«¿Dejar a Dios ser ‘Ella’?», debate en la iglesia de Inglaterra

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Con todos mis respetos pero me parece que entrar en estos debates es fruto del «aburrimiento teológico», por llamarlo de alguna manera.

Según comenta un artículo de la revista «The Guardian», Emma Percy, la reverenda de la Iglesia Anglicana y representante de la organización de «obispas» Watch (Mujeres y la Iglesia) declaró que el uso del pronombre ‘Él’ en una conversación sobre Dios es una manifestación de sexismo.

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«Cuando nos referimos a Dios como un hombre, se está suponiendo que los hombres se asemejan más a Dios que las mujeres. Si decimos que el hombre y la mujer fueron creados a imagen de Dios, entonces [Dios] debe llamarse tanto en género masculino como en femenino»

Y lo que me sorprendió aún más es que este debate sea un asunto relevante en la iglesia de Inglaterra… según dice el artículo:

«La presidenta de Watch, Hilary Cotton, declaró que la propuesta de las obispas se ha discutido al más alto nivel en la Iglesia de Inglaterra. Señaló que los sacerdotes ya están trabajando en una liturgia feminizada.»

Es un síntoma importante cuando nos empeñamos en dibujar a Dios según nuestras categorías humanas y le abordamos desde nuestras nimiedades y batallas sexistas absurdas. No descubrimos nada nuevo cuando afirmamos que Dios no es ni hombre ni mujer porque Dios no es creatura. En Dios categorías humanas como el tiempo, el lenguaje, el sexo son insignificantes e irrelevantes.

Desde mi humilde opinión, este debate abierto en la iglesia de Inglaterra habla muy poco de Dios y muy mucho de los complejos humanos. Nada más alejado del objetivo de la teología que es intentar abordar el tema Dios.

Con todo esto no quiero afirmar el profundo amor y respeto por la feminidad en todos los ámbitos. Una feminidad y masculinidad que se complementan no que batallan por imponerse.

Y, me pregunto, ¿Cómo es posible que nuestro Señor Jesucristo nos haya enseñado a orar a Dios diciendo así: «Padre nuestro….»? Podría habernos ahorrado semejante discusión teológica diciéndonos «Padre y Madre nuestro….» o para evitar susceptibilidades usar otro término menos «¿sexista?» que Padre y usar esos términos New Age tan de moda hoy «Ente, Fuerza, Energía, Ser que estás en el cielo…».

Con esta «profundidad teológica» no me extrañaría que un día haya quien ponga en duda (y pido mil perdones por esta expresión) si Dios mismo no es machista al encarnarse en un varón llamado Jesús.

Honestamente, perderse en estas cosas me recuerda a aquello de que «un/a» excursionista perdido preguntó a «un/a lugareño/a»: ¿Dónde está el bosque? y éste señalando hacia adelante le contestó «por allá» y el necio se quedó mirando el dedo en vez de mirar a dónde señalaba…

Subamos el nivel cuando pensemos en Dios y no lo «abajemos» tanto que lo convirtamos en estandarte desfigurado de nuestras luchas y complejos humanos….

Quizás relaje toda esta tensión sexista el recordar, como uno de tantos ejemplos de la Escritura, aquellas hermosas palabras de Isaías 49, 15:

«¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré! «

Dios se revela usando lenguaje y categorías humanas para ayudarnos a comprender pero jamás se le podrá abarcar, definir, etiquetar ni encerrar en conceptos humanos.

Para leer la referencia del tema: http://www.theguardian.com/world/2015/jun/01/church-of-england-womens-group-bishops

Comentarios
0 comentarios en “«¿Dejar a Dios ser ‘Ella’?», debate en la iglesia de Inglaterra
  1. Querido Juan muchos saludos desde Perú. Entiendo tus preocupaciones a partir de la reflexion que realizas por el comentario del hablar de Dios (teologizar) como ella. En realidad solo se puede entender si hay un acercamiento no tanto litúrgico sino biblico-teológico y el efecto que esto supone en todas las otras áreas teológicas . Y lo digo en ese orden , biblico-teologico y no teologico biblico. Ya investigadores biblistas de renombre tienen bien a decir que en el desarrollo revelacional historico de «Dios» en realidad robaron a la Diosa como muy bien dice la biblista Cristina Conti. Dice el hebraísta S.L. Mac Gregor Mathers: «Elohim es el plural del nombre femenino El-H, porque la letra final H indica el género.Sin embargo, por excepción gramatical, el nombre El-H forma el plural con la terminación IM que corresponde al plural masculino, en vez de terminar en OTH como por regla general terminan los plurales femeninos (…) Sin embargo, la terminación del plural no altera el género del nombre, que permanece el mismo del singular». Piénsese en nombres femeninos como «Eva» (HVH), Ada (ODH) y Tzila (TZLH) . El nombre EL es masculino y designa a «dios» en semita, pero ELAH O ELOAH es femenino y se traduce habitualmente como «fuerza, potencia, majetad», etc. Sospecho que ELOHIM remitiría a una antigua dupla de dioses «páredros» (varón-mujer) a la que luego sucedió el dios patriarcal «solitario», etc. La permanencia del femenino se comprende (hasta cierto punto) por la fuerza de la costumbre: hoy en día, hay varones que se llaman «José María», etc.
    Dicho lo anterior , no es un debate de aburrimiento teológico , por el contrario, de mucha pertinencia al enfoque de equidad de genero que es posible hallar en el discurso biblico-teológico (lecturas teológicas) .

  2. Si el mismo Cristo nos enseñó dirigirnos a Dios como Padre, ahora nos salen las feministas radicales para enmendar las palabras a Cristo.
    No es un episodio aislado, porque los anglicanos y protestantes llevan varios siglos enmendando las enseñanzas de Cristo. Se trata de un peldaño más de soberbia contra Dios.

  3. A mi no me importa que Dios sea El y no ella, me da igual que la mujer proceda del hombre, ¡yo lo único que quiero es que Dios me perdone todos mis pecados!, que tenga misericordia de toda mi soberbia y que me lleve al cielo aunque sea a fregar los suelos o limpiar los zapatos de todos los Apóstoles y Santos, pero por favor que a mí y a mi familia nos tenga misericordia y podamos ver su rostro.

  4. Poco les falta a las mujeres como esta para rebelarse contra Dios, al igual que hicieron los ángeles rebeldes.

    «quiero que sepan esto: Cristo es la cabeza del hombre; la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de Cristo es Dios. En consecuencia, el hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra a su cabeza; y la mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra a su cabeza, exactamente como si estuviera rapada…. El hombre, no debe cubrir su cabeza, porque él es la imagen y el reflejo de Dios, mientras que la mujer es el reflejo del hombre. En efecto, no es el hombre el que procede de la mujer, sino la mujer del hombre; ni fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Por esta razón, la mujer debe tener sobre su cabeza un signo de sujeción, por respeto a los ángeles» (1 Cor 11,3-10).

    «Como en todas las Iglesias de los santos, que las mujeres permanezcan calladas durante las asambleas: a ellas no les está permitido hablar. Que se sometan, como lo manda la Ley. Si necesitan alguna aclaración, que le pregunten al marido en su casa, porque no está bien que la mujer hable en las asambleas. ¿Acaso la Palabra de Dios ha salido de ustedes o ustedes son los únicos que la han recibido? Si alguien se tiene por profeta o se cree inspirado por el Espíritu, reconozca en esto que les escribo un mandato del Señor, y si alguien no lo reconoce como tal, es porque Dios no lo ha reconocido a él» (1 Cor 14,33-38).

  5. «Desde mi humilde opinión, este debate abierto en la iglesia de Inglaterra habla muy poco de Dios y muy mucho de los complejos humanos.»
    Por eso, padre, no es un debate de «aburridos». Es un debate ideológico, tiene un claro objetivo (y para nada satisfacer un hastío), a saber: dar otro golpe a la tradición. La masonería, la izquierda en general y los enemigos de la Iglesia católica, entre los que hay muchos dentro de ella misma, están por la labor de aniquilar unos 5000 años de tradición cuando no, más grave, las doctrinas.
    Uno asiste triste a ver como mucha gente de buena voluntad ha asumido por ejemplo esa aberración lingüística de que el masculino designa exclusivamente lo masculino cuando hasta hace cuatro días se usaba como genérico, y cualquier persona mínimamente formada sabía cuando se refería a una cosa u otra.
    Tal vez sean los infames niveles culturales que se importen en las escuelas y Universidades las que con más «entusiasmo» estén contribuyendo a esta subversión.
    Me viene a la memoria un Obispo, creo que era (es) de Bélgica, que se soltó con una declaración en la que proponía que a Dios se le llamara Al-läh en el orbe cristiano. De esa manera, los musulmanes (pensaría) no nos rebanarán el cuello… y todos viviremos en un mundo chachipiruli, tipo «Toledo» (esto es ironía) (Algo parecido pensaron cuando llegaron los primeros musulmanes allá por el 711)
    A lo que más se asemeja lo que está pasando en el orbe cristiano, católico, protestante, anglicando etc. es a una liquidación por cierre.

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