Agradecimientos y presentación

No querría iniciar mi recorrido por esta casa sin agradecer a Infovaticana.com el espacio y su confianza. El uso de este, ya no tan nuevo, areópago que es Internet es, sin duda, un camino que hemos de recorrer también los creyentes sin miedo y sin prejuicios. Creo que es de justicia una breve presentación de mi persona y de las intenciones de este espacio. Juan Molina nació el 20 de julio de 1971 en Barcelona. Estudió toda su educación elemental y secundaria en el Colegio san Miguel de la calle Rosselló de la ciudad condal cuya dirección estaba en manos de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús desde 1895. Mi adolescencia transcurrió con la normalidad de la época de los 80. En mi caso, identificado con la música Rock-Heavy, con el baile Break Dance que se iniciaba en España y con pasión por el balonmano y las motos. Ello me llevó a lucir un pendiente en la oreja y una melena relativamente digna por los hombros. Hasta que a la edad de 16 años las referencias de un sacerdote del colegio a las misiones y los misioneros que dejaban tierra y familia para ir a hablar de Jesús y estar del lado de los más pobres fue calando hondo. La pregunta que lanzó el profesor en clase se me clavó como una espada «¿Has pensado en ser misionero alguna vez?» Pensé para mis adentros… «Y ¿por qué no?» Por aquel entonces llegó al colegio un MSC (Misionero del Sagrado Corazón) joven que rápido interactuó con los jóvenes y empezó a organizar grupos de fe y oración. Ofrecieron la posibilidad de ir a jugar a fútbol al patio del colegio invitándonos a participar también después de la celebración de la misa. Me apunté rápido. Uno de esos domingos otro de los MSC pidió algún voluntario para ayudarle de monaguillo y, llevado de ese impulso colaborador, ahí me vi con mis pelos largos haciendo de monaguillo y poco a poco disfrutándolo más. Todas esas vivencias me llevaron a comunicar a mi familia a la edad de 18 años mi deseo de ingresar en el seminario de la congregación para ser misionero. Tras un cierto disgusto familiar inicial con el paso del tiempo, viéndome feliz,  siempre he recibido un apoyo incondicional de mi familia. Estudié los estudios de filosofía y teología en los Agustinos Filipinos de Valladolid. Hice mis primeros votos temporales el 8 de septiembre de 1993 y los perpetuos el 7 de septiembre de 1997. Tras esos 6 años de estudios y habiendo hecho el noviciado entre la filosofía y la teología en Dublín, Irlanda recibí el diaconado en Madrid donde pude crecer en este ministerio en la parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de la avenida Pío XII. Me ordené sacerdote el 7 de noviembre de 1998 en Barcelona y en enero de 1999 salía junto a otros dos hermanos MSC a fundar la misión en Paraguay. De Paraguay regresé a España a la parroquia de Alhaurín de la Torre, Málaga y de allí fui destinado al colegio que me vio crecer en Barcelona donde he trabajado casi 13 años en la pastoral y animación juvenil. Actualmente resido en la comunidad de la casa general de la congregación en Roma mientras curso la licenciatura en Teología Litúrgica en la Universidad Pontificia de la Santa Croce. Si has llegado hasta aquí en la lectura has tenido mucho mérito y te lo agradezco. Creo que es de justicia en esta primera entrada que conozcáis quién es la persona que tenéis detrás de este blog. El por qué dije sí al Señor a la llamada religiosa y sacerdotal fue por un profundo deseo de hacerme compañero de camino de tanta gente que queda en el borde de los caminos, tantas personas que se alejaron de la iglesia, tantas personas que han perdido incluso el sentido de sus vidas. Tenemos un lema interno en mi Congregación: «ser en el mundo el corazón de Dios» Así querría que fuera mi vida y mi servicio a todos: un intento de llevar al corazón de las personas el corazón de un Dios apasionado por la humanidad. Gracias por el recibimiento y la acogida, me gustaría que fuera un espacio interactivo así que estaré bien feliz de poder escuchar vuestras sugerencias, comentarios y propuestas de temas a tratar. Con gusto a vuestra disposición en lo que buenamente pueda serviros. In Corde Iesu! Juan