¿Quién eres tú para decidir que no tienen derecho a saber «eso»?

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Desde que estoy en esto de la información religiosa dedico una parte importante de mi esfuerzo dialectico a defenderme de fuego amigo, esto es, católicos que me acusan de “hacer daño a la Iglesia” por publicar informaciones completamente ciertas pero que “crean polémica” o que “no hacen ningún bien”.

Pongo un ejemplo, caso totalmente real: El Papa recibe al presidente de Luxemburgo, homosexual declarado, con su “marido”, al que la diplomacia vaticana da tratamiento de consorte. Publicamos la noticia, damos la información, sin hacer ninguna valoración y, ¡bingo! Decenas de comentarios acusando a InfoVaticana de atacar al Papa, de sembrar la duda sobre Francisco, de publicar una noticia que “busca la polémica”, etcétera…

Otro caso real: Católico “bien”, padre de familia con muchos hijos, trabajo de éxito… Me invita a comer para transmitirme sus preocupaciones por mi alma (literal), y me reprocha algo más o menos así:

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“Si yo cuando hablo con amigos en privado, sí que compartimos nuestra preocupación por el Papa y por las tonterías que dice, pero lo que no se puede hacer es publicar noticias que hacen daño a la fe”.

O sea, tú y tu grupo de “iniciados”, sí podéis poner al Papa a caer de un burro, en privado y de cañas, pero yo no puedo simplemente disentir de un comportamiento, no ya del Pontífice, sino a veces simplemente de quien lleva la diplomacia vaticana, o del arzobispo de Tegucigalpa.

Me siento engañado: ¿En qué momento, al confesarme católico, acepté formar parte de una secta en la que no se puede opinar (sobre lo opinable), o disentir sobre lo discutible? ¿En qué día decidimos que nos quitábamos la cabeza, además del sombrero, al entrar en el templo?

Pero lo que me resulta más ofensivo de este tipo de comentarios, lo que verdaderamente evidencia que lo que subyace es una especie de halo de superioridad moral y paternalismo insoportable, es lo de que “no es bueno airear estas cosas”, y yo pregunto: ¿Quién te has creído que eres para decidir lo que la gente tiene derecho a saber?

Comentarios
8 comentarios en “¿Quién eres tú para decidir que no tienen derecho a saber «eso»?
  1. Personalmente me he encontrado con no pocas personas que coinciden con lo que describe este artículo. Y curiosamente todos tienen la misma caracterísitica psicológica: son personas que viven una religiosidad que es purametne superficial, a veces con cierto toque «paternalista». Se percibe igualmente una personalidad, en no pocos caso, notablemente infantil, creyéndose maestros de los demas en el ámbito moral y no suele ser raro que en este tipo de personas se manifieste UNA DOBLE VIDA MORAL. Y lo más sorprendete que he podido comporbar en este tipo de personas es que no suelen ser personas fiables.

  2. Lo que conseguirán estos católicos «bien» -en acertada denominación del Sr. Ariza-, con su repugnante comportamiento tibio, es que la Iglesia se convierta en un simple apéndice del Nuevo Orden Mundial, al impedir, con su actitud, por un lado acomodaticia y a la vez censora, que un número elevado de fieles formen su conciencia adecuadamente y, engañados, no puedan oponerse a las directrices que intentan destruir la Iglesia.

  3. “Si yo cuando hablo con amigos en privado, sí que compartimos nuestra preocupación por el Papa y por las tonterías que dice, pero lo que no se puede hacer es publicar noticias que hacen daño a la fe”.

    Si te dicen eso es porque la fe que practican es una fe superficial, de cara a la galería. Esa gente con la que hablas no cree en nada. Bueno, sí, en el poder del dinero con el que creen que podrán evitar la ideología en ciernes. Con el aborto pasó lo mismo y eso que «no se obligaba a nadie».

  4. El fuego amigo hace tiempo que dejó de ser amigo para ser simplemente fuego, dirigido ¿ contra quien ? Pues curiosamente contra los ortodoxos, sólo contra los ortodoxos y siempre contra los ortodoxos, eso sí, cum Petro et sub Petro, nunca contra los heterodoxos, apoyados descaradamente por el pontificado de la confusión. La papolatría, que es un pecado, lleva a equivocarse de enemigo.

  5. La papolatría que padecemos es un pecado gravísimo, de los más graves, que está haciendo un daño incalculable. Mi impresión personalísima es que Infovaticana se queda corta. Lo peor está todavía por venir. Van a por la Humanae Vitae, la misa ecuménica sin transubstanciación, el celibato sacerdotal, la ordenación de mujeres, la devaluación completa del ministerio sacerdotal, la ecología y el cambio climático elevados a dogma, la federación de iglesias con un primado meramente simbólico de primus ínter pares, la sacralización de la homosexualidad, reducir la maternidad a un hijo, dos como máximo, en aras de la ecología, la invasión musulmana fomentada por Roma, etc, etc, etc.

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