El sacerdote rebotado José Manuel Vidal no perdona a Rouco haberle hecho el favor de agilizar lostrámites para su secularización. «¿Qué favor le he hecho a este tío para que me odie tanto?«, que decía el otro. Después de la brillante exclusiva que nos trajo en su libro/libelo en la que revelaba que, preparen un Pulitzer, «el Cardenal sufría de estreñimiento», hoy nos regala una fantasía vidalesca según la cual Rouco ha presionado a los obispos para que no vayan a la beatificación de Romero. Desde este portal hemos denunciado muchas cosas del Cardenal Rouco. Fuimos los primeros en anunciar que se trasladaría a un ático frente a la Almudena, y publicamos las fotos del edificio mientras Vidal seguía empecinado en que no se iba del palacio episcopal. Pero una cosa es dar información y otra fantasear y mentir como hace este personaje. ¡Qué asco! El odio es una enfermedad del alma, Vidal. Y la mentira un síntoma de que la enfermedad está en su fase final. ¿El mejor remedio? La confesión.
José Manuel Vidal, estás enfermo
| 22 mayo, 2015
Hace tiempo que dejé de leer Religión Digital: me causaba náuseas.
Como propagandista me parece una aberración que el CEU mantenga la publicidad en la página Religiondigital y animo a todos mis hermanos de la ACdP a que los manifiesten. Esto no puede seguir así.
Vidal es un maestro de la sospecha como Freud. Ciertamente nos viene de perlas un refrán muy conocido: piensa el ladrón que todos son de su condición. No entro en RD, me basta con la foto que ha puesto el blogger. No colaboraré en mantener con mi visita un portal blasfemo y mentiroso. Ahora me pregunto: ¿Cómo es posible que instituciones de la Iglesia se publiciten en RD, manteniendo un portal que a diario vierte sobre la propia Iglesia tanta basura como resentimiento tiene su director?
Vidal desbarra otra vez, cierto.
Pero un inciso: el de Rouco no es un ático sino un piso, que se ha dividido en varios para alguien que le ayude y para las religiosas que, entre otras muchas cosas, le atenderán.
De nuevo nos avisa Infovaticana de las ocurrencias empapadas en mal café que sigue poniendo en su tendedero de ropa sucia el responsable de RD.
¿Qué podemos decir…? No se si la confesión será remedio, por ahora, para el presunto pecador.
Para mi buena calidad de vida me viene muy bien ignorar totalmente la existencia de RD.
Pienso… ¿no sería también esta terapia favorable para el presunto, si comprueba que sus ocurrencias no las lee nadie?
Saludos cordiales!