| 12 julio, 2011
Discusión de Lenin con algunos componentes del comité central del partido comunista. Algunos miembros le objetan: «Lo que dice el camarada Lenin se opone a la realidad.» Y Lenin les contesta rotundamente: «Lo siento por la realidad.»
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Eso mismo, un enorme «lo siento por la realidad», es la respuesta de Orugario a Nieves Bolado:
–¿Cuando se comenzó a diluir el catolicismo en España?
– No se ha diluido. Una cosa es la superficie, la espuma ante la que ahora estamos. Creo que hay más vida católica y cristiana en la España de hoy que en la de hace 50 años. La medición de las conciencias, de la fe profunda, es muy difícil. No porque hayan dejado de aparecer juntos en los salones de los ayuntamientos el gobernador y el obispo, España ha dejado de ser católica. Ahora hay más decisión personal, más grupos de vida, más movimientos decididamente católicos que hace 50 años, con más implicación en la vida personal que en la manifestación pública. La democracia llegó a España al final de un largo proceso de preparación a la espera de que muriera el dictador, por eso no se produjo una ruptura, porque llegó con la maduración histórica a la que contribuyó el Concilio Vaticano II, al invitar a los católicos a la libertad y a la participación pública.