| 08 abril, 2012
UNO. Pese a que los rebeldes de Siria negaron existencia de una persecución, comunidades cristianas denuncian ser blanco de ataques de bandas armadas islámicas. Según informaciones llegadas a la agencia Fides, después de los primeros meses de combate, al ejército de la oposición se han unido bandas islámicas armadas, mercenarios y militantes sunitas libaneses. Se informó también que los cristianos que no quieren unirse a la «sublevación popular», son cada vez más marginados y considerados «enemigos de la revolución», además, algunas familias cristianas fueron expulsadas de Homs por ser consideradas «cercanas al régimen».
DOS. Los donativos recaudados durante la Misa del Jueves Santo que celebró el Papa Benedicto XVI en la Basílica de San Juan de Letrán de Roma se destinarán a socorrer a los refugiados por el conflicto armado que azota desde hace más de un año a Siria, Oriente Medio.
TRES. El Custodio franciscano de la Tierra Santa, P. Pizzaballa está en contra de una posible intervención extranjera. «No es como en Libia. Esta vez, la intervención tendría consecuencias en toda la región del Oriente Medio«. Los países occidentales deben actuar, pero solo con las presiones políticas y diplomáticas. De lo contrario, «hemos visto lo que ha sucedido en Irak y en Afganistán«.