Prudencia, pudor y misiones: respuesta de un redactor

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Estimados,

Dado que soy el responsable de la introducción de tal video, y habida cuenta de las reacciones manifestadas por los benevolentes y sufridos comentaristas, mis sodales en la co-redacción de este humilde blog, me piden que os dirija una respuesta. Lo haré de la manera más sintética posible para que podáis dar vuestros pareceres con la habitual mesura, y así no tener que volver sobre mis propias aclaraciones.

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1) Me ha parecido que podría ser muy interesante introducir el video en cuestión por establecer una comparación con la susodicha misa de JPII, y de ahí poder extraer algunas conclusiones.

2) Se podría incidir, por ejemplo, en que hay actos y actitudes públicas cuya naturaleza confusionaria no está tanto en su propia naturaleza plástica, «in re», sino más bien en las motivaciones, las circunstancias y las condiciones objetivas que la prudencia pudieran aconsejar. Al analizar el problema, podríamos incidir que el problema no está en que una nativa esté escasa de ropa en una Misa, pues a través de este documento, como de otros documentos escritos de misiones en épocas pretéritas, conocemos que no era algo inusual. Por lo tanto no podemos concluir que tal situación sea intrínsecamente perversa.

3) Por ello, esperaba que pudiéramos pensar que acaso lo que antaño se presentaba como prudencia pastoral, con la noción de que la fe es gradual y de que los esquemas culturales no son de suyo revelados, contrasta en la actualidad con una mera adhesión a la moda de un «multiculturalismo» mal entendido, meramente escénico y que tampoco responde a las circunstancias actuales de un pueblo determinado.

4) Así, vemos un pueblo con una devoción notable, tanto en la asistencia a esa Misa como en el momento de la sagrada comunión, en contraste con esas modas a las que me refería antes que -como alguno ha indicado más arriba- no responde más que a unirse a las modas interculturalistas del momento.

5) Precisamente de tal comparación podemos -si pensamos un poco- extraer lo que en este video hay de real y motivado por las circunstancias, y reconocer que en tales misas papales -como la de Papúa a la que me refería- excluida la necesidad de la ausencia de atuendo -y también la devoción que podemos observar en ese vídeo- llegamos a ver que en lo que en un caso es necesidad, prudencia pastoral – y una celebración digna, dicho sea de paso- en el otro caso contrasta la artificiosidad, la teatralidad y la adhesión a una moda, pero ya sin la devoción al sacramento que podríamos extraer de tal video.

6) Hay quien expone dudas sobre la realidad de tal vídeo, proponiendo un montaje. Esto puede ayudar a pensar que de la tesis «una misa con una señora en tetas es diacrónica y comparativamente impensable» a pensar en términos de circunstancias, necesidad y prudencia.

Y por el momento nada más.

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