Comunicar sin acritud y sin ofender

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«Lo repito a menudo: entre una Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de autoreferencialidad, prefiero sin duda la primera. Y las calles del mundo son el lugar donde la gente vive, donde es accesible efectiva y afectivamente. Entre estas calles también se encuentran las digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan una salvación o una esperanza. Estamos llamados a dar testimonio de una Iglesia que sea la casa de todos.»

Papa Francisco en la 48ª jornada mundial de las comunicaciones sociales.

Creo que se hace un flaco favor a la evangelización y a la unidad de la Iglesia cuando se utilizan los medios de comunicación social para transmitir siempre lo polémico, lo morboso, lo que nos enfrenta o divide.

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Personalmente no me interesa esa dinámica. Cuánto me gustaría que florecieran lugares de encuentro fraterno y de diálogo sereno donde nos ayudemos unos a otros a crecer en la fe y a fortalecer los lazos de comunión entre los bautizados en vez de sembrar la discordia y el desasosiego.

Cada cual con su conciencia pero no es muy agradable ni muy fraterno que los aportes de algunas personas sean sistemáticamente hirientes, ofensivos o cargados de desprecio.

Ojalá esta casa, Infovaticana, vuelva a recuperar un ambiente más sereno, afable y en comunión con la Iglesia desechando tanto comentario ofensivo hacia nuestros pastores que, a la vista de ciertos comentarios que uno lee, más que un blog católico parece ser el frente de batalla.

Comentarios
0 comentarios en “Comunicar sin acritud y sin ofender
  1. Muy bien P. Molina pero le agradeceríamos verlo vestido alguna de hijo de Nuestra Señora. Excepto algunos hermanos y grandes Padres ya muertos no se ven. Aunque ideológicamente son muy conservadores eso sí

  2. «Han sido advertidos de esto muchas veces, ¡pero en vez de anunciar, ustedes han estado denunciando!… Dominados por su debilidad… Yo les digo como dicen las Escrituras: «Dichosos aquellos cuyos crímenes han sido perdonados, a quienes les han sido borrados sus pecados; dichoso el hombre al que el Señor considera libre de pecado», cuando venga Mi Día.

    Ora, hija Mía, por tu generación. Persevera y Yo te traeré Esperanza. Yo te bendigo. Ic. » TLIG 6.10.1995

  3. Si se fija en los comentarios de cualquier medio de comunicación que trate de asuntos de interés público, ya sea políticos, religiosos, o de algún modo ideológicos, comprobará que el tono habitual es bronco.

    Supongo que esto ocurre porque se trata de temas que importan mucho a los comentaristas. Se juegan mucho en ellos: orientación, sentido de la vida, etc.

    Cuando cosas que para uno son muy importantes aparecen despreciadas o cuestionadas, no todo el mundo puede mantener la serenidad.

    Pero si no le interesa esa dinámica, hay alternativas. Supongo que conoce el blog del padre Guillermo Juan Morado, en Infocatólica. El padre Guillermo simplemente no permite comentarios, pero sus artículos son fraternos, constructivos y serenos. Muy espirituales.

    Otros blogueros aceptan comentarios, pero los moderan previamente de forma muy estricta, por lo que se refiere al tono.

    Puede optar por una de estas vías, si no quiere polémicas en su blog. Pero creo que debería tolerar que en otros blogs se den tales encontronazos. Pues son, a su modo, expresión de preocupaciones hondas, que no deberían ignorarse.

    Saludos cordiales

  4. Si bien es cierto que hay que decir las cosas con educación y respeto, no por eso debe dejarse de transmitir lo que se ve claramente que son errores en virtud de un chapusero amiguismo o buenismo, ya que no es eso lo que el Señor predicaba, sino la Verdad que nos hace libres y también el Amor que sin la verdad deja de serlo. Cristo trabajó para instaurar el Amor pero en la Verdad y por ello fué perseguido, de ahí se entienden claramente Sus palabras en Lucas 12, 51-53: «No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará».
    Y ese enfrentamiento es precisamente porque en nuestros difíciles tiempos se quiere adaptar a la Iglesia al mundo contrariando la Verdad de Dios, por lo tanto no es acallando a los que queremos que se siga difundiendo la Verdad y Amor de Dios como lo venía haciendo durante 2000 años la Iglesia, y ahora resulta que algunos «iluminados» dentro de la jerarquía van a contramano precisamente del mismo Cristo, es entonces que se entienden dichas palabras del Señor, por lo que no somos los que verdaderamente seguimos a Jesucristo los que debamos callar sino aquellos que lo distorsionan y cambian por errores y falsedades. Saludos en el Señor.

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