneran, hoy como Iglesia Greco-católica, es la sinagoga en la que Cristo leyó una profecía para después revelar que estaba siendo cumplida en ese momento, y donde tuvo lugar esa reacción tan miserable de los nazarenos: “¿Este no es el hijo del carpintero?” San Juan cuenta en su Evangelio que los dos primeros milagros tuvieron lugar en Caná, el de las bodas y la curación del hijo de un funcionario real de Cafarnaún, y es aquí donde termina nuestro itinerario de hoy.
sinagoga Nazaret
Sinagoga de Nazaret: «¿No es este el hijo del carpintero?»
Caná es hoy una ciudad pequeña, en la que las Franciscanas de la Inmaculada cuidan los santos lugares. Se venera aquí el lugar donde Jesús convirtió las tinajas de agua en un vino que debía ser maravilloso y del que lamentablemente, no consta que sobrara nada…
tinaja vino caná
Tinaja de vino datada en el Siglo I y encontrada en Caná
Caná era la ciudad en la que se hacía escala al viajar entre Nazaret y Cafarnaum, y fue el lugar escogido por Cristo para honrar el Amor humano, es por tanto un lugar idóneo para renovar las promesas matrimoniales.
Caná
Lugar del primer milagro de Nuestro Señor
Terminamos hoy nuestro camino en el autobús, de vuelta a nuestro alojamiento, preguntando a Musa por la esperanza de la paz en Tierra Santa: “Nunca va a haber paz aquí. La guerra es un negocio muy rentable. Los Israelitas ganan dinero con la ayuda internacional a Palestina y los políticos de Palestina reciben su comisión”. «Estamos muy unidos a los cristianos que sufren en Tierra Santa, nos dice Musa, y es que cada día cuando recibimos el Cuerpo de Cristo recibimos el mismo cuerpo que reciben ellos». Y termina con un consejo: “Aprended Árabe. Los musulmanes quieren reconquistar España, y así por lo menos podréis entender lo que dicen y evitar que os dominen”.  

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