| 30 abril, 2012
-«Hay que precaverse ante los profetas de desgracias».Si la frase se refiere a que hay que mantenerse lejos de los que tratan de liquidar las razones de la esperanza cristiana (entre las que sobresalen la existencia de Cristo vivo y Señor, y la inalienable belleza de la Iglesia ), entonces es justa y hay que aprobarla. Si se refiere a que hay que decir a toda costa y en todas las circunstancias que todo va bien, entonces quien la desmiente es la palabra de Dios. Normalmente los verdaderos profetas saben anunciar también el dolor y saben denunciar el mal; no los pregoneros de las alegrías fáciles, de la tranquilidad.
Tomado de: Biffi, G. La bella, la bestia y el caballero. Ensayo de teología inactual. Ed. Encuentro. Ps. 40-41